El cambio climático
agrava la crisis alimentaria global y muchos países pobres enfrentan el
comienzo de una gran hambruna, advirtió Kofi Annan, ex secretario general de
la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La producción agrícola mundial debe ser reformulada, mientras
los agricultores pobres de África y otras regiones necesitan ayuda para
lidiar con los crecientes costos de los fertilizantes, que les han impedido
sembrar más cultivos, señaló Annan.
En tanto, en Londres, la directora ejecutiva del
Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, Josette
Sheeran,
comparó la crisis provocada por el
incremento global de los precios de alimentos con un “tsunami silencioso”
que podría sumir a más de 100 millones de personas en la pobreza y el
hambre.
Al referirse a la escalada de precios de los alimentos, en un
comunicado difundido antes de la reunión,
Sheeran afirmó
que “este
es el nuevo rostro del hambre: millones de seres humanos que no estaban en
la categoría de personas con necesidades urgentes hace seis meses, ahora lo
están”.
La comunidad internacional debe responder como lo hizo cuando
en 2004 un tsunami mató a 250 mil personas y dejó más de 10 millones de
damnificados, comentó Sheeran durante la reunión de expertos reunidos
en Londres que buscan frenar el alza de los precios.
Una severa sequía en Australia, uno de los principales
productores agropecuarios del mundo, contribuyó a que los precios de los
alimentos se dispararan y puso en riesgo la capacidad mundial para alimentar
a millones de personas, aseveró Annan.
“Podríamos ya estar viendo el comienzo de grandes desastres
por hambre”, añadió en un resumen informativo en Ginebra, citando los
disturbios en Haití, Filipinas y Egipto, debido a la
escasez de alimentos.
La crisis es un desafío real para la gente que vive con un
dólar al día y para sus gobiernos: “Los pobres están siendo afectados, y son
los que menos aportan al cambio climático. Los contaminadores deben pagar”,
señaló Annan. “El cambio climático es una amenaza para todos, una
amenaza a nuestra salud, nuestra seguridad, nuestra estabilidad política y
nuestra cohesión social”, agregó.
Las proyecciones del panel de la ONU sobre el clima
indican que para evitar los peores efectos que puedan generar olas de calor,
inundaciones, sequías y los crecientes niveles del mar, hacia 2020 las
emisiones de los países ricos deberán disminuir de 25 a 40 por ciento por
debajo de los niveles de 1990.
Gran Bretaña
anunció, por medio del ministro de Desarrollo, Douglas Alexander, que
donará 455 millones de libras (unos 900 millones de dólares) para combatir
la crisis por la escalada de precios de los alimentos básicos a escala
mundial.
La vertiginosa alza de los precios de los alimentos es el
tema principal de una reunión de expertos convocados en Londres por
el primer ministro británico Gordon Brown, con la meta de diseñar un
plan para frenar esta escalada, que ha provocado motines en varios países
del mundo.
Amenaza
para Centroamérica
Los precios de los alimentos básicos se han
convertido en un problema amenazante para Centroamérica. La ola de protestas
por hambre en Haití ya se ha extendido a Honduras,
donde a mediados de la semana decenas de miles de
personas salieron a la calle debido a los precios prohibitivos que han
alcanzado muchos alimentos.
Aunque la mayoría de las regiones enfrentan un crecimiento
económico, los pobres, que constituyen una mayoría en gran parte de los
países de la región, poco se han beneficiado de esa coyuntura.
Hace unos días, los jefes de gobierno centroamericanos
hicieron sonar las alarmas, en parte también por los disturbios de Haití.
Temen que al final la crisis por los elevados precios de alimentos básicos
derive en una hambruna en las capas sociales más empobrecidos.
Tomado de
La Jornada
México
24 de abril de 2008
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