Las aguas de la
laguna de Papallacta, fuente de provisión de agua para Quito, capital
ecuatoriana, y aguas termales de sus alrededores, presentan elevadísimos
niveles de arsénico, un elemento químico tóxico para la salud humana.
La cantidad
de arsénico encontrada en la laguna
Papallacta supera largamente lo permitido por las normas internacionales
para fuentes de agua de uso doméstico.
Según el diario
ecuatoriano El Comercio, el director del Centro de Investigaciones
Científicas de la Escuela Politécnica del Ejército, Luis Cumbal, dijo
que en la laguna de Papallacta se han registrado de 200 a 360
microgramos de arsénico por litro de agua.
Ese centro de
investigaciones es el responsable de la ejecución de un proyecto
tecnológico que estudiará las aguas contaminadas de la laguna y de las
fuentes de agua de los alrededores.
De acuerdo a El
Comercio, la exposición continua a altas concentraciones de arsénico
puede provocar en seres humanos enfermedades graves como el cáncer.
Un derrame de crudo
ocurrido en 2003 en la Reserva Coca-Cayambe, que cubrió casi la mitad de
la superficie de la laguna de Papallacta, es una de las explicaciones
a los actuales niveles de arsénico presentes en la zona.
Radio Mundo Real
28 de agosto de 2006