Cambio Climático
La
humanidad inexistente |
El Panel
Internacional para el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés)
reunido hace unos días en París
llegó, entre otras, a la conclusión de que “la Tierra demorará mil años en
absorber los daños al medio ambiente provocados por la acción del hombre”.
Frente a la constatación de los daños provocados por el
calentamiento global los integrantes del Panel, con la complicidad de los
medios de comunicación masiva (periódicos, radios y TV) se abocaron a una
labor intensiva de desinformación, llevada a cabo también a nivel global.
Veamos algunos ejemplos. Para la IPCC los daños al medio ambiente fueron
“provocados por la acción del hombre”. El diario argentino La
Nación del 03.02.07 titula: “El hombre, gran culpable del cambio
climático”. Para el periódico mexicano El Economista (02.02.07) “el
calentamiento global es irreversible debido a las emisiones de gases a la
atmósfera por obra del hombre” y agrega que “en función de la acción humana,
la subida se situará este siglo entre 1.8 y 4 grados”. Y más adelante
subraya que según los 500 especialistas del Panel “el hombre
ha cambiado el clima”. Por su parte El País de Madrid (03.02.07) algo
más honesto, ofrece en su editorial una tímida pista al reconocer que el
cambio climático “es el efecto neto de las actividades humanas desde 1750,
es decir, desde la primera revolución industrial” para terminar
coincidiendo, como veremos a continuación, con el presidente Bush en
que “la ciencia llevó a la revolución industrial [y ahora] también puede
aportar remedios”. Según el periódico argentino Página/12 (03.02.07)
para Matilde Rusticucci -científica argentina y miembro del IPCC-
el cambio climático “es producido por las actividades humanas”. Y el mismo
día el brasileño Zero Hora informaba que la reunión de París despertó
tres inquietudes: “el calentamiento global es inequívoco; 90 por ciento de
la culpa es del hombre; y los efectos persistirán durante los próximos
siglos”.
Frente a estos expertos que temiendo las consecuencias de
llamar a las cosas por su nombre responsabilizan a toda la humanidad por el
calentamiento global, es de admirar el descaro del que hizo gala el
presidente Bush para defender los intereses que representa.
Recordemos que Bush inició su mandato anunciando que no pensaba
cumplir con nada de lo establecido en el Protocolo de Kyoto y que
posteriormente, a mediados del año pasado en declaraciones al New York
Times, expresó: “Dejemos el debate sobre si los gases de efecto
invernadero son causados por la humanidad o por causas naturales; vamos a
enfocarnos solamente en las tecnologías que puedan resolver el problema”.
Bush
oculta –como acostumbra hacer con tantas otras cosas- que Estados Unidos
encabeza por lejos la lista de las cinco naciones que producen mayor
cantidad de dióxido de carbono, principal responsable del cambio climático1.
Y con su propuesta pretende que las mismas corporaciones que en su afán por
maximizar el lucro causaron el problema, sean las encargadas de resolverlo
con tecnologías que nos venderán a buen precio y muy probablemente nos
sumergirán en problemas ambientales peores de los que ya tenemos. Sobre el
grado de confiabilidad de estas empresas habla a las claras el informe de la
Unión de Científicos Comprometidos -una de las más confiables fuentes
de análisis independiente especializado, con sede en EE.UU.- al
señalar que la transnacional petrolera ExxonMobil logró poner en
práctica una “sofisticada y exitosa campaña de desinformación” para engañar
al público acerca del calentamiento del planeta causado por el aumento en el
consumo de combustibles fósiles. Según el informe, la transnacional habría
entregado cerca de 16 millones de dólares entre 1998 y 2005 a un conjunto de
organizaciones que cuestionan el argumento científico de que las emisiones
de gases de efecto invernadero contribuyen al calentamiento global. Por su
parte, un informe del Citigroup sobre las consecuencias empresariales
del cambio climático, identifica a 74 compañías y 18 países que se
beneficiarán con la nueva situación. En la lista figuran compañías
aseguradoras, del sector del automóvil, del sector energético, compañías de
aguas, agrícolas2 y una serie de
sociedades de consultoría y asesoramiento técnico y jurídico.
Un criterio similar al de Bush -cimentado en el
convencimiento de que el dinero tiene la capacidad de solucionar todo-
exhibe el empresario británico Richard Branson, que acaba de lanzar
un concurso de ideas a nivel mundial para acabar con el problema causado por
las emisiones de gases de efecto invernadero. Este magnate del transporte
aéreo y ferroviario anunció que premiará con 25 millones de dólares a quien
invente el sistema más efectivo para eliminar los miles de toneladas de
dióxido de carbono acumuladas en la atmósfera. La idea fue de la mujer de
Branson, quien lo indujo con el argumento: “Hay montones de cerebros
brillantes por ahí. Seguro que a alguien se le ocurre alguna solución”. En
ocasión del anuncio, Branson estaba acompañado por el ex
vicepresidente de EE.UU., Al Gore, quien de esta manera mostró
estar dispuesto a subirse a cualquier estupidez pintada de verde.
Pero volvamos a los expertos reunidos en París y a su
empecinamiento en responsabilizar del cambio climático a la humanidad.
Deliberadamente pasan por alto que en este caso la llamada humanidad no
existe. Lo que sí existe es una sociedad dividida en clases y una de ellas
es la responsable -entre otros males- del cambio climático. No hay que ser
muy perspicaz para identificarla. Se trata de una minoría propietaria de los
medios de producción y generadora del régimen económico, que ya no se
sostiene, denominado capitalismo. Y esa minoría no ignora que su existencia
-y la de sus negocios- depende de la capacidad y de los recursos que
invierta para desviar la atención sobre la responsabilidad que le cabe al
capitalismo -sistema que impuso a sangre y fuego- en la mayoría de los
problemas que agobian al mundo. A esa tarea contribuyen algunos expertos y
órganos de prensa.
Un ejemplo será suficiente para ilustrar lo falaces que
resultan, en lo que ha responsabilidades concierne, las conclusiones de los
expertos reunidos en París. La OIT (Organización Internacional del
Trabajo) acaba de difundir un estudio del cual se desprende que durante
el año pasado, el crecimiento de la economía mundial continuó a niveles
impresionantes, pero que ese crecimiento no ha impactado en el nivel de
desempleo, que se mantuvo en la marca sin precedentes de 195,2 millones de
personas. Entonces, ¿es justo atribuirle responsabilidad alguna en la
generación del calentamiento global a estos millones de marginados?, resulta
claro que no. Además, estos excluidos por el sistema causante del
calentamiento global son las primeras víctimas de este fenómeno.
Si en todo esto alguna culpa tienen los parias del mundo es
no haber tenido la capacidad de organizarse, siendo mayoría, para cambiar
radicalmente, por las buenas o por la malas, el actual estado de cosas. Si
ello finalmente llega a ocurrir, entonces sí la humanidad existirá.
En
Montevideo,
Enildo Iglesias
© Rel-UITA
12 de febrero de 2007 |
|
|
|
1 -
Las cinco naciones y el correspondiente porcentaje de emisión
de dióxido de carbono son: EE.UU. (39,4%), Rusia (5,9%), Japón (4,9%),
Alemania (3,2 %) y Canadá (2,3%).
2 - En relación al incremento por parte de
las grandes compañías de los cultivos intensivos destinados a la elaboración
de biocombustibles, tema del que nos ocuparemos próximamente.
FOTO: Rel-UITA
Volver
a Portada