Al menos en el caso de las plantas de celulosa, el gobierno
de Tabaré Vázquez apostó a la confianza de la
opinión pública más que a convencer explicando. A
las pocas horas de comenzar sus actividades como
presidente electo, Vázquez recibió sorpresivamente a
los directivos de la empresa finlandesa Botnia y dio
luz verde a su emprendimiento. Hace algunas semanas,
el presidente envió una carta al Banco Mundial
pidiendo, en tono impe-rativo, que se acelere la
concesión de los préstamos, por unos 400 millones de
dólares, que financiarían parte de una inversión que
oficialmente suma cerca de 1.800 millones de
dólares. Pero, aunque no se lo reconoce a nivel
oficial, todo parece haber cambiado en los últimos
días.
Los militantes ambientalistas de ambas orillas y el gobierno
argentino, que cuestionaron por diversos medios la
construcción de las plantas de Botnia y ENCE en Fray
Bentos, tienen ahora legítimos motivos de
satisfacción. Aunque la resolución final será
adoptada por el directorio del Banco Mundial (BM)
que preside Paul Wolfowitz, un informe preliminar de
la oficina del ombudsman de la Corporación
Financiera Internacional (CFI) del banco (CAO, por
sus siglas en inglés), difundido a fines de la
semana pasada en Washington, reconoció que varios de
los cuestionamientos al emplazamiento de las plantas
tenían fundamento.
Preguntas legítimas y
hechos consumados
En un documento de 18 páginas, la oficina del ombudsman
sostiene, entre otras cosas, que la decisión de
Botnia “de empezar a construir cuando la comisión
binacional estaba todavía evaluando estos
emprendimientos, ha socavado, a la vista de los
grupos potencialmente afectados tanto en Argentina
como en Uruguay, la legitimidad de los protocolos
existentes”.
En el capítulo de conclusiones y recomendaciones, la CAO
sostiene que “la Asamblea de Gualeguaychú ha llegado
a ser una voz poderosa y coherente que ha hecho
surgir preguntas legítimas acerca de la mejor manera
de promover el desarrollo en el río Uruguay entre
Uruguay y Entre Ríos”; que “los procesos de consulta
y divulgación relacionados con la aprobación de
estos proyectos dan la impresión de haber sido
apresurados y presentados como un fait accompli
(hecho consumado) a aquellos a quienes se
consultaba”; y que además “se ha puesto muy poco
énfasis en la naturaleza transfronteriza de los
posibles impactos de estos emprendimientos, y no ha
habido suficiente reconocimiento de la legitimidad
de las preocupaciones y temores de las comunidades
localizadas en el área del proyecto”.
La oficina del ombudsman, que preside la abogada de Papúa y
Nueva Guinea Meg Taylor, actualmente de visita en
Montevideo junto a un equipo de técnicos, actuó a
partir de un reclamo presentado con el respaldo de
más de 39 mil firmas de ambos países.
El informe cuestiona asimismo que los estudios de impacto
ambiental (EIA) de los inversores “no proporcionan
suficiente evidencia de que se hayan atendido las
preocupaciones relacionadas con impactos potenciales
en el turismo y la agricultura”, y “no toman en
consideración las consecuencias sobre la tenencia de
la tierra y la equidad social como resultado de las
grandes plantaciones de eucalipto”.
La oficina del ombudsman expresó su discrepancia con los EIA
presentados que sostienen que no se consultó a los
vecinos del lado entrerriano porque posiblemente
éstos no reciban ningún impacto. El informe
preliminar dice textualmente: “La CAO no está de
acuerdo con esta opinión. La complejidad y
sensibilidad de estos enormes proyectos, en un área
transfronteriza y sobre una cuenca de río
compartida, hace que sea esencial la consulta con
personas potencialmente afectadas”.
Sin embargo, la oficina sostiene que aún “existen
oportunidades para llegar a un acuerdo”, y para ello
es vital que la CFI actúe de forma decisiva para
asegurar a los ciudadanos argentinos y uruguayos
“que ha emprendido un proceso creíble de diligencia
debida con respecto a la evaluación de los impactos
acumulativos de ambos proyectos”. Finalmente propone
una serie de medidas separadas de consulta y
divulgación antes de la consideración de los
proyectos por parte del directorio del banco.
Alegría y disgustos
Del lado argentino no se ocultó que el informe cayó bien. “Es
la conquista más firme que hemos tenido en los
últimos tiempos; ha sabido reflejar las
preocupaciones de los vecinos y reconoce el impacto
fronterizo de las obras. Si no hubiera sido por la
intervención de la ombudsman, el Banco Mundial ya
daba por hecha la asistencia financiera”, dijo a
Página 12 Horacio Melo, integrante de la Asamblea de
Gualeguaychú. “Expresa la opinión de la
cancillería”, señaló escuetamente el canciller
argentino Rafael Bielsa.
Mientras aún están semiabiertas las heridas que provocó el
reciente enfrentamiento diplomático entre ambos
países a propósito del mismo tema, Vázquez dijo en
el Consejo de Ministros del lunes 14 que no se
debería seguir contestando al gobernador de Entre
Ríos, Jorge Busti. El gobernador había vuelto a la
carga reprochando al mandatario uruguayo haber dicho
una cosa en sus discursos de la campaña electoral
respecto a las cuestiones ambientales y estar
haciendo otra en el gobierno.
En rigor, si bien como candidato Vázquez hizo referencias
genéricas a la defensa del ambiente frente al embate
de las multinacionales, en la práctica evitó todo
contacto con los militantes contrarios a las plantas
de celulosa y hasta ahora no ha encontrado tiempo
para recibirlos. Este estado de cosas ha provocado
una situación crítica en el fa de Río Negro.
El hecho de que hoy, viernes, el presidente viaje a Buenos
Aires para recibir un premio relacionado con su
actividad médica activó las especulaciones de una
minicumbre Vázquez-Kirchner para abordar el delicado
asunto. Sin embargo, fuentes del gobierno dijeron a
BRECHA que por ahora no habrá tal reunión y que
existe total tranquilidad en el entorno del
presidente respecto a que finalmente se otorguen los
créditos. Directivos de las empresas implicadas
también se manifestaron en la línea de seguir
esperando.
Para los ambientalistas, ahora se trata de profundizar en la
brecha que dejó abierta el informe de Taylor, quien
a su vez se dispone a contratar dos nuevas
consultoras, una estadounidense y otra canadiense,
para que repitan parte de los estudios.
En el ámbito turístico, durante la presentación de la próxima
temporada en Piriápolis, los operadores, además de
la cuestión cambiaria y el precio del combustible,
llamaron la atención sobre el riesgo real de un
bloqueo en el puente que une Fray Bentos y Puerto
Unzué como protesta por la construcción de las
plantas de Botnia y ENCE.
Si la temporada turística en el este se resiente, entonces
los gobernantes uruguayos no tendrán otro remedio
que ser más razonables, parece ser la estrategia de
los ambientalistas argentinos compartida también por
uruguayos. Aunque desde Montevideo no se percibe el
problema en su verdadera dimensión, la promesa de un
verano al rojo y un deterioro de las históricamente
amistosas relaciones entre entrerrianos y uruguayos
existe.
El ambientalista entrerriano Melo, que el viernes 25
participará de la próxima reunión de la comisión
binacional en Montevideo, dijo a BRECHA que, como
las posiciones están tan enfrentadas, seguramente el
asunto tendrá que ser decidido finalmente por el
Tribunal Internacional de La Haya, aunque también
tienen esperanzas en una conversación pendiente con
el ministro de Ganadería, José Mujica. Cualquier
gestión vale, porque es posible que el informe de
Taylor -aunque demostró que los motivos de
preocupación tenían fundamento- no tenga la misma
receptividad entre los directivos del BM que entre
los opositores a las plantas.
Sergio Israel
Convenio Brecha/Rel-UITA
22
de Noviembre de 2005