El índice de deforestación de la selva amazónica
creció también en el estado de Acre, localizado
en la región norte de Brasil. Según el
informe producido por el Sistema de Protección
de la Amazonia (SIPAM), más de 13 mil
hectáreas de vegetación fueron taladas en el
estado. El número corresponde a la deforestación
realizada en el período de enero de 2006 a
diciembre de 2007. La devastación ocurre en
áreas de conservación ambiental y en unidades de
conservación, hecho que también ocurrió en otros
estados situados dentro de la Amazonia Legal,
como es el caso de Pará y el de Mato Grosso.
Las informaciones apuntan que la Reserva
Extractivista Chico Mendes y el Parque Nacional
Serra do Divisor fueron las áreas que más
sufrieron deforestación. De acuerdo con el
SIPAM, la deforestación en tierras indígenas
aumentó más de 150%. Datos del Instituto
Brasileño de Estadísticas y de los Recursos
Naturales Renovables (IBAMA) muestran
que, en el año 2007, 20% de la deforestación en
la Amazonia ocurrió en reservas indígenas o de
protección ambiental.
De acuerdo con el Instituto del Hombre y Medio
Ambiente de la Amazonia (IMAZON), la
deforestación sigue una lógica de talar la
floresta para el comercio ilegal de la madera,
para después crear ganado en esas áreas
deforestadas. El IMAZON afirma que la
apropiación ilegal de tierras, aliada con la
falta de infraestructura del gobierno para
fiscalizar, aplicar multas a los transgresores y
después cobrarlas, contribuyen con el aumento de
la deforestación.