La Médica Veterinaria Uruguaya, Maria Carolina
Grosso, fijó su postura respecto al controvertido
tema de la instalación de una planta papelera de
gran envergadura en las costas del Río Uruguay, en
la ciudad oriental de Fray Bentos, frente a la
argentina Gualeguaychú, hecho que genera su
paralelismo con la industria maderera fueguina, al
menos en el punto, salvando las distancias, de la
tala de especies autóctonas y la vida de los bosques
del mundo con los impactos ambientales y forestales
que ello genera.
Grosso
sentenció que “lo que va a ocurrir en Fray Bentos,
es una tragedia sin precedentes para todos nosotros;
que aumentará además la extranjerización de la
tierra y seguirá expulsando a la gente del campo”.
“Además no hacen falta en el mundo más fábricas de
papel. De cada diez bobinas de papel que se producen
en el mundo, una se utiliza para impresión de
libros, cuadernos, folletos, diarios, recibos,
facturas, papel higiénico, papel de uso sanitario y
clínico, etc, y nueve para embalaje lujoso de
artículos innecesarios que se consumen
principalmente en las grandes ciudades del Norte”,
consideró la veterinaria.
Hay tres tecnologías para separar la celulosa de la
lignina en la madera: “Con cloro elemental. Es la
más nociva, existe en varios países inclusive en la
Argentina, pero las fábricas que lo emplean son de
dimensiones relativamente pequeñas. Con dióxido de
cloro (tecnología ECF) como la que va a instalar
Botnia en Fray Bentos. Es 20% menos contaminante,
pero la de Fray Bentos será la más grande de América
y por ello contaminará a una escala pavorosa. O, por
último, libre de todo tipo de cloro (tecnología TCF)
que es la más cara y la única con niveles bajos de
contaminación.
La fábrica de Botnia en Fray Bentos es un crimen de
lesa humanidad contra la población uruguaya y
entrerriana porque: Toma diariamente del Río Uruguay
el mismo volumen de agua que todas las ciudades
costeras, vertiendo al río diariamente ese mismo
volumen contaminado y a altas temperaturas”,
explicó. “Botnia generará olores nauseabundos
permanentes, lluvias ácidas que liquidarán la
agricultura y la apicultura después. Los excedentes
contaminantes no declarados 'caerán accidentalmente'
en el río (ya están preparados los titulares de los
diarios, ¡lo han hecho tantas veces!): tragedia
ambiental en el Río Uruguay: las empresas y el
gobierno reciben asistencia internacional para
mitigar sus impactos”, finalizó Grosso.
ushuaianoticias.com
31 de enero de 2006
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