Uruguay
Caña obrera
Con
Germán Moraes y Ricardo Alonso |
Con
renovada expectativa, el presidente y el secretario del
novel sindicato de trabajadores de la cooperativa Calagua de
Bella Unión, afiliado a la UITA, analizan la actualidad ante
la puesta en marcha del proyecto sucroalcoholero en la
región más al norte y pobre del país. En la siguiente
entrevista recuerdan algunos momentos críticos vividos por
los trabajadores en la empresa y cuentan de los actuales
proyectos que abarcan desde la creación de un semillero
hasta la aspiración de producir caña de azúcar sin la
utilización de agrotóxicos.
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Ricardo Alonso y Germán Moraes,
secretario y presidente del SUCAL,
Sindicato Único de Calagua.
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-¿Qué es
Calagua?
-Calagua es una cooperativa de agricultores que se inició
vinculada a la horticultura y ahora está con la caña de
azúcar. La cooperativa da servicios de riego y maquinaria.
El riego alcanza hoy unas 4 mil hectáreas, con un sistema
poco visto, son más de 90 kilómetros de cañería enterrada
donde cada chacra en Bella Unión tiene su agua en la
portera. La gente que trabaja en el riego entrega el agua,
abre las compuertas, regula los ramales. Y están los
tractoristas, gente especializada y el taller de reparación
de la maquinaria. Nosotros somos los trabajadores de la
empresa quienes realizamos esas tareas.
-¿Cuánto
hace que se formó el sindicato?
-Nuestro sindicato se formó hace pocos meses aunque siempre
estuvo el convencimiento que debíamos formarlo pero no
encontrábamos el momento. Desde mucho tiempo atrás venimos
trabajando con los compañeros queriendo hacer algo por
nosotros mismos; hemos pasado mil y una en los años de
pobreza de Calagua, el propio presidente de la empresa nos
llegó a decir en un momento: ustedes hagan lo que quieran,
nosotros no tenemos plata para pagarles. Llegamos a estar
más de 6 meses sin cobrar sueldo, pero hemos
sobrevivido.
-¿Cómo
sindicato qué piensan del inicio del proyecto
sucroalcoholero en Bella Unión?
-Lo vemos con muy buenos ojos, pensamos que es la gran
posibilidad que tiene Bella Unión hoy. La diversificación de
la caña de azúcar para producir azúcar y alcohol carburante
es en definitiva lo que va a levantar la producción. En ese
marco, antes que se reorganizara el sindicato el año pasado,
entre todos y en conjunto estábamos pensando entrar en algún
tipo de producción para ir mejorando nuestro salario, una
entrada extra.
Con la nueva perspectiva que nos da el ingreso definitivo de
ALUR en la zona, el sindicato comienza a desarrollar una
idea: la de contar con un semillero propio. En las próximas
semanas estaremos plantando las primeras tres hectáreas de
caña.
-¿Cuál
es la finalidad del semillero?
-No vamos a plantar caña para hacer azúcar o etanol, vamos a
hacer la semilla. Esa caña no va a ir para el ingenio sino
que el productor vendrá, la cortará, se la llevará para su
chacra y ahí la plantará como semilla. Somos 20 trabajadores
estables en Calagua y la idea del sindicato es llegar a
tener dos hectáreas para cada trabajador. El proyecto tiene
una primera etapa que es plantar tres hectáreas en este
otoño, luego saltar a 20 y culminar alcanzando 40 hectáreas.
Queremos cuidar la caña como se merece y así obtener una
semilla de alta calidad.
También vamos a investigar en las nuevas variedades que ALUR
entienda que van a ser las mejores para Bella Unión y
posiblemente comencemos a experimentar en caña de azúcar
orgánica.
-¿Por
qué están considerando la caña orgánica?
-A lo largo del tiempo hemos visto que Bella Unión –y ahora
hay estudios científicos que lo confirman– está contaminada
por la utilización indiscriminada de agrotóxicos. Y esto lo
sabemos por padecerlo en nuestras propias familias, con
nuestros hijos, donde siempre alguno tiene asma u otra
afección. Queremos empezar a luchar contra eso, que Bella
Unión no sea el lugar donde siempre hay problemas de salud.
Y poder decir algún día que en Bella Unión se planta caña y
no es contaminante.
-¿Qué
apoyo han encontrado?
-Hemos logrado el apoyo del Ministerio de Ganadería,
Agricultura y Pesca que nos va a brindar el crédito para
plantar en el próximo otoño las tres hectáreas que tenemos y
que ya están en marcha. La propia cooperativa Calagua nos ha
brindado maquinaria y un precio bajo para el riego. Asimismo
estamos negociando la posibilidad de conseguir tierras para
plantar las 20 o las 40 hectáreas proyectadas, ya sea a
través del Ministerio o el Instituto Nacional de
Colonización, de esa forma podríamos trabajar en el
semillero definitivo.
En el sindicato hemos implementado un estatuto interno que
consiste en trabajar juntos e ir alcanzando metas y
coincidimos en que no queremos que nos regalen nada,
necesitamos crédito, apoyo para desarrollar la idea y poder
pagar.
© Rel-UITA
23 de
febrero de 2006
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