ENCE se instalará en el Río de
la Plata |
El presidente de la empresa española se
reunió con Kirchner en la Casa Rosada;
la pastera será construida en Punta
Pereyra
Luego de reunirse en la Casa Rosada con
el presidente Néstor Kirchner y con el
jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el
titular de la empresa española ENCE,
Juan Luis Arregui, anunció ayer
oficialmente la relocalización de la
pastera en la localidad uruguaya de
Punta Pereyra: la planta ahora se
instalará sobre el Río de la Plata, a 60
kilómetros de la desembocadura del Río
Uruguay, frente a Buenos Aires.
La decisión se conoció el mismo día en
que el reclamo contra la instalación de
la pastera de Botnia en Fray Bentos
llegó a las puertas de la Casa Rosada:
encabezados por vecinos de Entre Ríos,
alrededor de 5000 personas, integrantes
de agrupaciones ambientalistas,
sociales, gremiales y políticas de todo
el país, marcharon desde el Congreso
hasta la Plaza de Mayo donde dejaron un
petitorio con duras críticas al
Gobierno.
La comunicación de la medida, que fue
apoyada completamente por el gobierno
nacional, constituyó todo un gesto
simbólico: si bien la administración de
Tabaré Vázquez ya estaba al tanto de la
decisión, las autoridades de ENCE
hicieron público el anuncio antes en la
Argentina que en el Uruguay.
La Casa Rosada procuró contrastar la
actitud de la firma española con la de
la finlandesa Botnia, que se negó a
paralizar las obras para realizar
estudios de impacto ambiental externos,
lo que provocó una escalada de
tensión diplomática entre Kirchner y
Vázquez.
"El gobierno argentino valora
particularmente la predisposición de
ENCE y de su presidente, Arregui, que se
mostró comprensivo con los planteos que
la Argentina hizo", dijo el jefe de
Gabinete, Alberto Fernández, durante la
conferencia de prensa que encabezó con
el ejecutivo español.
"Valoramos que sigan preservando el río
Uruguay. La planta tendrá los más altos
estándares y el impacto ambiental será
el mínimo", agregó.
En las gestiones para relocalizar la
planta, el gobierno de Kirchner tuvo la
asistencia del rey de España, Juan
Carlos de Borbón, quien al mismo tiempo
oficia actualmente de "facilitador" del
diálogo con Vázquez por los
entredichos aún irresueltos en torno de
Botnia.
"Nuestro rey ha estado tanto o más
preocupado que yo por este tema",
admitió Arregui a su turno. El ejecutivo
español subrayó en reiteradas
oportunidades que la planta no
contaminará el medio ambiente en el Río
de
la Plata. "No venimos aquí a contaminar.
Esto no contaminará", dijo.
"No es agua oxigenada, pero es
prácticamente eso lo que se usa para
blanquear, por lo que pueden estar
tranquilos", agregó. Además, pareció
justificar los planteos de la Argentina
por el río Uruguay. "Está bien como
política del Gobierno que quieran
preservar el río Uruguay como reserva
ecológica", afirmó.
El jefe de Gabinete respaldó ese
argumento y sostuvo que, por la cantidad
de agua que circula en el Río de la
Plata, no habrá contaminación.
No faltaron en el anuncio referencias a
Botnia. Arregui admitió que la firma que
representa cometió un error al no
impugnar su instalación en Fray Bentos.
"El error fue no impugnar a esa planta,
no por la contaminación,
sino por la cercanía [que tendría con la
de ENCE si se quedaba en Fray Bentos]",
dijo. Sin embargo, consideró que Botnia
no provocaría contaminación.
"Hemos encontrado eco en ENCE y una
actitud muy distinta en Botnia", dijo el
jefe de Gabinete a su turno.
Por otra parte, se anunció que para la
producción de la celulosa, ENCE tiene
previsto comprar madera argentina.
"Necesitamos madera y la Argentina tiene
una posición buena", dijo Arregui. La
planta se desplazará a 200 kilómetros de
donde estaba prevista originalmente y la
relocalización tendrá un costo de 80
millones de dólares para ENCE, el valor
de las obras que se dejarán en Fray
Bentos.
Por Lucas Colonna
De la Redacción de LA NACIÓN