Ruth
Herrera,
ex coordinadora de la Red Nicaragüense de Defensa de los Consumidores (RNDC),
es la nueva Presidenta Ejecutiva de ENACAL. La propuesta hecha por el
Presidente de la República, Daniel Ortega, para que asumiera ese cargo tan
vital para la nueva administración, ha dejado muchas interrogantes sobre la
oportunidad de aceptar este desafío, pasando a formar parte del nuevo
gobierno.
En años
anteriores, la Red de Defensa de los Consumidores ha sido una de las
organizaciones que más han luchado en contra de la privatización de ENACAL y
que han denunciado la mala administración de esta empresa y la trágica
situación de miles de usuarios.
Ahora,
Herrera se encuentra frente a un reto de difícil solución: levantar una
empresa tan estratégica, pero ya colapsada y dar nuevas esperanzas a los
nicaragüenses, para que finalmente tengan un acceso seguro al agua.
Al borde del colapso
En una
conferencia de prensa convocada para dar a conocer el estado en que encontró
ENACAL y su programa para el futuro de la empresa, Ruth Herrera dijo
que “ENACAL produce aproximadamente 270 millones de metros cúbicos de agua
en el año y la tragedia de esta empresa es que de estos 270 millones,
solamente se logran facturar 122 millones, es decir sólo el 45 por ciento de
toda el agua producida y que entra a la red de distribución. Además, se
pierden 149 millones de estos metros cúbicos por fallas técnicas y consumo
ilegal, es decir el 54 por ciento del agua. A esto hay que agregarles todos
los gastos de electricidad para bombear el agua, los gastos para el
personal, para el mantenimiento que hay que darle a la red y a pesar de
tantos gastos, más de la mitad del agua se va en fugas y en consumo no
contabilizado”.
ENACAL
tiene aproximadamente 580 mil usuarios, que podrían representar a unos tres
millones de habitantes beneficiados. Mitad de ellos reciben el agua de forma
parcial (pocas horas al día). La otra mitad ni siquiera recibe el servicio
de la empresa. “Esto – continuó Herrera – es un problema que tendría que
preocupar a todos los nicaragüenses, porque quien tiene un servicio
aceptable se olvida de los que reciben el agua de vez en cuando y éstos se
olvidan de los que casi no la reciben y éstos últimos se olvidan de los que
nunca reciben agua. Hay también un gran problema con los acueductos rurales.
Fueron construidos con la ayuda solidaria de organizaciones internacionales
y no se les ha dado seguimiento, ni mantenimiento. La gerencia de ENACAL se
olvidó de ellos y fueron abandonados. Es urgente reactivar la colaboración
con las Alcaldías y el Fondo de Inversión Social de Emergencia (FISE),
porque estos acueductos son fundamentales para la sobrevivencia de la
población rural”.
Uno de los
problemas más relevantes es el de las fugas. Según Ruth Herrera, se debe
esencialmente a la antigüedad de la red de distribución, pero también a las
conexiones ilegales de los ciudadanos y las pérdidas técnicas que son
insostenibles para la empresa. “Han pasado varias administraciones gastando
aproximadamente 1,400 millones de dólares en proyectos, pero ninguno fue
orientado a una revisión técnica para detectar y detener estas fugas de
agua.
Esto tiene
que ver con la concepción que se tiene de la empresa y de cuáles son las
prioridades. A pesar de que haya muy buenos técnicos, profesionales,
señalamientos de la cooperación internacional sobre la necesidad de resolver
ese problema, nunca les interesó resolverlo. Pero hay mucho más que
demuestra la incapacidad de esta gente. Con fondos del BID, se contrató a
una firma consultora chilena para la parte administrativa y lo que hizo fue
encargarse de la instalación de medidores. A ENACAL poner un medidor le
costaba 5 dólares y ahora, a esta empresa, le cuesta 25 dólares. No se
puede encontrar una explicación a una cosa tan sin sentido como esta. Hay
que revisar todo esto para recuperar fondos e invertirlos en las prioridades
de la empresa. Una administración, al final, que no priorizó los recursos
que llegaban para una estrategia que resolviera las necesidades de todo el
país. Una administración muy desorganizada y desestructurada, con partes muy
saludables y otras muy débiles y subdesarrolladas. El Área de Operaciones,
por ejemplo, es donde se produce el agua a través de 500 pozos y resulta ser
el área menos atendida”.
La mala atención a los usuarios y la
corrupción
Una empresa
con una estructura muy grande de comercialización donde se ha detectado
ineficiencia y maltrato en atención al cliente, imposiciones de políticas de
arreglos de pagos inaccesibles para la población de escasos recursos,
condonaciones de deudas y emisión de notas de crédito a empresas privadas y
personas naturales, episodios de corrupción, gastos innecesarios, entre
otros. “ Esta empresa ya no lo va a permitir – declaró Ruth Herrera a la
prensa nacional e internacional – porque no importa si los usuarios son
pobres, ricos o son grandes empresas. Nuestro objetivo es atender al usuario
y resolver problemas. Tenemos que acabar con esto para tener democracia e
institucionalidad. Vamos a hacer un esfuerzo muy grande para tener una
gestión totalmente distinta, pero la responsabilidad es de todos. Aquí se
terminaron las mordidas, las coimas, contratos por debajo de la mesa, uso de
las maquinarias de ENACAL para hacer pozos privados. También han habido
fenómenos de corrupción y de hurto. Se vendieron 2,500 toneladas de
chatarras por un valor estimado de 200 mil dólares, pero a la fecha se ha
facturado solamente unas 991 toneladas y no hay explicación sobre esta
diferencia de tonelaje. La Policía está ahora investigando. De los depósitos de ENACAL se perdieron más de 1.5 millones de córdobas (unos 90 mil dólares) en
productos de inventario”.
La nueva
administración se encontró también con formas de funcionamiento y decisiones
que han afectado enormemente a la empresa. Hay serios problemas de
recuperación de la cartera, y no sólo con los sectores de bajos
recursos, sino sobre todo con las grandes empresas, instituciones y familias
acomodadas. Según
Herrera, hay empresas que tienen mora de 70 meses y una primera medida será
de darles una fecha límite hasta el 31 de enero para ponerse al día con el
pago. Después de esta fecha se publicarán en los periódicos los nombres de
estas empresas, el monto debido y se procederá a suspender el servicio de
agua.
Protesta
en 2006,
contra la venta de ENACAL
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Otro enorme
problema detectado fueron los gastos altísimos e innecesarios. “Nos
encontramos – continuó la nueva Presidenta de ENACAL – con gastos
exagerados. Un aparato de Dirección, incluyendo en ello la Junta Directiva y
la Gerencia General, sobredimensionado, con un alto número de asistentes,
secretarias, directores, escoltas, vehículos y combustible asignados a las
familias de los directivos, viajes al exterior, asesores fantasmas y hasta
un médico a tiempo completo para asistir al Presidente de la empresa. Hay
áreas que definitivamente inventaron para darles salarios a sus allegados y
vamos a revisar toda esta estructura porque no podemos mantenerla”.
Se detectó
también una planilla insostenible de horas extras entre los trabajadores y
días de vacaciones que se utilizaron y que no se registraron en Recursos
Humanos. El conjunto de estas situaciones llevaron a ENACAL al borde del
fracaso, con una deuda total de 300 millones de córdobas (17 millones de
dólares), de los cuales 110 millones (6 millones de dólares) son en concepto
de energía. Una primera solución será pedirle al Gobierno Central negociar
esta deuda de energía con la transnacional española Unión Fenosa, ya que
esta empresa tiene deudas pendientes con la Empresa Hidroeléctrica Estatal (Hidrogesa)
y con la misma ENACAL.
Sindicatos prebendarios
Ruth
Herrera criticó también el trabajo desarrollado por los sindicatos presentes
en la empresa. “Esta empresa y hay que decirlo, nos heredó organizaciones
sindicales prebendarias, que reivindicaron sus derechos, pero que no velaron
para que la empresa no quebrara, negociando prebendas con las Juntas
Directivas anteriores. Estas
Juntas lograron mantenerse al lado de los sindicatos, firmando un Convenio
Colectivo insostenible. Nosotros
vamos a respetar el Convenio, pero vamos a apelar al Código del Trabajo y
vamos a pedir la revisión de algunas cláusulas que limitan el funcionamiento
de la empresa, como por ejemplo el aumento mensual del 20 por ciento del
salario. No hubo una evaluación antes de firmar el Convenio Colectivo y en
el último año le dieron ingreso a 300 trabajadores más, heredándonos los
problemas. Con esta nueva administración, vamos a crear un mecanismo de
evaluación trimestral para ver los resultados que vamos logrando, porque
nuestro compromiso es con la población y con las familias que están sin
agua".
Ruth
Herrera
terminó su intervención recordando los puntos que se desarrollarán en los
primeros 100 días de su administración. Se van a escoger los puntos más
críticos en el país donde hay que darles soluciones inmediatas, entre ellos
las escuelas que todavía no tienen el servicio de agua. Se van a diferenciar
las tarifas e intervenir de inmediato sobre el problema de las fugas en la
red de distribución. Además, se va a propiciar un Movimiento de Amigos del
Agua, con la participación de profesionales jubilados, organismos, miembros
de la sociedad civil que quieren apoyar y acompañar las acciones de la nueva
administración.
Se va
también a pedir que los barrios se organicen “porque nosotros somos sólo una
parte de la solución, la otra tiene que darla la población organizada. Es
importante – concluyó Herrera – que la gente entienda que el agua hay que
pagarla. Ya hay barrios populares y asentamientos donde se les solucionó el
problema del acceso al agua y van diciendo que, como ganó el gobierno de
Ortega, ya no se va a pagar el agua. Están equivocados. Si queremos
solucionar el problema de las miles de personas que no reciben agua, hay que
pagarla. Vamos a diferenciar las tarifas para que quien tiene menos pague
menos, pero hay que pagar”.