Un informe de
científicos de la Facultad de Ciencias, que advierte sobre la contaminación
de las plantas y de la forestación en general, se suma a ciertas dudas sobre
el futuro de Ence en Uruguay
Un grupo de siete
docentes de la Facultad de Ciencias, a solicitud del Consejo de la
institución, difundió esta semana un informe acerca de los efectos
ambientales de las plantas de celulosa de Fray Bentos y del modelo forestal
en Uruguay.*
Los académicos alertan
sobre dos aspectos: el modelo forestal en sí mismo y sus efectos sobre los
ecosistemas que proveen los pastizales naturales que han constituido la base
de la producción ganadera del país; y por otro lado el impacto ambiental del
proceso de elaboración de la pasta de celulosa. El informe llama la atención
sobre el hecho de que la sustitución de los pastizales naturales por
cultivos forestales en grandes extensiones “provoca un drástico cambio en el
ecosistema”, y al mismo tiempo advierte que en el mundo no existe un
conocimiento tan profundo como cuando, a la inversa, se trata de la
sustitución de bosques naturales por praderas.
Otro de los puntos
tratados es la acidificación del suelo. La forestación, afirman, reduce la
concentración de ciertas bases como el calcio, magnesio y potasio, al mismo
tiempo que aumenta la cantidad de sodio intercambiable y la concentración de
aluminio en el suelo. “Muchos de los cambios químicos (acidificación,
salinización, pérdida de nutrientes) son irreversibles y comprometen
seriamente la fertilidad y, por lo tanto, el potencial productivo de los
suelos.”
También señalan efectos
sobre la diversidad de especies vegetales y fauna asociada. Un capítulo
aparte es para los científicos los efectos que producirán los efluentes
líquidos en las aguas del río Uruguay.
“Los procesos de
blanqueo libres de cloro elemental como los propuestos por Botnia y Ence
–afirman– producen una amplia gama de compuestos cuya estructura química es
similar a hormonas sexuales de peces”, que producirán alteraciones en el
funcionamiento hepático y cambios en la fisiología reproductiva de éstos.
Otro de los aspectos abordados en el documento, a cuyo resumen tuvo acceso
BRECHA, es el de los requerimientos de materia prima que tendrían las
plantas funcionando a pleno.
Los investigadores
parten de la base de que éstas necesitarían contar con 300 mil hectáreas
forestadas en un radio de 200 kilómetros, ya que ésa es la distancia máxima
para que la producción sea rentable. Sobre el uso de los suelos, el informe
señala que “debieron haberse hecho estudios previos de forma de poder
evaluar el efecto de un turno de explotación sobre el ecosistema,
particularmente sobre el medio edáfico” (relación del suelo con las plantas)
para no repetir errores.
Siguiendo las
restricciones reconocidas a nivel internacional, existiría un déficit de
terrenos ya que “sólo se podría forestar un 44 por ciento de la superficie
necesaria para abastecer a las plantas de celulosa, siendo la situación
diferente según la unidad de suelo considerada”.
En el capítulo
“Recomendaciones”, el informe sostiene que “las empresas propietarias de las
plantas en construcción a orillas del río Uruguay todavía no han explicado
en detalle el tipo de tratamiento de efluentes que utilizarán”, un punto que
consideran importante para evaluar las consecuencias de los vertidos.
Los técnicos insisten en
la necesidad de implementar “un adecuado programa de control y evaluación
que permita estimar y mitigar los potenciales efectos”.Por otra parte, con
relación al monitoreo, sostienen que éste “debe ser de dominio público y
transparente” y que para ello las empresas deben asumir los costos, pero no
contratar directamente a los técnicos a efectos de “evitar posibles
conflictos de intereses”.
¿QUÉ HARÁ ENCE?
La planta de la empresa
finlandesa Botnia sufrió esta semana la detención de las obras debido a un
accidente con una grúa que causó dos heridos, pese a que uno de ellos había
advertido del desperfecto. El paro se produjo debido a una medida del
sindicato de la construcción en reclamo de que se despida a un capataz de la
empresa Stiller al que acusan de la negligencia que indirectamente causó el
accidente. Los trabajadores discutirán la situación hoy, viernes, en
asamblea, mientras Botnia insiste en que cuenta con técnicos prevencionistas
y delegados del sindicato para mantener la obra sin accidentes y en buenas
condiciones ambientales.
Por otro lado, el
destino de la empresa española Ence resulta de difícil pronóstico. Durante
una reunión de accionistas realizada ayer, jueves, en Madrid, la compañía
abordó su estrategia con relación a Uruguay. La idea del nuevo presidente de
la compañía, Juan Luis Arregui, es continuar con el proyecto en Fray Bentos.
En un comunicado de prensa emitido ayer en la capital de España, el grupo se
reafirma en su idea original ya que el proyecto en Uruguay es “estratégico”.
La incertidumbre
respecto a Ence y a su eventual relocalización se reforzó en parte por
declaraciones de la secretaria de Medio Ambiente argentina Romina Picolotti
a Página 12 (ayer, jueves). “Nosotros hemos sido muy exitosos en
obstaculizar todos los créditos de ambas empresas. Hace un año que estas
empresas no reciben un dólar ni un euro de ningún banco, eso definitivamente
influyó en el ritmo de construcción y también obliga a revisar la
inversión”, afirmó la novel jerarca, al tiempo que se manifestó por una
salida diplomática que incluya la relocalización.
Durante la conferencia
de prensa en la cual calificó a varios medios como actores políticos de
oposición, Vázquez insistió en que los españoles se quedan y recordó que
Arregui le expresó que “el proyecto sigue adelante”. Sin embargo, con
relación a Ence, fuentes del gobierno uruguayo dijeron a BRECHA que durante
la mencionada visita de Arregui a Uruguay no quedó tan claro cuál sería la
línea a adoptar por los españoles.
En el gobierno uruguayo
se había instalado cierta desconfianza respecto a la capacidad económica de
la empresa, sobre todo a partir de que ésta le ofreció –en 2005, bastante
antes de que comenzara la crisis entre Uruguay y Argentina– a un consorcio
alemán la venta del negocio.
Pese a ello, los
representantes en Uruguay han insistido en que el proyecto sigue y que sólo
está detenido en espera del fallo de la Corte Internacional de La Haya.
Sergio Israel
Convenio Brecha / Rel-UITA
10
de julio de 2006
* El
informe, fechado en junio y solicitado por el Consejo de la facultad el 13
de marzo pasado, fue elaborado por los docentes Daniel Panario, Néstor
Mazzeo y Gabriela Eguren (maestría en ciencias ambientales), Claudia
Rodríguez y Alice Altesor (Departamento de Ecología) y Ricardo Cayssials y
Marcel Achkar (Departamento de Geografía).