Uruguay
Con
Ricardo Carrere
Forestación: una bomba de tiempo |
En las
últimas semanas gran cantidad de hectáreas ardieron en
diferentes rincones del país. El eucalipto introduce un
riesgo permanente de incendio y las empresas forestales,
lejos de hacerse cargo del control y exterminio del fuego,
apuestan a que nuevas subvenciones estatales solucionen el
tema y los enormes costos que encierra.
Entre bosques, montes y
plantaciones de árboles hay grandes diferencias. Ricardo
Carrere, presidente del World Rainforest Movement (WRM)
y experto en forestación y bosques, viene desde hace décadas
intentando pautar y explicar esas variaciones.
-¿Qué es lo que se está
quemando cuando se produce un "incendio forestal" como los
que acaban de ocurrir?
La
madera podría paliar la crisis energética
"Se está
hablando de que vienen muchos turistas porque Uruguay es
un país natural, y eso es bueno. Pero toda la política
oficial va en el sentido opuesto. En este momento
tenemos 200 mil hectáreas plantadas con soja
transgénica, cultivo que va completamente a
contracorriente con un Uruguay natural. Es de suponer
que empezaremos a alimentar a las vacas lecheras con
soja transgénica, lo que significa que nuestros niños
consumirán leche con transgénicos y las exportaciones
empezarán a sufrir por las mismas causas. En la
forestación es igual. Uruguay tiene un paisaje y una
biodiversidad maravillosos. En 1980 se apeló a la leña
como combustible sustituyendo al petróleo, y se
reconvirtió todo el parque industrial. La leña pasó así
a ser el principal combustible utilizado a nivel local.
En medio de esta crisis energética que es regional, ¿por
qué no ponemos un equipo a trabajar para ver cuán
rentable puede ser usar la leña como combustible?
Tenemos mucha más madera ahora que en los ochenta, e
incluso se está quemando delante de nuestros ojos. ¿Por
qué sólo pensamos en importar petróleo, electricidad,
gas, y no en usar lo que tenemos?
Además el
parque forestal permite cuatro opciones: exportar
troncos, troncos chipeados, celulosa o generar una
industria nacional de la madera orientada al mercado
interno y al externo. No es difícil darse cuenta de cuál
de estas opciones es la que genera más empleo. No
tenemos política forestal en serio, sino de promoción de
la plantación del eucaliptos." |
-Hubo dos tipos de incendios:
uno en plantaciones de empresas orientadas a la exportación
en los que hubo un esfuerzo e inversión social y otro en el
Parque Salus, que es una plantación antigua y con fines
estéticos y recreativos. El fuego por eso no quemó solamente
el capital de las empresas involucradas, sino los subsidios
que sin quererlo les dimos a esas plantaciones, con los
objetivos en aquel momento declarados de generar empleo y
divisas por exportación. Las grandes masas de eucaliptos que
se han plantado representan un grave peligro para las
personas. Estamos hablando de concentraciones de
plantaciones en Tacuarembó-Rivera, Paysandú-Río Negro, y
Durazno-serranías del este.
-¿Cuántas hectáreas hay
forestadas de esta forma?
-Son más de 600 mil hectáreas
concentradas en estas zonas, donde en muchos casos tierras
antes dedicadas a la ganadería o a la agricultura fueron
completamente cubiertas con eucaliptos o pinos. Esta
modalidad de forestación provoca que el suelo se reseque
rápidamente y entre los árboles se acumule hojarasca muy
inflamable, que no se descompone. Esto es una bomba de
tiempo. Por eso toda la legislación uruguaya en la materia
-que es apenas un decreto- apunta a la prevención, porque
una vez declarado el incendio en alguno de estos lugares es
casi imposible pararlo. Por suerte el área quemada fue
relativamente chica (entre 1.200 y 1.500 hectáreas), pero el
Estado uruguayo tuvo -nuevamente- que intervenir (bomberos,
camiones cisternas, combustible) cuando las empresas
tendrían que haber frenado el fuego con sus propios equipos
anti incendios. La Dirección de Bomberos y el Ministerio del
Interior señalaron públicamente que muchas empresas
forestales no están cumpliendo con la legislación vigente.
Por ahora ni siquiera se habló de multas, sino de que se
empezará a hacer inspecciones, cuando en realidad eso se
debió hacer siempre. Una de las exigencias del decreto sobre
prevención de incendios es la de torres de vigilancia con
personal permanente, las 24 horas, y un cierto equipo contra
incendios que varía según el tamaño del predio forestado:
desde motosierras y palas hasta camiones cisterna, torres
con aparatos de radio, motobombas y acceso a determinados
caudales de agua. Hay empresas, por eso, que empiezan a
decir que están de acuerdo con que se eliminen los subsidios
iniciales -ellas ya plantaron-, pero en cambio solicitan
subsidio para el manejo de las plantaciones, o sea la poda y
el raleo; tarea que según el decreto la empresa está
obligada a ejecutar.
Carbono
al techo, plata quemada
-Uruguay
es candidato a recibir inversiones en forestación como
"sumideros de carbono". ¿Y si esas inversiones se
incendian?
-Se
intenta vender plantaciones como sumideros de carbono
dentro del mecanismo llamado de "desarrollo limpio". La
idea es que los árboles al crecer toman carbono de la
atmósfera y lo transforman en madera. Quiere decir que
estarían limpiando la atmósfera de dióxido de carbono,
que es uno de los responsables del efecto invernadero y
del cambio climático. Los incendios que están ocurriendo
en todas partes del mundo demuestran que ésta es una
forma prácticamente suicida de acumular el carbono,
porque el fuego es capaz de devolver a la atmósfera en
24 horas el carbono que costó años acumular en la
madera. Si las plantaciones incendiadas hubiesen sido
vendidas a inversionistas extranjeros como sumideros de
carbono, estaríamos enfrentando un tremendo dilema: no
hay más plantación, el inversionista quiere su dinero de
regreso, ¿quién se hacer cargo de los costos? Porque
como hemos dicho, estas plantaciones algún día se van a
incendiar. Nadie preguntó hasta ahora si estas
plantaciones incendiadas tenían seguro, porque si es
así, quien pagará será el Banco de Seguros, es decir, el
Estado. Para entender bien los privilegios que han
recibido las empresas forestales, basta imaginar que se
apruebe una ley que les diga a los ganaderos: compren
las vacas hoy, que si al año el 75 por ciento de esos
animales está vivo, le devolvemos la mitad de lo que
gastó. Pero además se le diría: usted no pagará ningún
impuesto, tendrá créditos a largo plazo y con bajas
tasas de interés. Y si a eso se le agrega que cuando las
vacas se le enferman (incendio) vienen los servicios
veterinarios del Estado, atienden los animales y
proporcionan los medicamentos, en este país habría vacas
hasta en los techos de los apartamentos. Sería un
negocio fabuloso. Y eso es lo que pasa con la
forestación. |
Parece obvio que nunca pensaron
en cumplir con la legislación, lo que prueba que la
forestación es una de las actividades menos rentables del
país, que exige para obtener ganancias siempre alguna forma
de subsidio. Creo que se deberían hacer inspecciones
inmediatas en los predios que pertenecen a las empresas
Euforest y Forestal Oriental, porque ambas pertenecen a
corporaciones que pretenden instalar plantas de celulosa en
Fray Bentos. Y es lógico pensar que si estas empresas no
están cumpliendo con las prevenciones contra incendios
forestales -muy simples y económicas comparadas con las que
exige una planta de celulosa-, puede ser un indicio de la
voluntad que tienen para respetar sus obligaciones hacia las
personas y el ambiente.
-¿Por qué las plantaciones de
eucaliptos son más combustibles que los montes naturales?
-El eucalipto está integrado a
un sistema de fuego, es una especie muy intolerante, y en su
crecimiento elimina otras vegetaciones de su entorno. Para
eso cuenta con dos armas: una serie de sustancias
alelopáticas producidas en las hojas que perjudican a la
vegetación que crece cerca, y el fuego. Por supuesto que el
ecualipto se quema, pero rebrota, mientras que otras
especies no lo hacen. En Uruguay existe además una cultura
del fuego como parte del manejo agropecuario, porque hay
muchos productores ganaderos que queman el pasto para tener
una pradera más apetecible por el ganado. El incendio es
parte de nuestra cultura productiva, pero un monte natural
no degradado le pone freno en forma eficaz. En cambio los
incendios forestales en Estados Unidos y en Europa son
incontrolables pese a que cuentan con un excelente
equipamiento técnico. La única forma de evitar en el futuro
alguna tragedia humana es que las empresas se hagan
responsables de tener el personal debidamente adiestrado así
como el equipo necesario.
-¿Los montes indígenas,
naturales, no se incendian?
-En el caso de los montes que
bordean los cursos de agua, el fuego se detiene afuera,
prácticamente no entra por el alto nivel de humedad que
contienen. El monte serrano -de sierras- es más propenso al
incendio, en particular cuando ha sido talado alguna vez. El
monte de parque, como la pradera, es relativamente fácil de
apagar. En las plantaciones de eucaliptos y pinos sucede
totalmente lo contrario, son sumamente combustibles.
-O sea que lo raro es que no
haya más incendios.
-Los incendios se pueden
producir espontáneamente, porque un vidrio cumple el efecto
de una lupa, un rayo cae sobre una plantación, un vecino
prende fuego en su campo sin avisar, alguien comete una
pequeñísima imprudencia como dejar caer un cigarrillo en la
ruta.
Carlos Amorín
Convenio
Brecha / Rel-UITA
20 de abril de 2004
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