El domingo 4 y lunes
5 se realizó la Muestra Medioambiental “La Teja 6”,
organizada por sexto año consecutivo por la Comisión
Vivir Sin Plomo de ese barrio montevideano.
El domingo 4 fue dedicado a un “Forito Ambiental” durante el
cual representantes locales y de zonas aledañas
expusieron las principales preocupaciones ambien-tales
de los vecinos y vecinas. También se abordaron temas
más generales como agrotóxicos, transgénicos y
monocultivos, con énfasis en las plantaciones de
eucaliptos para celulosa. El lunes seis se montó la
Muestra Medioambiental en plena calle donde se
realizaron actividades con más de 1.500 escolares y
un centenar de adolescentes de escuelas y liceos de
la zona que fueron dándole vida y color a la Muestra
durante todo el día. Los temas abordados de manera
didáctica fueron: juegos temáticos sobre
medioambiente, taller de huerta orgánica,
construcción casera de aparatos meteorológicos,
radio comunitaria en vivo, salud e higiene, flora
autóctona, reciclado de plástico, fabricación de
biodiesel, videos sobre contaminación con plomo y
temas ambientales en general, y una merienda
compartida en la que cada niño recibió un vaso de
leche achocolatada y tortas fritas hechas por
vecinos y vecinas.
La Muestra recibió la visita del ministro de Vivienda Ordenamiento
Territorial y Medioambiente, Mariano Arana, y de la
diputada del Frente Amplio Nora Castro, así como de
autoridades locales y prensa nacional.
Una
lucha emblemática
La
Teja fue un barrio industrial desde 1848, cuando
fuera fundado por el inglés Samuel Lafone, y albergó
numerosas fundiciones, fábricas de baterías,
industrias químicas. Como consecuencia de varias
crisis económicas sucesivas el bario está ahora
menos industrializado, aunque aún permanecen varias
fundiciones y fábricas y continúa allí emplazada la
única refinería petrolera del país. En 2000 se
descubrió que muchos niños de esa zona se
encontraban contaminados con plomo proveniente de
diversas fuentes. Si bien la contaminación con ese
metal pesado se registró también en otras zonas de
la capital, La Teja, y la organización social de
base que allí surgió entonces, se transformaron en
un emblema de la lucha popular contra la
contaminación ambiental.
Al fin de la actividad, en una asamblea abierta, la Comisión
Vivir Sin Plomo aprobó los estatutos y eligió las
autoridades de una nueva asociación civil: la Antena
de Detección y Prevención de Riesgos
Socioambientales “Vivir Sin Plomo”. Según su
presidente, Carlos Pilo, “Este es un paso hacia la
formalización de nuestra organización zonal que
existe de hecho desde hace seis años. Esto nos
permitirá relacionarnos de otra manera con las
instituciones privadas y públicas con las que
mantenemos contacto habitualmente, pero no cambiará
absolutamente nada a la esencia de nuestras
preocupaciones y estilo de lucha que hemos mantenido
hasta ahora”.
Carlos Amorín
©
Rel-UITA
7
de junio de 2006
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