Resumen de la exposición de Gustavo Melazzi en
la presentación del libro “Por una
sustentabilidad alternativa” de Guillermo
Foladori el pasado 7 de diciembre en Casa
Bertolt Brecht, que contó con el auspicio de
dicha institución y la Secretaría Regional
Latinoamericana de la UITA.
A partir del excelente libro de Foladori, comentaré
cuatro aspectos.
El primero: el trabajo es ejemplo del necesario
proceso de difuminar las fronteras entre las
ciencias sociales. Trabaja siempre con el conjunto
de la realidad, sin “aislar” sus partes ni
abordarlas mediante los tradicionales andariveles,
pretendidamente científicos.
Al mismo tiempo, destaca que lo central en ese
abordaje es el método de análisis, dialéctico, único
que permite contemplar la complejidad y diversidad
del objeto de estudio.
La idea del “desarrollo”, luego, es la que está en
cuestión. Habida cuenta que el lenguaje es también
un instrumento ideológico, importa su utilización
cuidadosa. La dicotomía desarrollo-subdesarrollo se
inició con Harry Truman en 1949, legitimando la
imagen objetivo y el sendero para nuestros pueblos,
y la idea de que “superar el atraso” implica
producir “más” alimentos, materiales e instrumentos.
Dado el modelo, hoy sufrimos los impactos
ambientales que esto implica.
Es interesante –e imprescindible– construir un nuevo
concepto, no antropocéntrico sino de “co-evolución
hombre naturaleza” (:28).
En cuanto al fondo del problema, hay tres pasajes
(:81, 82 y 83) donde se condensan las ideas de que
no hay criterios externos al ser humano para valorar
un estado “natural”, sino una permanente interacción
entre ambiente y organismos. En cuanto al ambiente
humano, siempre está mediado por las relaciones
sociales de producción.
El último es el tema clave, ya que impide “armonizar
ritmos” biológicos y humanos; descarta la idea de
que “todos somos culpables” del deterioro ambiental;
dirige el debate a la producción, sus formas
sociales y, de allí, a la sustentabilidad social. Y
estas “reglas e intereses que dirigen el crecimiento
económico no se ponen en discusión”1.
Surgen por tanto dos conclusiones clave: el problema
ambiental es un problema político. De aquí la
segunda: la necesidad de la conciencia y de la
organización de los trabajadores. La importancia del
libro y lo positivo del apoyo de la UITA a estos
trabajos son inmediatos.
Por último, siempre debemos plantearnos: ¿y por
Uruguay cómo andamos? En verdad, en la academia,
como en la política, la respuesta no es muy
auspiciosa.
Se trata de un libro imprescindible.
Gustavo
Melazzi *
13 de diciembre de 2005
*
Dr. en Economía. Multiversidad Franciscana de
América Latina.
1
Equidad en un mundo frágil, Memo para Johannesburg,
Fundación Heinrich Böll, (:40). Brasil, 2002.