Unos 2.600 millones
de personas viven sin servicios de saneamiento,
lo que favorece las
infecciones y otras enfermedades.
Más de 2.600 millones de personas, el 40% de la
población mundial, no tienen acceso a servicios de
saneamiento y más de 1.000 millones aún obtienen su
agua para beber –no se la puede llamar potable– de
fuentes insalubres, según un informe de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef)
difundido ayer en Ginebra. Este problema favorece las
infecciones y amenaza el desarrollo humano en muchos
países.
El
informe, que revisa cómo se avanza en los retos del
milenio, señala que quienes más padecen la falta de
infraestructuras de abastecimiento de agua potable y
de saneamiento (suministro de agua para lavarse y
otros usos, desagües de aguas residuales y red de
alcantarillado), son las poblaciones rurales y de
suburbios urbanos. Y, en todas ellas, las primeras
víctimas del agua insalubre y de la falta de medidas
de higiene son millones de niños. “La creciente
diferencia entre quienes tienen y no tienen acceso a
estos servicios básicos causa la muerte de 4.000 niños
cada día (casi 1,5 millones al año) y contribuye a las
muertes de hasta 10 millones de niños al año. Tenemos
que actuar para acabar con estas diferencias o el
balance de víctimas seguirá creciendo”, aseguró Carol
Bellamy, directora ejecutiva de Unicef.
Las
infecciones diarreicas causan 1,8 millones
de muertes al año, la mayoría son niños de
menos de cinco años.
Desde 1990
ya se ha conseguido ampliar los servicios
básicos al dar prioridad a estas obras en
diversos países.
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El
informe de las agencias de las Naciones Unidas
vaticina que, para 2015, se va camino de lograr el
acceso de toda la población a agua potable, pero 500
millones de personas, la mayoría en áreas rurales de
África y Asia, seguirán sin servicios de saneamiento.
Los problemas sanitarios que estas carencias comportan
disminuirían si se redujera la diferencia entre áreas
urbanas y rurales. OMS y Unicef apuestan por una mayor
inversión en infraestructuras e insistir en la
educación en lo que respecta a medidas de higiene, y
recuerdan que los entornos insalubres lastran el
desarrollo económico.
“El agua potable y los servicios de saneamiento
figuran entre los principales determinantes de salud
pública. Acceder a ellos supone ganar la mayor batalla
contra un amplio número de enfermedades”, recordó el
director general de la OMS, Lee Jong Wook.
Recordó que las infecciones diarreicas causan unos 1,8
millones de muertes al año. En la mayoría de casos,
son niños de menos de cinco años. Las infecciones,
además, debilitan a millones de personas, Y, en
África, por ejemplo, se pierden 40.000 horas laborales
por la necesidad de ir a buscar agua para beber.
Las regiones con más problemas de abastecimiento de
agua potable y falta de servicios de higiene son las
que acumulan mayor pobreza: África subsahariana y el
sur de Asia, aunque el informe de la OMS y Unicef
advierte de preocupantes tendencias en zonas
industrializadas –por problemas económicos, crecer los
suburbios de las ciudades– , donde la cobertura de
agua potable y saneamiento se redujo un 2% entre 1990
y 2002, Por ejemplo, en los países de la antigua Unión
Soviética, sólo el 83% de la población tiene acceso a
servicios de saneamiento adecuados.
Bellamy y Jong-wook apuntaron que, para ir hacia una
cobertura total en agua potable e higiene básica, no
sólo es necesario invertir más dinero en
infraestructuras, sino, además, cambiar de mentalidad
y pasar de las políticas de “todo para algunos” a las
de “algo para todos” . Así, las agencias de las
Naciones Unidas proponen que cada país intente
eliminar las diferencias internas de acceso a estos
servicios básicos, por ejemplo, ampliando las redes a
los barrios pobres.
Las dos organizaciones destacan que la mejora es
posible, pues entre 1990 y 2002 ya se ha avanzado en
países donde se ha dado prioridad a estas inversiones.
Los retos del milenio que revisa el informe se
establecieron en la cumbre de las Naciones Unidas del
Milenio, celebrada en el 2000 y preveían que en el
2015 se haya universalizado el acceso al agua potable
(que como mucho sean 200 millones de personas que no
tienen acceso); y que el 75% de la población mundial
disponga de servicios de saneamiento.
Entre 1990 y 2002, de una disponibilidad de agua
potable para el 77% de la población se ha pasado al
83%, y del 49% de acceso a servicios de saneamiento se
ha pasado al 58%. El este asiático es la zona que ha
mejorado más (países como China e India), pese a que
todavía una mayoría de población sigue sin servicios
básicos. El África subsahariana es la otra zona del
planeta con peor servicio. En Sudamérica y
Centroamérica se ha alcanzado el 75% de cobertura de
agua potable. En los países industrializados la
cobertura en estos servicios es del 98%.
LA VANGUARDIA
13
de setiembre de 2004