Ayer, la empresa certificadora SGS (Société
Générale de Surveillance) nos comunicó que
otorgó el certificado FSC a las plantaciones de
eucalipto de Veracel en Brasil. Lo que no
anunció en su mensaje electrónico fue que junto
con ese certificado también estaban dando el
certificado de defunción del FSC.
Veracel,
una empresa conjunta de la sueco-finlandesa
Stora Enso y la noruega-brasileña Aracruz
Cellulose, ocupa un área de aproximadamente
164.600 hectáreas de tierra en el Estado
brasileño de Bahia. Aproximadamente la mitad de
esa tierra está ocupada por plantaciones a gran
escala de monocultivos de eucaliptos.
El año pasado, cuando organizaciones de la sociedad civil de
Brasil y del resto del mundo se enteraron
que Veracel estaba solicitando la
etiqueta FSC, se generó una fuerte
reacción. La empresa tiene antecedentes muy
conocidos de actividades dañinas, que van desde
la violación de los derechos territoriales de
comunidades locales, hasta contaminación
ambiental, agotamiento del agua, y destrucción
del ecosistema.
Los impactos de la empresa han sido ampliamente documentados
y toda la información respectiva fue enviada al
Secretariado Internacional del FSC. El
directorio de la institución fue invitado,
incluso, a visitar la zona para tener
información de primera mano sobre el problema.
Aunque había pruebas suficientes para demostrar
que la certificación de Veracel
provocaría una pérdida total de credibilidad en
el FSC, el directorio no aceptó la
invitación.
La propia empresa certificadora (SGS) tiene vastos
antecedentes de certificar plantaciones a gran
escala incertificables y el FSC había
informado que su Servicio de Acreditación (ASI,
por su sigla en inglés) “llevará a cabo una
auditoría de monitoreo de manejo forestal para
SGS a Veracel en Brasil,
entre el 26 y 28 de marzo de 2008”. El hecho de
que SGS decida certificar a Veracel
unos pocos días antes del arribo del equipo de
ASI es como una bofetada, no solamente
para las comunidades locales sino para ASI
y el propio FSC.
El FSC está llevando a cabo un proceso de Revisión de
la Certificación de Plantaciones. Muchos de
nosotros asumimos esto como un reconocimiento de
que había algunos problemas a discutir con
relación a la certificación de las plantaciones.
Sin embargo, nada parece haber cambiado desde
que el proceso comenzó y las plantaciones de
árboles a gran escala continúan siendo
certificadas bajo el sistema FSC en todo
el mundo, no solamente por SGS sino
también por parte de otras empresas
certificadoras.
La certificación de Veracel no se trata de un hecho
aislado, sino que es el último eslabón de una
cadena de errores. El WRM ha denunciado
durante muchos años la certificación de las
plantaciones a gran escala de árboles porque han
demostrado su irresponsabilidad para con el
ambiente y porque no aportan ningún beneficio
social, razones por las cuales no cumplen el
mandato del FSC. También hemos señalado
que en esos casos la certificación del FSC
socava los procesos de resistencia de los
pueblos locales.
El 13 de marzo -fecha en que SGS le concedió
certificación FSC a Veracel- será
recordado como la fecha del certificado de
defunción del FSC.