Forestación y fábrica de celulosa en Rio
Negro
En el año 2005,
mientras organizaciones sociales y
ambientales continuaban dando sus razones de
por qué se oponían a la instalación de mega
fábricas de celulosa en Uruguay, el
intendente de Río Negro, Omar Lafluf, decía
a los finlandeses: "Vamos a contar con
ustedes para que nos ayuden a dignificar la
vida de los rionegrenses".
Entre las razones expuestas por dichas
organizaciones, se mencionaba la
preocupación por el tema del empleo. Por un
lado, señalaban los puestos de trabajo que
se perderían por la instalación de la
fábrica en el turismo, la pesca y la
agricultura entre otros.
Por otro lado, cuestionaban las cifras
aportadas por
Botnia,
que prometía que, además de los 300 puestos
de trabajo permanentes en la fábrica, “el
proyecto genera directa e indirectamente
8.000 puestos de trabajo cuando la planta
esté en operación. Aproximadamente 3.000 de
ellos estarán en el Departamento de Río
Negro” (durante el 2º Foro Público en Fray
Bentos).
Lamentablemente, los hechos
nos han dado la razón
Río Negro cuenta hoy con la única moderna
fábrica de celulosa instalada en el país y
con miles de hectáreas de tierra dedicadas a
la plantación de árboles con destino a
celulosa. Sin embargo, en materia de empleo,
Río Negro tiene el “triste privilegio” -en
palabras de su actual intendente Lafluf- de
ser el departamento con mayor desocupación
del país.
El diario El País informa que “Lafluf
pide a José Mujica una
responsabilidad especial” y que "Nos
gustaría recibir del gobierno alguna
consideración al momento de decidir la
ejecución de obras públicas que favorezcan
al departamento, que tiene el triste
privilegio de tener el índice de
desocupación más alto del país".
Es curioso que luego de dar su total apoyo a
la instalación de la planta de Botnia
en su departamento, salga ahora el
intendente Lafluf a reclamarle al
presidente ayuda para afrontar los impactos
que la instalación de la misma produjo en su
departamento.
¿No sería más lógico que le reclamara a la
empresa por las promesas incumplidas en
materia de generación de empleos? ¿No tiene
hoy
UPM-Botnia
una “responsabilidad especial” por el triste
privilegio que ostenta Río Negro en materia
de desocupación? ¿Qué pasó con la creencia
de Lafluf de que iba a contar con
esta empresa para ayudar “a dignificar la
vida de los rionegrenses”?
Frente a la situación crítica que ahora
viven los rionegrenses, Lafluf opta
por “olvidar” la responsabilidad de
UPM-Botnia
en la misma y pide “alguna consideración” al
gobierno central para intentar sacar al
departamento del pozo en que ahora se
encuentra.
Por supuesto que nadie puede oponerse a que
se busquen soluciones a los graves problemas
que están viviendo los rionegrenses en
matéria de desempleo. Pero al mismo tiempo
es necesario señalar que los argumentos
planteados por las organizaciones sociales y
ambientales que se opusieron desde el
principio a la instalación de mega fábricas
de celulosa en nuestro país eran correctos:
los empleos prometidos siguen tan invisibles
como siempre.
Que esta dolorosa experiencia sirva al menos
de aporte en el momento de discutirse la
instalación de nuevas fábricas de celulosa y
de nuevos proyectos de forestación. Que no
se vuelva a creer en los cuentos de hadas
que nos venden las empresas porque su
objetivo no es el de “dignificar la vida” de
nadie, sino el de lograr el mayor beneficio
económico posible y llevárselo a sus países
de origen.
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