En una declaración de inmenso significado para toda la
industria de ingeniería genética, Bayer Crop Science
divulgó que todos sus proyectos con cultivos genéticamente
modificados fueron interrumpidos. La noticia dada a
Greenpeace, es un resultado directo de una extensa
manifestación de la ONG en los alrededores de la Bayer, en Mumbai, realizada el 30 de septiembre. En una carta enviada a
Greenpeace la semana pasada, Aloke V. Pradhan, asesor de
prensa de la compañía, anunció los planes futuros de
la Bayer para la India: "´La
Bayer Crop Science de India continuará priorizando en los
próximos años su programa de investigación de producción de
semillas convencionales".
"No precisamos de los cultivos genéticamente modificados
para alimentar a India", dijo Divya Raghunandan, de la
Campaña de Ingeniería Genética de Greenpeace en la India.
"En todo el mundo, de hecho, las promesas efectuadas por las
industrias de ingeniería genética no se realizaron, ni para
aumentar la producción de los cultivos ni para reducir el
uso de agrotóxicos. No nos sorprende que Bayer abandonara
sus experimentos de ingeniería genética en la India. Ellos
vieron las protestas en los muros –la población hindú no
aceptará sus repollos y coliflores transgénicos-, y por
tanto suprimirían sus pérdidas. Es hora de que el resto de
las industrias de biotecnología desistan de esos métodos
equivocados e inapropiados".
El significado de la renuncia de Bayer, y sin duda de todas
las otras empresas de biotecnología, no puede ser
sobreestimado. India es el segundo mayor país del mundo, con
80% de población agrícola. El mercado hindú para
agroquímicos y semillas es enorme. Ese retroceso persigue
dos decisiones tomadas por Bayer al inicio de año. En marzo
de este año, la empresa anunció que estaría paralizando sus
investigaciones con cultivos transgénicos en el Reino Unido.
Algunos meses después, en junio, anunció que no continuaría
la comercialización de canela transgénica en Australia. La
carta enviada a Greenpeace informa que todas las
investigaciones con repollo, coliflor, berenjena, tomate y
mostaza transgénicos serían paralizadas. El retroceso de la
empresa en todo el mundo es parte de un gran modelo de
retirada de las industrias de biotecnología, como ocurrió
cuando Monsanto abandonó sus investigaciones con trigo
transgénico en el inicio de este año. (...)
"Está claro que la resistencia popular a la ingeniería
genética no está disminuyendo como las industrias esperaban
que aconteciera", dijo Doreen Stabinsky, de la Campaña de Ingeniería Genética de Greenpeace Internacional. "No
importa de que país estamos hablando, los consumidores están
en la misma sintonía. Ellos no quieren comer alimentos
transgénicos. La que es una buena noticia para los
agricultores lo es para el medio ambiente".
Organicconsumers
22 de noviembre de 2004