Uruguay

Con Alfonso Carriquiri *

La secta Moon presiona para construir puerto

y enfrenta a productores y pobladores

 

Una empresa ligada a la secta del reverendo coreano Moon proyecta construir un puerto privado en la costa oeste de Montevideo. El plan cuenta con la resistencia de los pobladores de la zona, de los productores rurales y de los partidos políticos mayoritarios

en la capital uruguaya.

   

Alfonso Carriquiri

-¿En qué consiste el proyecto del puerto Puntas de Sayago?

 

-En 1997 el gobierno nacional, en el marco de sus políticas de privatización y remate de los bienes estatales, puso en subasta internacional un muelle y un ex frigorífico en la costa oeste de Montevideo. Las instalaciones fueron compradas por la empresa ATENIL S.A., perteneciente al Grupo de la Unificación, es decir la secta Moon, en una cifra irrisoria, ya que se trata de 80 hectáreas con un muelle y una decena de miles de metros edificados de galpones, construcciones y cámaras frigoríficas, muchas de valor histórico. Ese frigorífico tenía un muelle que permitía el atraque de barcos de poco calado, y contiene algunos valores naturales interesantes, como un monte de ombúes y la punta más externa de la bahía de Montevideo. La secta Moon adquirió igualmente el astillero Tsakos, del otro lado de la bahía de Montevideo, y propagandeó toda su operación como un emprendimiento múltiple de desarrollo industrial en la zona oeste de Montevideo. En el astillero dijeron que iban a fabricar barcos de tipo turístico, deportivos, y planificaban facturar, para 2001, unos 40 millones de dólares, y contar con 300 empleados.

 

Hoy el astillero continúa en el mismo estado que cuando lo compraron, pero siguen con la idea de construir un puerto donde antes estaba el frigorífico. Ya hicieron un estudio de prefactibilidad, que les entregó en el año 2000 una consultora uruguaya, y este año comunicaron a la Intendencia su voluntad de comenzar con los trabajos.

 

La idea inicial era de un puerto libre, privado, fundamentalmente dedicado al tema de la madera, pero luego incluyeron nuevos ingredientes. La secta ya compró varios puertos a lo largo de la hidrovía Uruguay-Paraná. En Paraguay, por ejemplo, tienen Puerto Casado, famoso porque adquirieron hasta el pueblo. En el caso de Puntas de Sayago, necesitan ganarle 40 hectáreas al mar para hacer los diques de amarre y un canal de 5 kilómetros que conecte con el canal principal de acceso al puerto de Montevideo. Es decir que usarán en parte la infraestructura del Estado y ellos sólo se harán cargo de la construcción de los 5 kilómetros que lleven al puerto privado.

 

-¿El objetivo es sumar otro puerto a la hidrovía?

 

-Ellos plantean fundamentalmente otro puerto de servicios. En un comienzo no estaban interesados en el puerto, pero al iniciar los trámites ante el gobierno nacional le cambiaron el dominio a la concesión del puerto y pasaron a llamarse Cerro Free Port. Ese cambio de dominio lo hicieron a través de una venta en 8 millones de dólares con títulos del Banco de Crédito, otra de las instituciones propiedad del Grupo Moon en Uruguay que después se fundió.

 

Después obtuvieron permisos de la Administración de Ferrocarriles del Estado, de la Administración Nacional de Puertos, del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, para la construcción de las vías de acceso, y también de la Dirección Nacional de Medio Ambiente. Pero los estudios de impacto ambiental que presentaron ante esa última son muy superficiales. De todas maneras, las autorizaciones que han recibido hasta ahora no son definitivas.

 

-Y la Intendencia de Montevideo, que desde hace muchos años está en manos del izquierdista Frente Amplio, ¿qué ha hecho?

 

-La Intendencia como tal no ha otorgado permisos de ningún tipo. Lo que sí hubo fueron pronunciamientos de técnicos de la Intendencia en favor del proyecto, que han hecho indicaciones con respecto a los posibles trazados. La Junta Departamental no ha considerado aún el tema. El problema es que el gobierno nacional ya otorgó todos los permisos necesarios como para llamar a licitación pública internacional para la construcción del puerto.

 

-¿Este emprendimiento va en contra del Plan de Ordenamiento Territorial definido por la Intendencia de Montevideo?

 

-Claro. El Plan de Ordenamiento Territorial definido en 1998 incluye al área en que se va a instalar el puerto entre las zonas rurales de valor ecológico significativo a recuperar. En un principio se prohibía que se construyeran puertos en esas zonas protegidas, pero luego esa disposición se eliminó.

 

Unos 300 productores de la zona protestaron porque la población local no fue consultada y la construcción va a atravesar un área agrícola productiva (montes de frutales, viñas, horticultura). Además, la empresa ya demolió construcciones sin permiso municipal. Hoy el asunto está a estudio de la Unidad Central de Planificación de la Intendencia, que probablemente pida a la empresa un estudio de impacto territorial y le plantee ajustarse a las normas vigentes. Por otra parte, este emprendimiento requeriría una modificación del Plan de Ordenamiento Territorial, cosa que no se puede hacer sin pasar por la Intendencia, por la Junta Departamental y sin ser sometida a consulta pública.

 

Hay que tener en cuenta, además, que la costa oeste de Montevideo tiene 25 arcos de playa y puntas rocosas, una formación geológica que se llama Montevideo y valores muy interesantes desde el punto de vista ambiental. Existe, por ejemplo, pesca artesanal. Aquí están las mejores playas de Montevideo, quizás las únicas del país cuyo entorno no está urbanizado. Es un área rural. Donde los suelos lo permiten se la dedica a uso agrícola, y donde no la Intendencia pretende desarrollar un plan especial que defina usos recreativos y turísticos regulados.

 

De llevarse a cabo el proyecto, la Playa del Cerro, que acaba de ser remodelada y reconstruida, desaparecería como playa para uso recreativo, y se verían afectadas las de Puntas de Sayago, la Playa del Nacional, Santa Catalina y Punta Yeguas, que es el arco de playa más usado por todos los pobladores de esta zona pobre de la ciudad.

 

-¿Cuántos puestos de trabajo ocuparía el proyecto del puerto?

 

-Se dijo que, directa e indirectamente, unos 2.000. Son muchos, sobre todo para una zona de Montevideo que antes fue industrial, con 4 frigoríficos, y donde ahora no hay nada. En el área se generó una expectativa enorme, se formaron colas ante la empresa para solicitar trabajo, diversos operadores políticos anotaron gente para conseguir un empleo. Pero pronto se vio que era un disparate. Considerando todas las empresas que allí operan el puerto de Montevideo no llega a ocupar 2.000 trabajadores. En general este tipo de puertos trabaja con 3 operadores de grandes grúas y los acopios son graneleros o madereros, y todo eso ocupa muy poca mano de obra. Hoy la gente se ha dado cuenta de que se trataba de una gran operación de marketing.

 

Desde el arranque todo este proyecto es poco serio. No creo que tengan dinero suficiente para construir el puerto, salvo que lo enganchen con otros de la Hidrovía, pero el Grupo de la Unificación ya ha tenido problemas en Paraguay, Brasil. De todas maneras, van a intentar conseguir todos los permisos posibles antes de las elecciones nacionales del 31 de octubre, en las cuales es probable que gane la izquierda, contraria a este proyecto. Tendrán también que enfrentar la resistencia de la población local, de los productores...

 

 

Leonardo de León

© Rel-UITA

20 de setiembre de 2004

 

 

* Presidente de la Unidad Rural de la Intendencia Municipal de Montevideo.

 

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