La escasez del agua no es inevitable
¡Evitémosla! |
La Asamblea General
de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1993 la celebración del
22 de marzo de cada año como Día Mundial del Agua. Conmemorar esta fecha es
dar una oportunidad a los distintos actores de la sociedad de informar e
informarse y debatir la situación de este invalorable bien de toda la
humanidad.
El Día Mundial del Agua 2007 será coordinado por la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en torno
al tema: "Afrontando la escasez del agua".
El agua y su
contaminación por agrotóxicos
En este marco quisiéramos resaltar la importancia que tiene este bien y una
de las grandes dificultades a las cuales se enfrenta, la contaminación por
sustancias altamente tóxicas como lo son los agrotóxicos.
Se entiende por contaminación del agua a cualquier cambio químico, físico o
biológico en la calidad del agua que provoca un efecto dañino en cualquier
ser vivo que consuma esa agua. Cuando los seres humanos beben agua
contaminada, generalmente les provoca problemas de salud.
El agua se puede contaminar por una gran cantidad de sustancias tóxicas
dañinas para los seres humanos, para las plantas y animales acuáticos; entre
ellas se cuentan los fertilizantes químicos y los agrotóxicos.
La contaminación del agua por fertilizantes y agrotóxicos (funguicidas,
insecticidas, herbicidas), se produce al ser arrastrados por el agua de los
campos de cultivo hasta los ríos y mares, donde se introducen en las cadenas
alimenticias, provocando la muerte de varias formas de vida necesarias en el
balance de los ecosistemas. Estos compuestos químicos han provocado la
muerte de peces, tanto en agua dulce como salada. Dichos compuestos también
se acumulan en los tejidos de algunos peces, lo que a su vez pone en peligro
la vida de los consumidores de pescados.
En vez de
disminuir, el uso de agrotóxicos aumenta
En la agricultura se utilizan cientos de agrotóxicos y, según cifras
oficiales, entre el año 1997 y el 2005, el aumento de los mismos ha sido de
casi un 350%. Más del 90% de estos agrotóxicos ni siquiera llegan a cumplir
el objetivo para el cual fueron utilizados y se pierden en el aire, suelo y
agua. La mayor parte de ellos termina finalmente contaminando cursos de
agua, lagunas, aguas subterráneas y acuíferos.
El problema de la contaminación por agrotóxicos es cada vez más grave,
puesto que a la cantidad de diversos productos se suma el hecho de que
algunas especies adquieren resistencia a los mismos, lo que resulta en que
se requiera cada vez mayor cantidad del agrotóxicos para obtener el efecto
deseado. Sin embargo, la flora y fauna nativas son afectadas cada vez más, y
se va destruyendo la diversidad natural. Además, pueden ser consumidos por
el ser humano a través de las plantas y animales que se ingieren como
alimento.
Un modelo
agrícola y forestal que degrada el recurso hídrico
Durante las últimas décadas, nuestro país ha impulsado y apoyado un modelo
de producción -tanto agrícola como forestal- basado en monocultivos a gran
escala. El resultado ha sido el uso masivo de agrotóxicos, muchos de los
cuales están restringidos o incluso prohibidos en países vecinos. La
introducción reciente de los monocultivos transgénicos ha implicado un
aumento sustancial de estas sustancias.
A modo de ejemplo, podemos mencionar que en una hectárea de soja
transgénica se aplican 20 litros de glifosato, recibiendo tres aplicaciones
por cosecha. Si se multiplica esa cifra por alrededor de 400.000 hectáreas
que se sembraron en la zafra 2006-2007, resulta claro que la contaminación
con ese herbicida es enorme. A esto se le deben agregar que también se
aplican otros herbicidas como el 2,4D -que fue utilizando durante la guerra
de Vietnam- así como funguicidas e insecticidas altamente tóxicos prohibidos
en muchos países del mundo pero que igual son utilizados en nuestro país.
Con este cocktail aplicado repetidas veces y en grandes extensiones de
nuestro territorio bien podemos asegurar que nuestras aguas se están
contaminando gravemente.
A lo anterior se agrega que en algunas áreas del país, ya se ha comenzado a
sufrir escasez de agua, en particular debido a los grandes monocultivos de
eucaliptos y pinos, que están agotando el recurso hídrico.
Un llamado a
la reflexión y el cambio
En este Día Mundial del Agua queremos entonces hacer un llamado a proteger
nuestra agua, para que en nuestro país -que aún tiene abundante agua dulce y
limpia- no se la siga agotando ni contaminando con agrotóxicos y
fertilizantes, ni por ninguna otra sustancia peligrosa. Cuando una gota se
contamina muchas más lo hacen.
Hacemos entonces un llamado a la reflexión a las autoridades y a la
población en general a que se adopten medidas para impedir que nuestra
riqueza hídrica, que es solo una no se contamine y no sea utilizada por unos
pocos, ya que éste es un derecho y un bien de todos.
La mejor forma de proteger nuestra soberanía hídrica no es a través de las
armas, sino impidiendo la expansión de los monocultivos a gran escala, y no
permitiendo que las empresas multinacionales, tanto forestales como sojeras,
agoten y contaminen nuestros recursos hídricos.
RAPAL Uruguay
21 de marzo 2007
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