Organizaciones de ocho países

exigen al FSC que le retire su “sello verde”

a varias empresas plantadoras

 

Organizaciones de ocho países le están exigiendo al Forest Stewardship Council-FSC (un sistema que certifica buenas prácticas de manejo forestal) que retire el certificado FSC otorgado a varias empresas en Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, España, Irlanda, Sudáfrica y Uruguay. Las cuestionadas certificaciones involucran en todos los casos a plantaciones de árboles a gran escala que las organizaciones sostienen que violan el mandato del FSC de promover “el manejo ambientalmente apropiado, socialmente beneficioso y económicamente viable de los bosques del mundo”.

 

“Ninguna de las plantaciones de Sudáfrica debería haber sido certificadas por el FSC, en primer lugar porque las plantaciones no son bosques y en segundo lugar por los graves impactos sociales y ambientales que implican”, dice Wally Menne de la Coalición Timberwatch. Philip Owen, de la organización GeaSphere, agrega que “en Sudáfrica, las plantaciones industriales de árboles impactan gravemente sobre el ecosistema de pradera, que es el tipo de vegetación más amenazado a nivel local. El FSC no debería estar apoyando esta destrucción del ambiente natural”.

 

En el caso de Ecuador, Nathalia Bonilla –encargada del tema certificación en la ONG local Acción Ecológica- exige la de-certificación de unas 20.000 hectáreas de plantaciones de pinos y eucaliptos establecidas en los Andes por la Fundación holandesa FACE, así como de las más de 8.000 hectáreas de la ecuatoriana ENDESA/BOTROSA, que cuenta con un largo historial de delitos sociales y ambientales. “Hemos documentado detalladamente los impactos negativos de estas plantaciones sobre los medios de vida de las comunidades afectadas y sobre su ambiente; ahora el paso obvio que le corresponde tomar al FSC es quitarle el certificado a estas plantaciones”.

 

Marcelo Calazans, integrante del Movimiento Alerta contra el Desierto Verde de Brasil, que realiza campañas contra monocultivos de árboles descritos como “desiertos verdes”, plantea que “aunque nos oponemos a la certificación de todos los monocultivos a gran escala de árboles, estamos demandando la de-certificación de sólo tres empresas: Suzano-Bahia Sul,Vallourec & Mannesmann y Plantar. El motivo de esto es que los impactos sociales y ambientales de estas tres empresas están tan bien documentados que resulta obvio que el FSC les debe retirar el certificado de inmediato”.

 

La transnacional Smurfit - Kappa tiene una larga historia de conflictos con las comunidades locales de la región colombiana donde opera. “No podemos entender como esta empresa puede vender sus productos con el logo del FSC”, dice Diego Alejandro Cardona, de la organización CENSAT – Amigos de la Tierra Colombia. “Es probable que las operaciones de la empresa sean “económicamente viables”, dice Cardona, “pero de ninguna manera pueden ser descritas como ambientalmente apropiadas o socialmente beneficiosas. Por lo tanto, exigimos al FSC que cese de otorgarle credibilidad a través del uso de su logo”.

 

En el caso de España, organizaciones locales han estado exigiendo por más de un año la cancelación de la certificación FSC a las plantaciones de la empresa NORFOR. Antón Masa, de la Asociación por la Defensa de la Ría de Pontevedra explica que la razón para exigir la urgente cancelación de la certificación de NORFOR se basa en “las profundas deficiencias del informe de certificación y la clara inadecuación del sistema de gestión de NORFOR a los principios y criterios de FSC”.

 

Varias organizaciones irlandesas están exigiendo la cancelación del certificado otorgado a las 438.000 hectáreas de la empresa Coillte. Ciaran Hughes, de la Woodland League afirma que “las ONGs en Irlanda han estado haciendo campañas por la de-certificación de Coillte y han recibido un duro golpe a principios del presente año cuando la empresa fue re-certificada. Las prácticas de Coillte han estado siempre muy por debajo de los principios y criterios del FSC”, concluyó.

 

"En Chile existen casos graves de empresas que nunca debieron haber recibido ese sello y que ameritan su de-certificación. Tal es el caso de empresas como Forestal Monte Aguila, que pertenece a CMPC (Mininco) y Forestal Bio Bio (Forestal Arauco), que son gravemente cuestionadas y cuya certificación no toma en cuenta los impactos ambientales y los conflictos territoriales generados con comunidades Mapuche”, señaló Alfredo Seguel de la Agrupación Konapewman y de los equipos de trabajo de la Coordinación de Identidades Territoriales Mapuche (CITEM).

 

En lo que respecta a Uruguay, organizaciones locales están pidiendo la de-certificación de dos empresas nacionales (COFUSA y FYMNSA) y de dos empresas extranjeras (la finlandesa COFOSA y la española EUFORES). Ricardo Carrere, autor del informe “Maquillaje verde. Análisis crítico de la certificación de monocultivos de árboles en Uruguay por el FSC”, enfatiza que “ninguna de estas plantaciones debería haber sido certificada” y que “al certificar a monocultivos a gran escala como estos, el FSC está debilitando la lucha contra los mismos”.

 

Las organizaciones involucradas en esta actividad han enviado cartas al Consejo del FSC y a todos los miembros del Grupo de Trabajo sobre Revisión de Certificación de Plantaciones exigiendo la cancelación de la certificación de todas las empresas mencionadas, por el hecho de que ninguna

WRF

5 de setiembre de 2006

 

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