Queremos Soberanía Alimentaria no Biocombustibles |
Carta
abierta al Parlamento Europeo, Comisión Europea, los gobiernos y ciudadanos
de la Unión Europea, enero 2007
Las
organizaciones abajo firmantes manifestamos al Parlamento Europeo, la
Comisión Europea, los gobiernos y ciudadanos de la Unión Europea, nuestra
profunda preocupación por las políticas que probablemente sean adoptadas
para favorecer el uso e importación de biocombustibles como una alternativa
a los combustibles fósiles cuyo uso desmedido es uno de los principales
responsables del calentamiento global.
El
incremento creciente de automóviles individuales, cuyo consumo de petróleo
es una de las principales causas del calentamiento global, hace que el uso
de combustible fósil aumente día a día. En ese contexto, el uso de
biocombustibles parece ser una alternativa positiva. Sin embargo, todo
indica que ello generará graves impactos, especialmente en los pueblos del
Sur.
En efecto,
es muy poco probable que Europa logre ser autosuficiente en la producción de
biocombustibles a partir de la producción nacional de cultivos energéticos,
por lo que es muy posible que lo haga a costa de las tierras de las que
depende la soberanía alimentaria de nuestros países.
Mientras los
europeos mantendrán su estilo de vida en base a la cultura del automóvil,
los países del Sur, tendremos cada vez menos tierras para sembrar alimentos,
y por lo mismo perderemos nuestra soberanía alimentaria y tendremos que
basar nuestra alimentación en comida importada, posiblemente de Europa.
En otros
casos, los cultivos energéticos crecerán en América Latina, como así también
en países de Asia y África, a costa de nuestros ecosistemas naturales. La
soya se proyecta como una de las principales fuentes para la producción de
biodiesel, pero es un hecho que los monocultivos de soya son la principal
causa de destrucción del bosque nativo en Argentina, del bosque húmedo
tropical amazónico en Brasil y Bolivia, y de la Mata Atlántica en Brasil y
Paraguay.
Los
territorios indígenas también han sido afectados. Los indígenas Enawene
Nawe en Matto Grosso han declarado que “la soya les está matando”. Al
momento sobreviven apenas 429 Enawene Nawe. Su territorio ha sido reducido
a la mitad y están rodeados por plantaciones de soya. Su salud está
deteriorada y los niños sufren de desnutrición.
Para servir
al negocio de la soya, los gobiernos del Sur están construyendo represas,
hidrovías, puertos y carreteras, con los consiguientes graves impactos sobre
el ambiente. Al mismo tiempo, la expansión de la soya está afectando la
salud de las poblaciones aledañas, donde los niveles de cáncer y otras
enfermedades ligadas a los agrotóxicos empleados en esos monocultivos
aumentan cada vez más.
Las
plantaciones de caña de azúcar y la producción de etanol en Brasil son el
negocio de un oligopolio que utiliza trabajo esclavo y las plantaciones de
palma aceitera se expanden a expensas de las selvas y territorios de
poblaciones indígenas y otras comunidades tradicionales de Colombia, Ecuador
y otros países, crecientemente orientados a la producción de biodiesel.
La situación
se agrava si tomamos en cuenta que la soya sembrada en el Cono Sur es
transgénica, y que empresas privadas en Brasil planean lanzar al mercado
variedades transgénicas de caña de azúcar para el año 2010. El rechazo a
los cultivos transgénicos es generalizado en América Latina, y la expansión
de cultivos para producir y exportar biocombustibles a Europa exacerbará
estos conflictos.
La solución
al problema del cambio climático generado por los países del Norte no puede
pasar por la creación de nuevos problemas en nuestra región. Hacemos
entonces un llamado a los gobiernos y pueblos de los países de la Unión
Europea para que busquen soluciones que no agraven la ya dramática situación
social y ambiental que viven los pueblos de América Latina, Asia y Africa.
ES TIEMPO
DE SOBERANÍA ALIMENTARIA
LA TIERRA
DEBE SER PARA ALIMENTAR A LA GENTE, NO A LOS AUTOMÓVILES
Red
Alerta contra el Desierto Verde, Red por una América Latina Libre de
Transgénicos, Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Arboles, Red
Oilwatch América del Sur, Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales
Grupo
Guayubira
11 de enero
de 2007
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