El año de la papa

Vicent Van Gogh

(1885) Los comedores de papas

 

 

La organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) designó a 2008 como el “Año Internacional de la Papa (AIP)”, para Rel-UITA será el “Año Internacional de los Trabajadores y Trabajadoras de la Papa”

 

 

 

 

Declarar 2008 como “Año Internacional de la Papa” (AIP) se originó en una iniciativa presentada por el Perú en la Asamblea General de la ONU quien la aprobó, encomendando su programación a la FAO.  Como preparación y promoción de la iniciativa, en Perú se constituyó la Comisión Nacional Multisectorial para la celebración del Año Internacional de la Papa, la cual programó una serie de actividades que comenzaron el pasado 30 de mayo con la celebración del “Día Nacional de la Papa”.

 

La papa es uno de los cuatro cultivos más importantes del mundo junto con el trigo, el maíz y el arroz, con una producción mundial de más de 323 millones de toneladas en 2005. Su origen, con más de  8.000 años de antigüedad se localiza en los andes peruanos al norte del lago Titicaca, estimándose en 5.500 sus distintas variedades, de las cuales más de 2.000 se cultivan en Perú. Según el Ing. Luis Castello, Representante de la FAO en aquel país, “Esta riqueza biodiversa, genética y nutricional de las papas nativas peruanas puede estar en peligro debido a las nuevas variedades producidas para consumidores urbanos”.

 

Lo anterior es sumamente grave, pues se estima que la papa ofrece seguridad alimentaria y empleo a unos 800 millones de personas en todo el mundo. Para Eric Keuneman, Jefe del Servicio de Cultivos de la FAO, la celebración del AIP permitirá resaltar sus “atributos biológicos, nutricionales y promover su producción, elaboración, consumo y comercialización”. También el ya citado Luis Castello, en ocasión de la ceremonia oficial del Día Nacional de la Papa, manifestó que tanto las actividades programadas para ese día como las previstas  para el año próximo, servirán “para generar conciencia entre todos los peruanos de la importancia de la papa en la nutrición, su aporte a la agricultura nacional y su contribución en la disminución del hambre y la desnutrición en el mundo”.

 

Pero no se menciona a los hombres y mujeres que trabajan -y trabajaron a lo largo de los siglos- en el cultivo y la recolección de la papa. Si los funcionarios de la FAO hubieran trabajado un solo día detrás del tractor con una bolsa atada a la cintura recogiendo papas (una de las tareas más duras que puedan imaginarse) no cometerían  esta omisión. Será entonces nuestra responsabilidad que 2008 sea también el “Año Internacional de los Trabajadores y Trabajadoras de la Papa”. Hay mucho que agradecer y que reivindicar. Por ejemplo, actualmente en el Perú la papa se produce en 600 mil pequeñas unidades agrarias, que en total suman 260 mil hectáreas (lo que significa un promedio de menos de media hectárea cada una) y cuya producción supera los tres millones de toneladas, para un consumo de 65 kilogramos per cápita al año.

 

También deberemos reivindicar el término “papa”, proveniente de la palabra quechua papa, pues sabemos que a las poblaciones quechuas se las denominaba papamichuc, que significa “comedores de papas”. Según la tradición, lo que sucedió es que en 1565 Felipe II de España envió como presente al Papa algunas plantas del tubérculo recién traído de América y utilizó el término patata para evitar que el pontífice pudiera ofenderse. Y patatas se las llama todavía hoy en la mayor parte de España salvo en el sur y en Canarias. En consecuencia, en el diccionario de la Real Academia Española el término patata debería figurar como un “españolismo”.

 

Van Gogh, en una carta a su hermano, explicaba: “Yo he tratado duro de transmitir al observador la idea que esta gente, quienes comen papas a la luz de una lámpara, alcanzan de su plato con las mismas manos que remueven la tierra”.

En Montevideo, Enildo Iglesias

© Rel-UITA

5 de junio de 2007

Enildo Iglesias

 

 

 

 

Volver a Portada

 

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905