La escasez de
agua se produce cuando la cantidad de agua extraída de lagos, ríos o
acuíferos es tan elevada que el abastecimiento de agua ya no puede
satisfacer adecuadamente a todas las necesidades humanas o del ecosistema,
incrementando la competencia entre las demandas potenciales.
· La escasez de
agua también se define como una situación donde la disponibilidad de agua en
un país o en una región se sitúa por debajo de los 1000 m3 por
persona al año. Sin embargo, muchas regiones del planeta sufren una escasez
mucho más severa, viviendo con menos de 500 m3 por persona al
año.
· La escasez de
agua se encuentra entre los principales problemas que deben afrontar muchas
sociedades y el mundo entero en el siglo XXI. Durante el último siglo, el
uso de agua ha aumentado a un ritmo más de dos veces superior a la tasa de
crecimiento de la población, y aunque a nivel global no existe escasez de
agua como tal, cada vez son más las regiones que padecen de escasez crónica
de agua.
· Para el año
2025, 1.800 millones de personas habitarán en países o regiones con escasez
absoluta de agua, y dos tercios de la población mundial podría vivir en
condiciones de tensión hídrica.
· La escasez de
agua genera graves problemas a poblaciones y sociedades. El agua disponible
no es suficiente para la producción de alimentos ni para paliar el hambre y
la pobreza de ciertas regiones, donde muy a menudo el crecimiento de la
población supera la capacidad de garantizar el uso sostenible de los
recursos naturales.
· Frente a
una situación de
falta de agua no se puede continuar con
el desarrollo industrial, urbano y turístico sin haber impuesto, de
antemano, ciertas restricciones a los distintos usuarios y haber adoptado
políticas de distribución del agua tomando en cuenta otros sectores,
principalmente la agricultura.
· En regiones
con escasez de agua es muy probable que los recursos hídricos ya estén
degradados, o sujetos a procesos de degradación tanto en términos de
cantidad como de calidad, lo que agrava el problema de escasez de agua.
· Los problemas
de salud asociados a la escasez de agua son frecuentes, no sólo porque el
deterioro de las aguas superficiales y subterráneas favorece a enfermedades
transmitidas por el agua, sino también porque la pobreza dificulta el
desarrollo de sistemas adecuados de distribución de agua y de
alcantarillado.
· A pesar de
los acuerdos legales entre comunidades locales y entre países, siguen
surgiendo conflictos relacionados con el agua en zonas con tensión hídrica,
ya que resulta sumamente difícil compartir un recurso tan limitado y
esencial.
·
La pobreza
asociada a la escasez de agua genera flujos migratorios de poblaciones
dentro de los países o hacia otros países donde las personas van en busca de
una mejor vida, pero donde corren el riesgo de no ser bien recibidas.
· En zonas con
tensión hídrica, el agua destinada a la naturaleza se ha convertido en una
prioridad baja o muy baja. Conservar los ecosistemas naturales se suele
considerar un uso superfluo de agua en comparación con otros usos
directamente relacionados con una vida saludable, como el uso doméstico y
urbano, o con usos susceptibles de paliar la pobreza y el hambre, como los
usos en la industria y en la producción de energía y alimentos. Sin embargo,
cada vez se comprende más que los ecosistemas naturales, es decir los
respectivos recursos genéticos, resultan útiles para la sociedad, y ya se
están desarrollando esfuerzos destinados a proteger zonas de reserva,
incluso en regiones con escasez de agua.
Portal
UNESCO del Agua
22 de
marzo de
2007
Volver
a Portada