El sistema de monitoreo de la deforestación del Instituto
Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE)
estimó la retirada de más de 3 mil kilómetros
cuadrados de selva amazónica durante los últimos
cinco meses de 2007. El Instituto admite que
este número puede llegar a 7 mil kilómetros
cuadrados. De acuerdo con la ministra del Medio
Ambiente, Marina Silva, los datos revelan
que hay un alza “inequívoca” en el ritmo de
deforestación, cuya acción, el gobierno
conseguía contener desde 2004.
De acuerdo con el investigador ambiental Adalberto
Veríssimo de la organización no
gubernamental (ONG) Imazon –que
trabaja con estudios acerca de Amazonia en Belém,
región norte brasileña–, la devastación debe de
duplicarse en 2008.
“Esos primeros cinco meses ya indicaban que la deforestación
amazónica sería mucho mayor. El año pasado, para
que se tenga idea, en los primeros cinco meses,
la estimativa era la mitad del número actual. Si
se mantiene ese ritmo, el proceso de
deforestación partirá de un área que es la mitad
del estado de Sergipe para un área que es del
tamaño del estado de Sergipe, o mayor. Todo eso
en un año.”
Según Veríssimo, las principales responsables por el
aumento de la deforestación deben de ser la
producción de soja, carne y otras comodities que
contribuyeron con aumento de los precios.
“Cuando el mercado agrícola está favorable, el precio sufre
una caída generando una gran procura por los
productos: eso incentiva para que el propietario
rural desforeste más para atender a esa demanda
comercial.”
Para revertir tal cuadro Veríssimo apunta que el
gobierno no obtendrá éxito solamente con la
represión. Sería necesaria una nueva agenda
económica para la Amazonia, dando créditos para
las áreas de manejo forestal, en lugar de
dárselos a la ganadería.
Silvia Adoue
Radioagencia NP
14 de febrero de 2008