-¿Qué es el Plan
Agroenergético Alimentario Nacional (PAN)?
-Eso nació dentro de la Facultad
de Ingeniería, más el aporte de mis 30 años de experiencia
trabajando en torno a la industria de la caña de azúcar, a
nivel local e internacional, porque viví 30 años en Estados
Unidos trabajando en la OEA en beneficio de países de
América Latina. El PAN es un enfoque diferente de cosas que
se pueden hacer en el país y no se hacen, útiles para
solucionar temas candentes, como la generación de trabajo a
partir de la producción de materias primas nacionales y
mediante la creación de complejos agroindustriales. Es un
proyecto a sustentar con recursos del país, que están acá,
no hay que pedirle nada a nadie.
-¿De qué materias primas se
habla en este proyecto?
-De caña de azúcar, del sorgo
dulce y de remolacha alcoholígena, una remolacha diferente a
la que se utiliza para sacar azúcar. Se pueden desarrollar
muy bien en Uruguay. En Bella Unión, por ejemplo, hay caña y
puede haber sorgo y remolacha, pero lo podemos hacer 100%
nacional y trasladarlo a El Espinillar en Salto, a Paysandú,
a Mercedes donde ya hubo un ingenio, y recuperar a la gente
que trabajaba remolacha en Canelones y Maldonado, o crear
algo en Cerro Largo donde hay muy buenas experiencias con el
sorgo a nivel de la Estación Experimental de la Facultad de
Ingeniería; hay 10 o 12 pueblitos, alrededor de Bañados de
Medina, que pidieron ayuda a esa facultad para desarrollar
el cultivo.
-¿Qué buscan obtener a partir
de esas materias primas?
-Ese plan agroenergético tiene
una muy fuerte vinculación entre la producción agraria y la
industrial. La propuesta es fomentar cultivos de materias
primas que dan lugar a la industria azucarera, pero no sólo
para producir azúcar, sino para obtener alcohol y alimento
animal. Algunos dicen que es revolucionario, y no lo es, ya
se hace en Brasil, no estamos inventando nada, estamos
adaptando al Uruguay cosas que vi funcionar muy bien en
otros paises. Le explico: cuando usted agarra la materia
prima, en este caso la caña de azúcar, la apreta, le saca
jugo y de ese jugo hace azúcar o alcohol. Además del jugo
queda un residuo, que se llama bagazo, y de allí se obtiene
energía para que funcione todo el complejo industrial y un
subproducto que se puede utilizar como alimento para
vacunos, básicamente de carne y leche. Lo ideal es que a una
misma unidad agroindustrial donde se produzca azúcar y
alcohol se incorpore la ganadera, con vacunos alimentados
por una comida derivada de esa agroindustria. Obviamente,
deberán jugar su papel agrónomos y veterinarios para
aprovechar del mejor modo ese alimento, que, hay que
aclarar, sería uno más en una dieta donde seguirán siendo
claves las pasturas y otros elementos que ya hay al servicio
del ganadero, como las raciones. Es comenzar a utilizar algo
que hoy se destruye.
-¿Por qué piensa que eso aun
no se aplicó en el país?
-Y... por desconocimiento, o
porque no hay interés, se dice que está la cebada, el trigo,
la soja, ¿para qué hacer algo más?, y a esa conformidad y
comodidad decimos que queremos aprovechar algo que está ahí
y generar una comida útil para cierta altura de la vida del
animal, cuando es pequeño y debe crecer rápido, para luego
terminarlos con el forraje tradicional y darle calidad
final.
-¿Será costoso para el
ganadero recurrir a ese nuevo alimento?
-No. Los costos son los que ya
tiene la producción de la materia prima, porque las mismas
que se utilizan para producir azúcar con variedades
diferentes se cultivarían para el alcohol, y al hacer
alcohol sobrará el bagazo que dará ese alimento; casi no hay
costo adicional. Debo aclarar, y es clave, que las tres
producciones (azúcar, alcohol y alimento) no se interfieren,
se refuerzan, hay una sinergia, se ayudan entre sí.
-Y quizá esto vuelva más
viable la producción azucarera...
-Sí, mire, cuando se dice que
acá es inviable la producción de caña de azúcar es un error
muy grande, acá a la caña la plantan y la utilizan mal, no
le sacan el máximo provecho. Produciendo una cosa por vez
tal vez el sector no sea rentable, pero con igual costo
produciendo tres cosas a la vez sí es redituable para el
país, y ganan todos, el productor y el industrial, y
especialmente se le dará mucho trabajo a la gente.
-Usted dijo que hay paises en
los que ya se aplica esto.
-En Brasil desde hace 30 años, y
no se dio un solo paso atrás. Se produce alcohol y se mezcla
con nafta, y es lo que aconsejamos en Uruguay. Esa mezcla
tiene beneficios económicos para el país que sustituye
barriles de petróleo, para cierta gente que pagará menos el
combustible, para otra gente que encontrará trabajo en el
campo, y súmele los innegables beneficios ecológicos.
-¿Qué reacciones hubo cuando
habló de esto en Bella Unión?
-De sorpresa. Mucha gente ni
sabía que esto podía hacerse. La gente sigue pensando que
caña de azúcar es sinónimo exclusivo de obtener azúcar, y le
dijimos a esa gente que es una planta extraordinaria, que da
mucho más. Aquel que afirma que la caña de azúcar es
inviable está mintiendo, por desconocimiento o mala fe, y
creo que hay mucho de mala fe. Acá hubo una demonización con
todo lo relacionado con el azúcar. Quede claro que lo que
uno propone es a favor del azúcar, uno quiere que se siga
produciendo azúcar, pero que a la planta se la aproveche
mejor para que además nos de alcohol y alimento animal.
-¿Qué lo motiva a presentar
este proyecto?
-No pretendo ser dueño de la
verdad, sí que esto se tenga en cuenta, se discuta y analice
para contribuir al estudio de algo que Uruguay necesita para
generar puestos de trabajo y con dinero nacional, sin
recurrir a préstamos. ¿Sabe cómo se sustenta la utilidad de
esto?, el enfoque se apoya en la ley 17.567 de 2002 (ampara
a quienes produzcan materias primas destinadas a generar
combustibles sustitutivos del petróleo) que pauta que lo
producido (el jarabe –un líquido– que generará CALNU a
partir de la materia prima) va a terminar en ANCAP, que al
recibir ese alcohol y mezclarlo con las naftas tendrá un
fuerte ahorro, y así vamos a ganar todos.
Juan Samuelle
Suplemento El Agropecuario
Diario El Observador
3 de enero de 2005
*
Ingeniero Químico. Ex docente
de Facultad de Ingeniería.
Impulsor del Plan
Agroenergético Alimentario Nacional (PAN).
Trabajó en la Comisión
Honoraria del Azúcar presidida por Carlos Quijano
(1951/1959) y como especialista en el Depto. de Asuntos
Científicos y Tecnológicos de la OEA (1975/1985).