Derrota de ENCE en España |
Organizaciones
ecologistas españolas se anotaron una victoria al lograr que plantaciones
forestales de dos filiales de la Empresa Nacional de Celulosa Española (ENCE)
perdieran una preciada certificación que habían obtenido de manera irregular
años atrás.
La medida, decidida a
comienzos de mes, afecta a las empresas Norfor y Silvasur, que
controlan, junto a otras del mismo grupo, gran parte de las plantaciones de
eucaliptos españolas, destinadas a la industria papelera.
Ambas firmas perdieron la
certificación que concede el Consejo de Administración Forestal (FSC,
por sus siglas en inglés), una organización no gubernamental internacional
que apunta a una “utilización responsable de los recursos forestales en el
planeta” a partir de la identificación de los productos de ese origen que
hayan sido extraídos de bosques “bien gestionados” en los aspectos sociales,
ambientales y económicos.
Decenas de miles de hectáreas de eucaliptos que Norfor y
Silvanur (ENCE) poseen en las provincias de Andalucía,
Galicia, Asturias y Cantabria, recibieron la
certificación del FSC, pero luego se comprobó que habían
ocultado información relevante. |
Según Félix Romero,
del programa de Bosques de la WWF, una de las mayores asociaciones
globales que trabajan en la protección del ambiente,
el FSC es “el único sistema de
certificación forestal transparente que garantiza la participación
equilibrada de representantes de todos los intereses en juego, y ha
demostrado en todo el mundo ser una herramienta eficaz para la gestión
ambiental y la conservación de la naturaleza”. Hasta ahora, el FSC ha certificado unas 100 millones de
hectáreas de bosques en alrededor de 80 países.
Víctor Barro,
de Amigos de la Tierra de Galicia, también alabó las garantías que el FSC
otorga a los consumidores respecto a la proveniencia de determinado producto
de un “espacio forestal sostenible”.
En 2004, decenas de miles
de hectáreas de eucaliptos que Norfor y Silvanur poseen en las
provincias de Andalucía, Galicia, Asturias y Cantabria, recibieron la
certificación del FSC, pero luego se comprobó que habían ocultado
información relevante.
La resolución de suspensión
de la certificación a las firmas del Grupo ENCE fue tomada
tras una intensa presión de organizaciones ambientalistas según las cuales
ambas empresas tienen una gestión ambiental y social deficiente.
Norfor
y Silvanur cuentan aún con el Certificado Forestal Paneuropeo (PEFC,
por sus siglas en inglés), pero éste es fuertemente criticado por las
asociaciones ambientalistas, tanto españolas como internacionales.
El PEFC es avalado únicamente por
organizaciones empresariales y algunas administraciones gubernamentales
locales, pero en su proceso de certificación no intervienen representantes
de la sociedad civil.
Alentados por este éxito,
los grupos ecologistas españoles continuarán oponiéndose a la expansión de
las plantaciones de eucaliptos, una especie de alto rendimiento económico
considerada invasiva y depredadora.
ENCE planea instalarse, con una megaplanta
de celulosa, en la localidad uruguaya de
Conchillas. Productores y organizaciones
sociales locales se oponen a ese proyecto,
que ya ha sido avalado por el gobierno
uruguayo. |
“Es un cultivo muy
rentable, tiene un período de corta de 15 años y puede llegar a medir hasta
80 metros, por lo cual es visto con muy buenos ojos por los empresarios del
sector papelero. Pero a la vez el eucalipto favorece la pérdida de
biodiversidad y de los usos tradicionales del suelo, y por su alto consumo
de agua deseca los acuíferos”, estimó Víctor Barro.
El crecimiento de las
superficies plantadas con eucaliptos ha sido exponencial en España en
los últimos años.
En 1987 había en Galicia tan sólo 40.000 hectáreas de ese cultivo. Diez años
después se superaron las 170.000. Procesos similares se han vivido en
Asturias y Cantabria.
Varios han sido los
conflictos ambientales generados por la operativa de las empresas del
Grupo ENCE en España. Entre los más recientes destaca la
ampliación de la planta de fabricación de celulosa de Navia, en Asturias,
cuyas obras han comenzado sin contar con la autorización ambiental
correspondiente de las autoridades gubernamentales locales.
En América Latina,
ENCE planea instalarse, con una megaplanta de celulosa, en la
localidad uruguaya de Conchillas, muy cercana al río de la Plata.
Productores y organizaciones sociales locales se oponen a ese proyecto, que
ya ha sido avalado por el gobierno uruguayo.
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