Monocultivo móvil
Sergio
Schleschinger, de Food&Water Watch,
analiza
el “monocultivo ganadero”
La producción ganadera viene creciendo en Brasil a
costa de la deforestación de la Amazonia, desplazando
otras producciones, sin generar empleo y utilizando un
paquete tecnológico trasnacionalizado que la convierte
en un monocultivo más.
En el
Brasil existen 200 millones de cabezas de ganado
vacuno ocupando aproximadamente 200 millones de
hectáreas. Así, Brasil es el principal productor
de carne bovina del mundo, y si bien solamente India
supera el rodeo brasileño, por razones
cultural-religiosas esos animales no tienen valor
comercial.
Sergio Schleschinger de la organización Food & Water Watch, analizó el fenómeno del
crecimiento de la ganadería en el Brasil
apuntando que las áreas en las que viene avanzando son
restadas a la selva amazónica.
Afirmó
que se basa en un estricto paquete tecnológico que
implica la producción de soja para alimentos animales
concentrados (feedlots) y el uso de hormonas
-desarrolladas por la multinacional Monsanto-
para incrementar la producción de leche, por ejemplo.
Según
el analista, un 64 por ciento de la deforestación en el
Brasil es debida precisamente al objetivo de
abrirle brecha a la ganadería. Otro dato aportado por
Schleschinger en el marco del Foro Regional contra
los Agronegocios organizado por Amigos de la Tierra
Internacional, la Vía Campesina y la Marcha Mundial de
las Mujeres en la ciudad de Asunción del Paraguay,
es que un porcentaje creciente de las emisiones de gases
de efecto invernadero producidas por Brasil se
deben a la ganadería.
Este
factor, sumado al socavamiento de la Amazonia,
constituye una conjunción dramática para la región
latinoamericana en materia medioambiental, social y
económica. Otro apunte ejemplificante en la intervención
del analista brasileño fue el carácter marginal en el
empleo de fuerza de trabajo por parte de la ganadería
extensiva brasileña.
Dijo
que en base a un cálculo de 2004,
100 hectáreas de cultivo
de tomate generaban 255 empleos, la misma área de uva
empleaba a 103 personas, mientras que los monocultivos
de exportación como la caña de azúcar emplean únicamente
diez personas cada 100 hectáreas y la ganadería requiere
de un mínimo de 400 hectáreas para generar, apenas, un
puesto de empleo.
La
incidencia de las trasnacionales en la ganadería del
Brasil tiene sus propias características, dijo
Schleschinger: son trasnacionales brasileñas que se
están extendiendo hacia Argentina y Uruguay,
ocupando posiciones casi monopólicas en esos países y
para colmo haciendo uso de los fondos públicos del
Estado brasileño a través del Banco de Desarrollo
económico y Social (BNDES).
Tomado
de Radio Mundo Real
16 de
septiembre de 2009