Ha
sido una grata sorpresa el anuncio, por parte de los parlamentarios de las
Comisiones unidas de Pesca y Medio Ambiente de la Cámara Alta, del envío de
un proyecto de acuerdo para pedir al Ejecutivo que Chile promueva a nivel
internacional un sistema de protección para el kril en la zona antártica.
"Kril" es un término
aplicado para describir más de 80 especies de crustáceos pelágicos,
conocidos como eufáusidos, la mayoría de los cuales se alimentan de
plancton. Sin embargo, la especie que más se identifica con este nombre
genérico es Euphausia superba, un pequeño crustáceo, similar al camarón,
cuya longitud varía entre los 8 y los 70 mm y que es encuentra en la región
Antártica.
Vive en mar abierto, donde
desempeña un papel importante en la cadena trófica siendo alimento de
numerosos organismos tales como pingüinos, peces, mamíferos y grandes
cetáceos que pueden llegar a requerir hasta 2 toneladas de kril de una sola
vez. Constituye por tanto un eslabón fundamental en el ecosistema marino
antártico.
Una rotura en esta cadena
alimenticia podría tener consecuencias catastróficas en términos ecológicos.
Es pues, un elemento estratégico en la biología antártica, constituyendo
quizá uno de los eslabones más importantes para la mantención de la
biodiversidad antártica.
Lamentablemente, en los
últimos años han surgido signos evidentes de que las poblaciones
circumpolares de kril antártico están decayendo. Se cree que la causa
inmediata es la captura comercial excesiva, pero la situación se complica a
raíz de cambios en el hielo marino y los aumentos de los niveles de
radiación ultravioleta que suceden simultáneamente, los cuales parece que
afectan a la dinámica de la población de kril.
Esto junto a un aumento del
esfuerzo pesquero, podría tener graves consecuencias.
Pero hoy el mayor peligro
para esta especie antártica lo constituye la industria salmonera, toda vez
que se prevé que los requerimientos tradicionales de harina y aceite de
pescado para alimentar salmones serán recursos limitantes para el
crecimiento de la industria, y los altos contenidos de ácidos grasos, como
el Omega 3, y los bajos niveles de contaminantes convierten al kril
antártico en un insumo apetecible para los voraces salmoneros.
Considerar esto es de la
mayor importancia, sobre todo entendiendo que ésta es una oportunidad para
fortalecer el ordenamiento y la regulación pesquera basada en los enfoques
ecosistémicos y precautorios de acuerdo a lo establecido por la Convención
sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, y proteger
al kril de las flotas chilenas y extranjeras.
Esto implicará garantizar
al kril antártico medidas como observadores científicos en las naves
pesqueras, instalación de posicionadores satelitales, fijación de cuotas y
períodos en su captura, y regulación de las artes de pesca.
Además, Chile puede dar una
señal muy potente a la comunidad internacional sobre la importancia de
proteger la biodiversidad y el ecosistema antártico para el beneficio
social, ambiental y económico de las presentes y futuras generaciones, hoy
amenazado por el crecimiento irracional de la salmonicultura.
Cristián Gutiérrez *
Convenio La Insignia /
Rel-UITA
27 de octubre del 2006
(*)
Campaña de Salmonicultura de Oceana.
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