Defender la diversidad biológica
ante la voracidad de las transnacionales
Firme
posicionamiento de la sociedad civil en víspera de la
COP 10
Del 18 al
29 de octubre de 2010 se llevará a cabo en Nagoya,
Japón, la X Reunión de las Partes (COP 10) del Convenio
de Diversidad Biológica, que tiene como objetivo
consensuar temas altamente sensibles, como la relación
entre los recursos genéticos y cambio climático,
seguridad alimentaria, desarrollo sostenible, propiedad
intelectual, entre otros. Organizaciones de la sociedad
civil nicaragüense y centroamericana fijaron su posición
ante la comunidad internacional.
El Convenio de Diversidad Biológica (CDB) apunta
a proporcionar un marco apropiado para detener la
pérdidad de la diversidad biológica, y constituye un
compromiso jurídicamente vinculante para los países que
lo han ratificado.
Su principales objetivos son
la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de sus
componentes, y la participación justa y equitativa de
los beneficios resultantes del uso de los recursos
genéticos.
“Los recursos genéticos nos proveen de todos los
elementos necesarios para vivir –explicó Julio
Sánchez, miembro de la Alianza Centroamericana de
Protección a la Biodiversidad (ACPB)–.
El CDB reconoce este valor, pero lo más irónico
del caso es que la mayor cantidad de diversidad
biológica se encuentra en nuestros países, donde hay muy
poca capacidad para protegerla.
En este sentido –continuó Sánchez–, necesitamos
normas estrictas para evitar que nos sigan saqueando y
robando nuestros recursos genéticos”.
Un llamado urgente
Según Tania Vanegas, oficial de incidencia en
Comercio y Ambiente del Centro Humboldt, “es
urgente hacer un planteamiento a la comunidad
internacional y a nuestros países, en vista de estas
negociaciones multilaterales”.
Entre las principales demandas destaca establecer un
Régimen Internacional (RI) que regule el acceso a
los recursos genéticos, y que promueva la distribución
justa y equitativa de los beneficios derivados del uso
de la diversidad biológica y los conocimientos
tradicionales.
Además, las organizaciones regionales piden establecer
un Protocolo del Convenio de Diversidad Biológica (PCDB),
para que sea una herramienta vinculante y obligatoria
para todos los países.
“Con este instrumento –explicó Vanegas– , se va a
prevenir la apropiación indebida de los recursos
genéticos y se asegura la aprobación de leyes en los
países donde tienen sede las transnacionales”.
Establecer la obligatoriedad de un Certificado de
Procedencia/Origen de los recursos genéticos y la
emisión de un Certificado internacional de Cumplimiento,
emitido por una autoridad nacional competente, son otras
de las demandas presentadas por las organizaciones de la
sociedad civil.
Transnacionales al acecho
“Las transnacionales de la industria farmacéutica,
cosmética y agrícola siguen apropiándose de nuestros
recursos genéticos, de los conocimientos, y se quedan
con todos los beneficios.
Deben establecerse mecanismos de control que sean
efectivos y los Estados deben ser garantes de la
regulación”, aseveró Julio Sánchez.
A nivel nacional, las organizaciones nicaragüenses
solicitaron la urgente aprobación de la Ley de
Biodiversidad, hacer un inventario de los recursos
genéticos del país, y la promoción de un atento marco
regulatorio en Nicaragua.
“Hay muchos países desarrollados que defienden a sus
transnacionales y que usan los TLC para
apropiarse de nuestra diversidad biológica.
Es por eso que pedimos al Estado de Nicaragua y
al resto de los países centroamericanos, no respaldar
aquellas iniciativas que, en el marco de la COP 10,
van en contra o limitan los objetivos del Convenio de
Diversidad Biológica”, concluyó Sánchez.