Abejas,
mariposas, colibrís y murciélagos, principales
animales de ese tipo en el país, son necesarios
para 90 por ciento de las plantas
del planeta
explica María del Coro Arizmendi, de la
Universidad
Autónoma de
México (UNAM)
La agricultura intensiva, la insistencia en el
uso de agrotóxicos y las especies
exóticas invasoras han comenzado a poner en riesgo la vida de los
polinizadores, animales encargados de unir el
gameto masculino con el femenino y facilitar la
fertilización de las plantas.
Aunque en México, debido a su
extraordinaria biodiversidad, aún no se han
presentado señales claras de que las poblaciones
de esos ejemplares estén desapareciendo, en
países como Estados Unidos ya existen
graves problemas.
Ante esa situación, María del Coro Arizmendi
Arriaga, investigadora de la Unidad de
Biología, Tecnología y Prototipos (Ubirpo), de
la UNAM, considera que nuestro país debe
emprender acciones al respecto, porque la
extinción de los polinizadores no sólo
significaría el fin de unos servidores
ambientales indispensables, sino pondría en
riesgo la producción de alimentos, y con ella,
la supervivencia de la humanidad.
-¿Cuáles son los principales polinizadores en
México?
-En primer lugar las abejas, luego las
mariposas, los colibríes y los murciélagos.
Labor titánica
-¿Por qué estos animales son tan importantes?
-Porque 90 por ciento de las plantas del planeta
requieren de un agente externo para
reproducirse, ya que, a diferencia de los
animales, no se pueden mover. De los
polinizadores depende la producción de casi
todos los frutos que comemos. Por ejemplo, si no
hubiera murciélagos, no tendríamos plátano. Así
pasa con el frijol, la tuna, la calabaza, el
jitomate, el tomate verde y con casi todo ese
tipo de frutas y vegetales. En las plantas
cultivadas, si no hay de esos animales, la
polinización puede hacerse manual, sólo que es
una labor terriblemente grande, porque hay que
hacerlo flor por flor para que dé fruto y, si
queremos tener millones de frutos, hay que
hacerlo millones de veces.
-¿Cómo surge la alarma respecto de los polinizadores?
-La preocupación surgió cuando en California,
Estados Unidos, hace un par de décadas gran
parte de sus campos fueron utilizados en la
producción de almendras para la industria del
chocolate.
Comenzaron a
echar químicos contra las plagas y envenenaron a
las abejas. Además, como el cultivo era intensivo, en épocas sin flor
las abejas emigran. Esto, sumado a la
introducción de la abeja africana, que es muy
agresiva y no es buena polinizadora, se cayó la
producción y desaparecieron los polinizadores.
-¿Podría ocurrir lo mismo en México?
-Aún no tenemos muchos estudios respecto de las
poblaciones de polinizadores, pero al tener más
especies, el ámbito es más diverso. Por ejemplo,
Estados Unidos tiene cinco especies de
colibríes, nosotros tenemos 58. Por otro lado,
no hay mucho cultivo intensivo; sin embargo, en
México se usan muchos agrotóxicos y, como
en todo país industrializado, ya hemos empezado
a cultivar en invernaderos.
-¿Cuál es el problema de producir en invernadero?
-Que los polinizadores viven al aire libre, no
en invernaderos. Entonces, o se poliniza a mano
o se introduce el animal, y eso genera
problemas, como ya ocurre con el jitomate. Esta
hortaliza en invernadero rinde y produce
ganancias, pero su polinizador, el bombus, lo
produce la Unión Europea y lo vende en
cajitas. Se introduce al invernadero, pero es
muy fácil que se escape al abrir la puerta o por
ranuras o agujeros del plástico; entonces
empieza a desplazar a las especies nativas.
México lo importa de Holanda, porque
es más fácil comprarlo en cajitas que atraparlo,
lo cual desplaza a las especies nativas, por lo
que sería más conveniente cultivarlo aquí, pero
se hace muy poco.
-¿Y cómo están las poblaciones de colibrís y mariposas?
-Tenemos 58 de las 300 especies de colibrís que
hay en el mundo y no han sido muy amenazadas por
el hombre, porque esas aves son bonitas y están
asociadas con el amor y la fertilidad. No
obstante, una de sus amenazas es la destrucción
de su hábitat y, por ello, en la ciudad de
México tenemos muchos, aunque el problema es
que gran número de personas ponen bebederos de
agua con azúcar y eso evita que los animales
vayan a las flores. De hecho se calcula que cada
bebedero equivale a 2 mil 500 flores, por eso es
mejor atraer a los colibrís con plantas nativas.
“En cuanto a las mariposas, son importantes
polinizadores, pero no en plantas de beneficios
económicos. Sin embargo, la pérdida de su
hábitat las amenaza y en México los
bosques están desapareciendo a una velocidad muy
rápida.”
-En el caso de los murciélagos, ¿cuál es la situación?
-Al contrario de los colibrís, los murciélagos
están asociados con los vampiros y, en zonas
rurales, con la rabia. No obstante, en México
sólo tenemos dos especies que comen sangre, y
los que se alimentan de néctar, que no comen
sangre. Pero como no se sabe, la gente incendia
las cuevas donde viven o les echan vampirina, un
veneno muy tóxico, que al lamerse entre ellos
los mata. Eso representa un grave problema
porque son polinizadores muy importantes, sobre
todo para las cactáceas columnares, el plátano o
los agaves con los que se producen el tequila y
el mezcal, los cuales para reproducirse dependen
en 99 por ciento de esos animales.
Situación
alarmante en otras naciones
-¿Qué se debe hacer para evitar el descenso de poblaciones de
polinizadores?
-Hacer jardines de polinizadores, no usar
plaguicidas, no intensificar los cultivos y
pensar que los polinizadores son servidores
ambientales importantes para mantener la
biodiversidad y lograr el alto rendimiento
agrícola. Pero lo que sucede en otros países es
muy preocupante y se toman medidas para evitar
la catástrofe, lo cual en México se sigue
ignorando. Si continuamos realizando acciones
que puedan representar una amenaza para los
polinizadores, más adelante, ¿qué vamos a comer?
Mariana Norandi
Tomado de La Jornada, México
14 de enero de 2009