Denise es vicepresidenta de la Confederación de Sindicatos
Nacionales (CSN), de Québec, Canadá, que agrupa a 2.800
sindicatos con 300 mil miembros. La CSN fue una de las
principales organizaciones que participaron en el taller
“Acción sindical y Economía Social y Solidaria”, y la que
exhibió mayor desarrollo sobre este tema. En diálogo con
Sirel, Denise explicó la importancia de la relación entre
los sindicatos y la Economía Social y Solidaria (ESS).
-¿Qué
es la CSN?
-Es la
segunda organización en importancia en Canadá, es
específicamente francófona y promueve un modelo de
sindicalismo democrático y libre. Agrupa al conjunto de
diversos sectores como el de la salud, la educación y otros
del ámbito público, y también del privado como los sectores
metalúrgicos, forestales y otros.
-¿Cómo entran ustedes en la práctica de la economía
solidaria?
-Ese
inicio ocurrió ya hace unos cuantos años, e ingresamos
porque nos dimos cuenta de que las trabajadoras y los
trabajadores eran explotados por los bancos financieros o de
crédito, y por tanto decidimos fundar un organismo que se
llamó ACEF y cuyo objeto era proteger la economía de
las familias ayudándolos a hacer presupuestos para sus
gastos o mostrándoles dónde se puede pedir créditos con
intereses más bajos. Ese fue nuestro primer objetivo. Luego
instituimos la Caja de Economía de Trabajadoras y
Trabajadores que desde hace algunos años se transformó
en la Caja de Economía Solidaria. La decisión ha sido
de los propios sindicatos que primero establecieron un fondo
para atender sus necesidades durante las huelgas y los
conflictos, pero que también sirviera para promover empresas
de economía solidaria y sostener organismos culturales.
-¿Puedes poner un ejemplo?
-El
Cirque du Soleil, conocido por tanta gente alrededor del
mundo, es una forma de cooperativa y no lograba obtener
préstamos de la banca convencional. Vinieron a nuestra Caja
y tuvimos el placer de ayudar al inicio de este gran
emprendimiento. A pesar de que ahora maneja millones de
dólares, el Cirque du Soleil continúa teniendo sus
cuentas en nuestra Caja, y de esa manera contribuye a que
podamos seguir desarrollando constantemente nuestra
política. Otro aspecto importante de nuestra acción en este
plano es la ayuda a las empresas recuperadas por sus
trabajadoras y trabajadores. Tenemos un departamento llamado
MCE, Consejo que está integrado por economistas y
expertos fiscales. Cuando nos enteramos de que alguna
empresa con sindicatos nuestros se encuentra en dificultades
acudimos para asesorarlos, y ocurre que a menudo esas
empresas quebradas se vuelven emprendimientos cooperativos
que practican la democracia en el trabajo. Resumiendo:
sostenemos a nuestros sindicatos en la acción, y en segundo
lugar respondemos a necesidades sociales con las cuales nos
comprometemos.
-¿Y
funciona?
-Por
cierto que sí. En 1998, en el marco de la Cumbre sobre el
Empleo el gobierno de Québec organizó un gran Foro en
el cual participaron las organizaciones de la sociedad
civil, en cuyo transcurso decidimos de manera unánime fundar
–con el apoyo del gobierno–
el Chantier de Economía Social
que es la instancia principal de coordinación institucional
en la economía social y solidaria, y en cuyo Consejo de
Administración participamos desde hace mucho tiempo. O sea
que en Québec existe una cultura sobre éste
–la
ESS–
pero también procuramos sostenerla porque ella es poco o
nada conocida por las grandes instituciones financieras, y
por tanto nos hemos dotado de los mecanismos necesarios para
promoverla. También pusimos en pie el Fondo de Acción que es
una caja de ahorro previsional donde la gente coloca dinero
para tener una mejor jubilación, pero que se invierte en
cooperativas o empresas de ESS. No pensamos que toda la
economía debe ser social o que todas las empresas deban ser
del Estado, pero nuestra opción como sindicatos es hacer lo
que podamos para que las empresas de la ESS puedan ser
viables.
-Para
muchos el vínculo entre la ESS y la acción sindical no es
visible. ¿Por qué es importante para ustedes?
-Diría
que es importante para todo Québec. Somos la única
provincia francófona de Canadá, y al mismo tiempo muy
próxima a Estados Unidos, y para nosotros es esencial
subrayar los rasgos que nos hacen una comunidad
diferenciada. Pienso que nuestros miembros entienden bien
que si bien nos ocupamos del campo social, no dejamos de
priorizar y de atender la acción sindical, la negociación,
la movilización, las huelgas y demás. Pero también debemos
ser capaces de intervenir fuertemente en el campo social.
Hay muchas razones para ello, pero sobre todo que queremos
fortalecer un sector capaz de crear los empleos que por
diversas razones va destruyendo el sistema hegemónico. Y el
gobierno, en tanto, tiene la obligación también de apoyar y
sostener a este sector que tiene capacidad de absorber parte
del desempleo.
Cuando
asumió por primera vez el actual primer ministro, Jean
Charest, que ahora está en su tercer mandato, pretendió
destruir a la CSN, no solamente en nuestra acción
sindical sino también como promotora del movimiento social,
pero no lo logró, porque incluso los grandes periódicos, que
son capitalistas neoliberales, saben perfectamente que no
nos pueden atacar porque es agredir nuestra idiosincrasia,
la imagen de Québec al interior de Canadá.
A pesar
de recibir críticas, como cualquier organización sindical,
también recibimos expresiones de apoyo o por lo menos de
reconocimiento por nuestra labor.
-¿Cuál es tu balance del Taller sobre “Acción sindical y ESS”
en Luxemburgo 09?
-Estoy
bastante satisfecha, siendo que fuimos nosotros quienes
solicitamos que se organizara este taller porque pensamos
que tenemos que ser capaces de mostrar a nuestros amigos
sindicales modelos diversos de integración entre sindicatos
y ESS. Nuestro modelo no es perfecto, pero está muy
avanzado en relación con lo que vimos en el Taller. También
sentimos que hay organizaciones, sobre todo europeas, que
ven que nuestra acción sobre la ESS es un gesto
mercantil, pero para nosotros es un soporte, un apoyo
social, lo que es muy distinto. En nuestra opinión, los
sindicatos deben ser actores sociales de primera línea,
deben estar comprometidos en la lucha contra la pobreza, por
una mayor igualdad entre las regiones, y también ser una
ayuda para crear riqueza por medio de un modelo diferente al
neoliberalismo en el cual la gente no se sienta tan
explotada como en el capitalismo. Creo que esta actitud crea
ámbitos de diálogo y eso, en estos tiempos, ya es todo un
éxito.
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