Una 
                          nueva ley estadounidense obligará a quienes fumigan 
                          con plaguicidas a hacerse cargo de los gastos médicos 
                          incurridos por personas ajenas a la fumigación que se 
                          vean afectadas por la dispersión de rociado tóxico
                           
                          
                          Esta 
                          ley fue aclamada por activistas ambientales como una 
                          victoria para las comunidades y los trabajadores 
                          agrícolas migratorios de Estados Unidos, que sufren 
                          efectos colaterales -a menudo serios- por estar en 
                          contacto con venenos agrícolas sin darse cuenta.
                          
                           
                          
                          Otras 
                          propuestas fueron rechazadas ante la presión ejercida 
                          por la industria agroquímica. La industria se opuso 
                          con éxito a una propuesta que la obligaría a divulgar 
                          por Internet cualquier uso previsto de plaguicidas 
                          especialmente peligrosos. Los activistas esperaban que 
                          dicha información permitiera a los servicios de 
                          emergencia evaluar riesgos y prepararse para responder 
                          adecuadamente ante incidentes de dispersión de 
                          plaguicidas.
                          
                           
                          
                          Aun 
                          con esta salvedad, la organización de combate a los 
                          plaguicidas Pesticides Action Network (PAN) 
                          afirma que la nueva Ley de Respuesta ante la 
                          Exposición a Dispersiones de Plaguicidas, que entró en 
                          vigencia a fines de 2004, es un gran avance y 
                          'representa la culminación de numerosas y duras 
                          batallas entre los grupos de presión industriales y 
                          los defensores de la higiene ambiental'.
                          
                           
                          
                          No 
                          obstante, PAN también advierte que las víctimas de la 
                          dispersión de spray tóxico en el Reino Unido no pueden 
                          esperar este tipo de apoyo legal. PAN Reino Unido 
                          coordinó una gran campaña de más de dos años sobre el 
                          tema 'receptores pasivos' y se ocupa particularmente 
                          de la exposición a dosis reducidas durante períodos 
                          prolongados, lo cual sostiene es muy común en las 
                          zonas adyacentes a campos fumigados.
                          
                           
                          
                          
                          Actualmente, los ciudadanos del Reino Unido no tienen 
                          ningún derecho por ley a saber qué pesticidas se están 
                          utilizando en fumigaciones cercanas. Según la Ley de 
                          Salud y Seguridad Laboral (1974), los agricultores 
                          tienen la obligación de informar al Ejecutivo de Salud 
                          y Seguridad (HSE), pero este órgano necesita la 
                          autorización escrita del agricultor para comunicar 
                          dicha información a los interesados que la soliciten. 
                          El gobierno ha manifestado que tiene previsto 
                          introducir una nueva reglamentación que permitiría al 
                          público acceder a dicha información, pero sólo a 
                          través de terceros, como por ejemplo un Partido Verde.
                          
                           
                          
                          El 
                          tema está ahora a estudio de la Comisión Real sobre 
                          Contaminación Ambiental [de Gran Bretaña], que 
                          publicará un informe a mediados de 2005.
                          
                           
                          
                          PAN 
                          Reino Unido también está organizando una campaña 
                          dirigida a exigir que en las etiquetas de los 
                          alimentos se indique qué plaguicidas se utilizaron en 
                          la producción de los mismos.
                          
                           
                          
                    
                    
                     
                    
                    Food Magazine #68
                    22 
                    de junio de 2005