Contaminación de aire y agua
causa millones de muertes infantiles |
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La
contaminación del medio ambiente,
particularmente del aire y del agua, es
responsable de la muerte anual de tres millones
de niños menores de cinco años debido a que
éstos ingieren más sustancias nocivas en
proporción a su peso y a que son
fisiológicamente más vulnerables. |
El primer Atlas sobre Salud Infantil y Medio Ambiente,
elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y
presentado hoy en Ginebra, afirma que la mayoría de esas
víctimas viven en países en desarrollo o en las zonas
marginales de los países industrializados.
Aunque sólo el 10 por ciento de la población mundial
son niños menores de cinco años, ellos padecen el 40 por
ciento de la carga de enfermedades provocadas por problemas
medioambientales porque sus organismos son más débiles y no
pueden protegerse por si solos de los riesgos que les
rodean.
Los niños pobres sufren frecuentemente enfermedades
vinculadas a la falta de agua limpia y de servicios de
saneamiento, entre ellas la diarrea y la malaria que juntas
son responsables del 26 por ciento de muertes de niños a
nivel mundial.
Se calcula que el 86 por ciento de las aguas
residuales urbanas de América Latina y el Caribe y el 65 por
ciento de las de Asia se vierten sin ningún tratamiento
previo en los ríos, mares y lagos de esos continentes.
Los males respiratorios provocan por su parte el 18
por ciento de decesos infantiles, lo que se debe en gran
medida a la exposición de los niños al humo generado por la
combustión de desechos, madera, carbón o kerosene utilizados
por las familias pobres para cocinar.
Este humo permanece generalmente en el interior de las
viviendas ante la falta de una vía de escape, lo que además
de provocar neumonía y asma, causa tuberculosis, cataratas,
bajo peso al nacer e infecciones del oído.
En la mayoría de países africanos y asiáticos más del
75 por ciento de familias utilizan esos tipos de materias
para cocinar, mientras que en Bolivia y Paraguay esa
práctica involucra del 51 al 75 por ciento de hogares y en
Brasil, Ecuador, Colombia y Perú del 26 al 50 por ciento.
A esto se suma –tanto en países pobres como ricos– que
la mitad de niños del mundo (unos 700 millones) están
expuestos al humo de tabaco e inhalan involuntariamente una
mezcla de más de 400 químicos, incluidos cancerígenos.
"Los hijos de padres fumadores probablemente se
convertirán en adictos y 250 millones de niños vivos
actualmente serán asesinados por el tabaco si la actual
tendencia de consumo se mantiene", advierte el Atlas de la
OMS.
A nivel mundial, se estima que la contaminación en el
interior de las viviendas es responsable de cerca de la
mitad de los 2 millones de muertes registradas cada año como
consecuencia de problemas respiratorios agudos.
Por otro lado, la falta de acceso al agua potable
constituye una doble amenaza para la salud de los niños
porque, además de las enfermedades vinculadas a esta
situación, los menores asumen gran parte de la tarea de
recolectar el agua.
En el trayecto entre sus hogares y el punto de
recolección de agua, que generalmente suele encontrarse
alejado, los niños están expuestos a picaduras o ataques de
animales, así como a accidentes, lo que aumenta el impacto
negativo de esta situación.
A esto se suma el hecho de que el tiempo que necesitan
para realizar esa labor les quita tiempo para la escuela u
otras actividades productivas.
Según los cálculos de la OMS para África, reducir a la
mitad el número de personas sin acceso a fuentes de agua
limpia y mejorar el saneamiento básico permitiría un ahorro
de 1.200 millones de dólares de gastos en atención médica.
EFE
24 de junio de 2004
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