1. La crítica de la actual problemática va más allá de la
soja, en realidad la reflexión se dirige al modelo económico que
reproduce e impulsa prácticas de producción insustentables para el
ambiente y la población.
2. La visión del actual modelo es cortoplacista: busca el aumento de
la producción en el menor tiempo posible utilizando para ello todos
los elementos necesarios. Dentro de este enfoque no se tiene en
cuenta los impactos a largo plazo, las generaciones futuras, la
salud de la población ni los sectores más vulnerables y afectados.
3. El modelo sojero beneficia a un sector minoritario, es decir, las
ganancias económicas quedan en manos de un pequeño grupo económico
(multinacionales, particularmente) quedando los impactos y los
riesgos por distribuir.
4. Las “externalidades” ambientales, sociales y económicas (o costes
económicos no reconocidos en el mercado) no están siendo tenidos en
cuenta dentro de la política económica actual, conllevando
consecuencias desastrosas para la sociedad y el ambiente.
5. Las decisiones de proyectos y políticas con fuertes repercusiones
sociales están siendo tomadas a puerta cerrada sin ningún tipo de
consulta o participación de la mayoría de la población.
6. Existen estudios que comprueban los riesgos que trae consigo el
uso intensivo de agroquímicos en la soja transgénica, los cuales no
están siendo tenidos en cuenta ni por el gobierno ni mucho menos por
las empresas multinacionales que los comercializa.
7. Con el objetivo de promover una visión crítica y reflexiva en los
estudiantes, es importante generar y estimular el debate de este
tipo de temas dentro de las universidades. Esto teniendo en cuenta
el ingreso del interés corporativo en la formación de los futuros
profesionales.
8. Es necesario fortalecer las relaciones entre el campo y la
ciudad, entre productores orgánicos, campesinos en resistencia,
organizaciones que producen alimentos sanos y a precios justos, con
redes de comercialización en la ciudad.
9. Con el objetivo de conocer problemáticas locales y articular
acciones entre diferentes organizaciones, recomendamos la
realización de encuentros y debates en cada una de las ciudades,
pueblos y/o comunidades que se encuentren afectados por el
monocultivo de soja transgénica.
Por lo anterior, y con ánimo de que este encuentro haya servido como
un aporte al fortalecimiento de un movimiento en resistencia,
crítico al modelo sojero que se está implementando en Argentina,
Paraguay, Brasil, Uruguay y Bolivia, exigimos:
¡No a los Grandes Agronegocios (Cargill, ADM, Bayer,
Monsanto, Nestlé, etc)!
¡No al Uso de Biocidas (Insecticidas, fungicidas,
Herbicidas)!
¡No al Monocultivo Industrial! ¡Ni soja, ni
forestales ni ningún otro monocultivo!
¡No a los desmontes! ¡No a la expansión de la
frontera sojera!
¡No a la “Hidrovía” Paraná-Paraguay! ¡Sí al Río
Paraná-Paraguay VIVO!
¡Sí a un debate público y democrático sobre el
desarrollo sustentable!
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