El director de la Coordinadora de Organizaciones de
Agricultores Familiares del Mercosur (COPROFAM), el
brasileño Alberto Broch, afirmó que gracias a la sintonía
existente entre los gobiernos de Tabaré Vázquez, Luiz Inácio
Lula da Silva, Néstor Kirchner y Nicanor Duarte, el Mercosur
promoverá el avance de políticas para desarrollar el sector
de los pequeños productores agrícolas.
Por otra parte, Broch lamentó que el uruguayo Carlos Pérez
del Castillo no haya podido acceder a la dirección general
de la Organización Mundial del Comercio (OMC), puesto que de
haberlo hecho se habría "humanizado" un órgano que hasta
ahora fue "maléfico" para los países en desarrollo, como
consecuencia de su predisposición a defender los intereses
de las grandes potencias mundiales.
-¿Qué motivo hizo que la COPROFAM se reuniera durante dos
días en Montevideo?
-La Reunión Especializada de la Agricultura Familiar (REAF)
de la COPROFAM se instaló en Uruguay con dos objetivos:
definir propuestas de políticas de Estado que promuevan el
sector de los pequeños productores agrícolas en el Mercosur,
y también se establecieron las pautas para el próximo
Seminario Internacional, donde se discutirán temas
vinculados a la agricultura familiar y los acuerdos
comerciales.
-¿Cuál es la función de la RAEF?
-Luego de 10 años de lucha se conquistó, el año pasado, la
instalación de la Reunión Especializada de la Agricultura
Familiar (REAF), que es un instrumento del organigrama del
Mercosur, que permite mantener un diálogo entre la
organización y los gobiernos para consensuar y discutir
políticas públicas a efectos de fortalecer la agricultura
familiar.
-¿Cuáles son las aspiraciones de la COPROFAM?
-Una de las tantas metas fijadas es lograr la certificación
de la Agricultura Familiar en el Mercosur y obtener avances
en las políticas públicas, las cuestiones comerciales y
disminuir las asimetrías existentes dentro del bloque
regional para promover el desarrollo rural sustentable.
Los gobiernos deben entender que se hace necesario discutir
sobre políticas diferenciadas para promover el desarrollo de
la agricultura familiar.
-¿Usted se
refiere a una política diferenciada, de parte del Estado,
que beneficie al pequeño productor agrícola para terminar
con el éxodo de los trabajadores del campo hacia la ciudad?
-Sí, porque para nosotros es extremadamente importante que
se propongan políticas públicas que promuevan el trabajo del
productor familiar rural.
Alberto Broch, además de director de la COPROFAM,
es vicepresidente y secretario de Relaciones
Internacionales de la Confederación Nacional de
los Trabajadores de la Agricultura (CONTAG),
organización que representa a 25 millones de
trabajadores rurales nucleados en 4.000
sindicatos y 27 federaciones. Broch es también
integrante del Comité Latinoamericano de la
Unión Internacional de Trabajadores de la
Alimentación y la Agricultura (UITA).
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En Brasil, hace 50 años, más del 70% de la población vivía
en el campo y en la actualidad hay solamente un 22% de la
gente que habita en el medio rural. Millones de personas
abandonaron el campo para radicarse en la ciudad. Pero en
Uruguay, los números son terribles porque menos del 5% de la
población vive en el campo.
En la región han desaparecido millones de fincas en el medio
rural producto de políticas neoliberales desarrolladas por
los últimos gobiernos sudamericanos. Este fenómeno no crea
seguridad alimentaria para la población, esto no es
desarrollo, sino que se traduce en empobrecimiento"
-¿Cuáles son las
soluciones que propone la COPROFAM para terminar con esta
problemática?
-Lo que se necesita es provocar que no siga la onda
neoliberal que ha acabado con las políticas públicas, con la
asistencia técnica, con los créditos y con el crecimiento de
un sector agroindustrial que favorezca el desarrollo de la
agricultura familiar.
El neoliberalismo ha implantado y protegido un modelo de
grandes empresas, un sistema monopolista de agricultura, y
esa situación es totalmente errónea desde el punto de vista
sustentable.
Nosotros queremos discutir la inversión en este sector. Es
posible que no desaparezcan las grandes empresas de
agricultura, pero el Estado y sus políticas deben ser
aplicadas en la promoción de empresas familiares de
agricultores.
Nosotros queremos discutir con el gobierno y la sociedad el
fortalecimiento de un modelo que debe promover la calidad de
vida sustentable desde el punto de vista de la seguridad
alimentaria y la producción.
-¿Usted cree que
los gobiernos de los países que integran el Mercosur, además
de los socios no permanentes, aceptarán sus propuestas?
-Tenemos muchas esperanzas en que los gobiernos puedan
acatar las propuestas que vamos a elevar desde la REAF, pero
va a depender mucho de la coyuntura política, de lograr
movilizaciones y de las presiones que cada uno de los
agricultores de los países del bloque regional puedan
realizar con el objetivo de negociar. Nosotros entendemos
que hay un espacio seguro para llevar esto adelante.
-¿La sintonía
política entre los presidentes del Mercosur hace posible un
marco más propicio para que sus propuestas sean tomadas en
cuenta?
-Nosotros entendemos que con Lula (da Silva) en Brasil, con
Tabaré (Vázquez) en Uruguay, con (Néstor) Kirchner en
Argentina y con Nicanor (Duarte) en Paraguay, es posible
avanzar en el Mercosur. No sólo en los aspectos comerciales
de los grandes empresarios, sino también en una integración
verdadera en áreas culturales, de educación y económica.
Con estos gobiernos entendemos que es posible avanzar hacia
un Mercosur realmente integrado.
-¿Cuál es su
visión luego de que el candidato uruguayo a la dirección
general de la Organización Mundial del Comercio (OMC),
Carlos Pérez del Castillo, fue descartado para ocupar la
jefatura de la organización?
-Nosotros entendíamos que un uruguayo como presidente de la
OMC, que además tenía el apoyo del Brasil y de otros
gobiernos, sería muy importante. Pero lo más importante,
para nosotros, era que el gobierno de Uruguay, que está
comandado por Tabaré Vázquez, estaba detrás de la
candidatura de Pérez del Castillo. Esto nos permitía tener
la esperanza de que un órgano que fue tan maléfico para el
comercio internacional se pudiera humanizar.
Con Pérez del Castillo al frente de la OMC se podría haber
elevado en consideración, no solamente los aspectos de los
grandes monopolios internacionales, sino también que se
podrían haber elevado en consideración los aspectos de
apoyos concretos para los países pobres y en desarrollo. Un
gobierno de Uruguay, con Tabaré Vázquez al frente, y un
uruguayo en la máxima jefatura de la OMC nos daba
esperanzas, pero lamentablemente no fue así.
-¿Cómo es la
proporción entre pequeños y grandes productores agrícolas en
la región?
-La cantidad de agricultores familiares en la región es
mucho más importante que la cantidad de agricultores
patronales. Los patronales pueden producir a gran escala,
pero el número de fábricas son más reducidas. En Brasil, por
ejemplo, hay 4.500.000 propiedades que se dedican a la
agricultura: 4.000.000 son familiares y 500 mil son
patronales.
El sector de la Agricultura Familiar produce el 10% del PBI
de Brasil, el 30% del PBI agrícola brasileño y tenemos menos
del 20% de la tierra trabajada. Básicamente, esta realidad
se refleja en otros países de la región, como por ejemplo
Uruguay.
¿Qué es la
COPROFAM?
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores Familiares
del Mercosur (COPROFAM), es una organización integrada por
entidades representativas de productores familiares del
Mercosur ampliado.
Funciona desde 1994 y tiene por objeto facilitar la
inserción de dichos agricultores en el proceso de
integración. La componen: Federación Agraria Argentina
(FAA-Argentina), Confederación Nacional de Trabajadores en
la Agricultura (CONTAG-Brasil), Unión Agrícola Nacional, (UAN-Paraguay),
Mesa Coordinadora de Organizaciones de Productores
Familiares (Argentina), Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR-Uruguay),
Intergremial de Productores de Leche (IPL-Uruguay),
Asociación de Colonos (ACU-Uruguay), Coordinadora de
Integración de Organizaciones Económicas Campesinas (CIOEC-
Bolivia).
Desde su creación la COPROFAM ha desarrollado una permanente
acción en el análisis de las problemáticas del sector y
también ha planteado propuestas concretas en la aplicación
de políticas diferenciadas, en el ámbito del Mercosur.
El Grito de la Tierra en Brasil
El denominado "Grito de la Tierra", que desde hace 10 años
se realiza en Brasil, se tornó una "database de
negociaciones de políticas públicas para la agricultura
familiar", según Alberto Broch.
El Grito de la Tierra es una movilización que le permitió a
los grupos sindicales del sector, reunidos en la
Confederación Nacional de los Trabajadores de la Agricultura
(CONTAG), que a su vez está afiliada a la Unión
Internacional de Trabajadores de la Alimentación y la
Agricultura (UITA), presentarle pautas de reivindicación al
presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Estas movilizaciones lograron abrir un proceso de
negociación con los ministros brasileños de diversas áreas y
el próximo 1º y 2 de junio se realizarán marchas "para
presionar en el avance de las negociaciones y forzar al
gobierno a adoptar medidas concretas tomando en cuenta las
reivindicaciones" de los trabajadores del sector, dijo Broch.
Los pequeños agricultores de Brasil solicitan al gobierno de
Lula 18 billones de reales para poner en marcha el Programa
Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar.
Además, exigen que asuma el compromiso de cumplir con las
metas de Reforma Agraria, negociada con los movimientos
sociales y el cumplimiento de las leyes laborales en
conformidad con lo que exige la OIT, referente a la Salud de
los trabajadores agrícolas y a erradicar el trabajo esclavo
que aun persiste en Brasil.
Fabián
Laureiro
Diario la República
27 de mayo de
2005