Bolivia
│ AGRONEGOCIO
Crece pérdida
de bosques
Agronegocios e incendios devastan
extensas áreas forestales
En Bolivia
se deforestan 300,000 Ha cada año, pero la superficie de
incendios es mayor por la quema de los pastizales
ganaderos y los incendios de los bosques, producto de la
expansión del fuego a raíz de los vientos, la sequedad y
la falta de control”, asegura el no gubernamental Foro
Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (FOBOMADE).
Sólo durante
setiembre se detectaron casi 40,000 incendios
forestales, o focos de calor, en todo el país, de
acuerdo con la organización ambientalista Herencia, con
sede en el departamento de Pando, fronterizo con
Brasil y Perú. El 85 por ciento de esos
focos de calor se produjeron en los departamentos
orientales de Beni y Santa Cruz.
Según
FOBOMADE, en un artículo firmado por Abrahán
Cuéllar Araujo, “los incendios forestales han
continuado en todo el país, pero con mayor intensidad y
superficie en el área amazónica, donde se sigue
devastando las áreas boscosas destruyendo la
biodiversidad”.
La
organización alertó sobre la existencia de “un escenario
dramático de riesgo crítico para los bosques y la fauna
y sin acciones contundentes de parte del Estado para
frenar la situación.
Se quema las pasturas para desparasitar y
controlar la maleza y se quema el bosque
para la agricultura y la ganadería |
Se dice que
las causas son los efectos de los cambios climáticos por
las sequías, aumento de la temperatura, disminución de
la humedad, pero omite que la principal causa es la
acción humana. Se quema las pasturas para desparasitar y
controlar la maleza y se quema el bosque para la
agricultura y la ganadería”.
En el Beni
se ha producido la mayor cantidad de focos de calor a
consecuencia de la quema de pasturas artificiales
destinadas a la ganadería, mientras que en Santa
Cruz, el 75 por ciento de la deforestación es producto
de la ampliación de los agronegocios.
“Si bien es
cierto que las causas climáticas de calor y sequías
crean condiciones para los incendios, se conoce que son
provocados por las personas que buscan la expansión de
la frontera agrícola y ganadera a través de la
conversión de tierras forestales a tierras agrícolas,
con fines económicos”, sostiene el FOBOMADE.
Menos
lluvias
Además de la
pérdida de biodiversidad, de flora y de fauna, uno de
los efectos más graves de la deforestación es la
reducción de intensidad de las lluvias. “La
evaporación y transpiración de los pastos y bosques
produce lluvias y por tanto mantener los bosques es
mantener los servicios de transpiración reciclando el
agua”, indica.
FOBOMADE
manifestó que existe un reglamento específico para
desmonte y quemas, pero no se cumple ni se aplica porque
las autoridades gubernamentales encargadas de
fiscalizar, controlar y sancionar no tienen la capacidad
ni la voluntad para frenar este “ecocidio permanente”.
Denunció
la tendencia por favorecer el monocultivo de la soja
—destinada en su mayor parte a la exportación— que
desgasta la fertilidad de la tierra, y exhortó al
gobierno a fortalecer al pequeño productor agrícola,
campesino e indígena, cuyas experiencias garantizan la
soberanía y seguridad alimentarias.
“Tal como
está, la situación no puede continuar, por eso apelamos
a la conciencia de nuestros gobernantes y de las fuerzas
sociales a cambiar de visión y de actitud ante el modelo
de explotación irracional de los recursos naturales para
el confort de una elite que se enriquece a costa de la
destrucción de la biodiversidad”, puntualiza la
organización.