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Oleoductos pasan junto a una vivienda en la región
amazónica del Parque Nacional Yasuní. (EFE) |
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Los ecologistas, que pertenecen a organizaciones de Ecuador,
Colombia, Brasil, España, Bélgica, Perú y Canadá, revelaron
en rueda de prensa que en días pasados les impidieron
ingresar en la zona donde opera la empresa hispano-argentina
Repsol YPF, en el Parque Nacional Yasuní, donde
supuestamente han ocurrido tres derrames petroleros en el
último año.
Los habitantes del sector también han denunciado que hubo un
derrame en la zona donde opera la empresa petrolera
canadiense Encana.
Según los ecologistas, varios indígenas y colonos de la zona
de Yasuní han denunciado daños en el medioambiente a
consecuencia de la operación de empresas petroleras.
Por ello advierten que la actividad de otras empresas en la
zona afectaría aún más al ecosistema e insistieron en que el
Estado ecuatoriano debe prohibir la entrada de la compañía
brasileña en el bloque 31.
La brasileña Juliana Malerba, miembro de la Red Brasileña de
Justicia Medioambiental, lamentó que la empresa de su país
pretenda realizar en Ecuador operaciones que se le impiden
en Brasil, donde está prohibida la exploración y explotación
de petróleo en áreas protegidas.
El ecologista español David Llistar i Bosh anunció que
emprenderán en su país y en Ecuador una campaña de
información sobre las acciones de Repsol en esta nación
andina, y apoyarán un boicot contra los productos de esa
empresa petrolera.
Los ecologistas se proponen iniciar una auditoría
medioambiental y social independiente que dé cuenta del
verdadero impacto de las actividades petroleras en el Parque
Nacional Yasuní, situado en la provincia de Orellana,
fronteriza con Perú.
Además, piden asumir acciones inmediatas para detener la
deforestación y la pérdida de animales dentro del parque.
Los ecologistas se mostraron especialmente preocupados por
la situación de los indígenas huaoranis, que se han visto
afectados por la operación de las petroleras, según
denunciaron.
El ecologista ecuatoriano Eduardo Ichiringue sostuvo que las
empresas petroleras han conseguido dividir a las comunidades
indígenas, a muchos de cuyos integrantes les han ofrecido
electrodomésticos, comida, medios de transporte y hasta
seguridad, a cambio de que eviten la entrada de personas
ajenas a la zona en el lugar.
La ecuatoriana Esperanza Martínez, del grupo Acción
Ecológica e integrante de la Secretaría de Oil Watch,
recordó que el Parque Nacional Yasuní, donde también opera
la empresa estadounidense Occidental, es el área protegida
más grande e importante de Ecuador.
El Parque, de 680.000 hectáreas, está considerado como una
de las reservas de mayor diversidad genética del planeta,
además de ser una zona de gran interés científico y
potencialmente turística.
El petróleo, el
principal producto de exportación de Ecuador, financia
alrededor del 40 por ciento del presupuesto general del
Estado.
EFE
6 de agosto de 2004