Uno
de los temas centrales en esta COP/MOP1 es qué va
a pasar después del 2012, es decir, después del
primer período de compromiso para el cual los países
industrializados se comprometieron a reducir un 5%
sus emisiones del año 1990. Aunque hay que tomar una
decisión definitiva en tres años, ya se comienzan a
sondear las posiciones de los distintos países y
grupos de países. Y las posiciones son muy
contradictorias.
Hacia el 2012
Hablando muy genéricamente, los países en vías de
desarrollo no están dispuestos siquiera a discutir
ninguna meta de reducción de emisiones para el
segundo período (2013-2017), mientras los países
desarrollados entienden que debe haber alguna forma
de compromiso. El "G77 + China" (grupo que incluye a
la mayoría de los países en desarrollo) se niega a
discutir el asunto en la MOP (reunión de los países
que han ratificado el Protocolo de Kioto) pero sí
aceptaría discutirlo en la COP (países signatarios
de la Convención de Cambio Climático donde están los
Estados Unidos y otros 30 países no partes del
Protocolo de Kioto).
Sin
embargo, Estados Unidos ya adelantó que no quiere
discutir ningún tipo de compromisos en la COP y que
eso es asunto de la MOP, por entender que son los
países que se embarcaron en el Protocolo de Kioto
quienes deben hacerse cargo. Japón, por su parte,
está planteando que no apoyará ninguna negociación
de compromisos de la cual no participe Estados
Unidos, el mayor contribuyente de gases de efecto
invernadero.
No
obstante, mirando dentro del G77 hay posiciones
encontradas. Particularmente Arabia Saudita y China
parecen ser los socios más complicados para llegar a
un acuerdo de compromisos. Obviamente el país árabe
ve amenazado su negocio petrolero y ha puesto trabas
a lo largo de toda la historia de la Convención. En
particular en esta reunión lo que están planteando
es una enmienda al Protocolo relacionada con las
cláusulas de cumplimiento de las metas de reducción
aprobadas en Marrakech, que demandaría muchos años
de negociaciones y todo un proceso de ratificación
por parte de los parlamentos de todos los países
signatarios, lo que significa "poner en el
congelador" el Protocolo.
China, por su parte, está en plena expansión
económica y su base de recursos energéticos es el
carbón. En una presentación realizada esta semana,
investigadores independientes estimaron un
crecimiento de entre el 7 y el 14% anual acumulado
hacia el año 2020 y que el 74% de sus nuevas usinas
eléctricas funcionarán a carbón, el más contaminante
de los combustibles fósiles. Un país que tiene un
tercio de sus tierras bajo lluvia ácida y siete de
las diez ciudades más contaminadas del mundo, no
parece que vaya a preocuparse por la salud global2.
Mecanismo de desarrollo limpio
Dentro de la discusión de los compromisos post 2012
está en controvertido mecanismo de desarrollo
limpio, cuestión que no tiene conforme a nadie: ni a
sus defensores ni a sus detractores, tanto entre los
países industrializados como en los países en vías
de desarrollo.
Para quienes consideran que este mecanismo es una
manera de reducir eficazmente las emisiones globales
a la vez que se transfieren recursos a los países
pobres, el trámite de validación es tan largo y
costoso que desanima a los inversores y es lo que
hace que haya tan pocos proyectos presentados. Para
este grupo, es necesario para el futuro acelerar y
agilitar el proceso. Para otros en cambio, la
lentitud en la acreditación de los certificados bajo
este mecanismo está en directa relación con las
garantías de control y vigilancia que deben existir
para que no resulten proyectos fraudulentos o no
todo lo seguros que deberían ser.
Para los últimos, que defienden el mecanismo y el
proceso tal como está, tampoco los resultados son
satisfactorios. Básicamente, porque los proyectos no
son buenos, son pocos, nunca benefician a las
comunidades locales y no llegan a los países más
pobres. Parece que los inversores prefieren los
países más seguros aunque los proyectos sean más
caros, y/o prefieren los otros mecanismos del
Protocolo (mercado de emisiones o implementación
conjunta) que resultan menos costosos. La cuestión
es entonces, ¿qué hacer para que en el futuro haya
muchos proyectos bajo el Mecanismo de Desarrollo
Limpio, que resulten en una reducción real de
emisiones, contribuyan al desarrollo local
sustentable, no resulten caros para los inversores y
sean seguros?
Economía política del cambio
climático
Para quienes están a favor de un acuerdo
internacional como el Protocolo de Kioto pero no
están de acuerdo con el Mecanismo de Desarrollo
Limpio dados los resultados que se están viendo, la
situación en la COP/MOP es bastante incómoda. Por un
lado parece muy difícil encontrar una forma de
procesar los proyectos que responda afirmativamente
todos los puntos de la pregunta anterior. Pero por
otro lado, rechazar la existencia del Mecanismo de
Desarrollo Limpio para el futuro es abonar el campo
a favor de las posiciones de Estados Unidos que
brega por la no existencia de ningún acuerdo
político internacional en los asuntos de cambio
climático.
Claramente, este es un tema de gobernancia global
que debe ser resuelto políticamente entre los
estados. Pero cada uno piensa en su propio negocio
sin querer ver lo que todo el mundo ve: el
descalabro climático. ¿Hasta cuando será más barato
pagar los costos del cambio climático que cambiar la
matriz energética? En el año 2003 los desastres
naturales costaron al mundo alrededor de 60 mil
millones de dólares, cantidad superior a la del
2002, cuando las pérdidas fueron de aproximadamente
55 mil millones de dólares.
Comparativamente, los planes hacia el 2015
presentados por 154 países en la conferencia de
Energías Renovables de Bonn del año 2004 sumaban en
total 326.000 millones de dólares que instalarían
163 GW (un 5% de la potencia instalada hoy en el
mundo) de energías renovables. Todos estos proyectos
le ahorrarían al planeta la emisión de 1200 millones
de ton CO2 cada año, la tercera parte de lo que los
países han comprometido reducir para el 20123.
Como puede verse, la inversión podría amortizarse
con apenas seis años de desastres climáticos.
Los absurdos de Montreal
Mientras parece que todos los caminos se cierran,
hay diez mil personas que intentan sacar algo
positivo de la conferencia. Tanto es así que el
momento más emotivo de esta semana se produjo cuando
el pleno de la MOP aprobó los acuerdos de Marrakesh.
Es decir, aprobó lo que ya había acordado cuatro
años antes, sólo que en aquel momento era la COP 7
(COP a secas) y ahora es la COP/MOP, lo que le da un
nuevo carácter vinculante. Pero dado que este
moribundo ya había vuelto ha recibir la
extremaunción este año, cuando algunos países
anunciaron que no votarían la aprobación de los
acuerdos de Marrakech, la aprobación fue vivida como
toda una victoria.
Entretanto, los países más vulnerables insisten en
que se cumpla lo acordado en la convención y se
aprueben fondos para "adaptación"; es decir, recibir
apoyo financiero para realizar los cambios
necesarios para adecuarse mejor a la nueva realidad
futura de cambio climático: aumento del nivel del
mar, sequías, inundaciones, etc. Sin embargo, hemos
visto en esta COP que Estados Unidos, Rusia y
Australia también han planteado que tienen problemas
de adaptación al cambio climático y que necesitan
recursos. Algo similar viene planteando Arabia
Saudita, cuyo gobierno entiende que debe ser
compensado por las pérdidas económicas que sufrirá
el país al restringirse el uso del petróleo debido a
los acuerdos de la Convención.
Lamentablemente, nadie parece tomarse en serio este
problema. Nuevos estudios presentados en esta
COP/MOP vuelven a demostrar la evidencia del cambio
climático y las pésimas previsiones que hay para el
fututo. Varios grupos de poblaciones vulnerables que
ya se ven afectadas han presentado su testimonio en
esta conferencia, como los inuit del norte de
Canadá, que han visto trastocada su vida por los
cambios de temperatura, los problemas de deshielo
temprano, la migración de especies, las dificultades
de transporte, etc. Sin embargo, las negociaciones
siguen como si fuera un partida de ajedrez donde lo
importante es hacer la jugada más inteligente y
posicionarse mejor en el tablero, aunque sientan que
el agua ya les está llegando a los tobillos.
Gerardo Honty*
Convenio La
Insignia / Rel-UITA
5
de diciembre de 2005
* G. Honty es director de CEUTA (Centro de Estudios
Uruguayo de Tecnologías Apropiadas) e investigador
asociado de CLAES (Centro Latino Americano de
Ecología Social).
1 En esta cumbre de Montreal se está desarrollando
la 11ª Conferencia de las partes de la Convención de
Cambio Climático (COP por su siglas en inglés)y la
1ª Reunión de las Partes en el Protocolo de Kioto
(MOP por sus siglas en inglés.
2 Ponencia presentada en el Side-Event: "Renewable
Solutions - The role of Renewable Energy and Energy
Efficiency in Reducing the Risk of Climate Change".
Montreal, 30/11/05
3 Uwe R. Fritsche y Sidse Kristensen. Análisis del
Contenido del Plan de Acción de la Conferencia
Renovables 2004. www.renewables2004.de/pdf/IAP_content_análisis.pdf