Esta semana se celebra en Montevideo la V Asamblea de la Coordinadora de Productores Familiares del MERCOSUR (Coprofam). Facco es asesor de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CONTAG (Brasil), y como tal se encuentra en esta ciudad dando los puntillazos finales en la organización de esta reunión regional. SIREL dialogó con él al respecto.

-¿Qué es la Coprofam?

-Es una coordinadora de organizaciones de productores familiares del MERCOSUR que fue creada en 1994 y que intenta influir en las políticas públicas a favor de sus integrantes. Durante esta semana la Coprofam está manteniendo su V Asamblea y un Seminario de la Agricultura Familiar en el MERCOSUR. En este evento participarán unas 12 organizaciones de Perú, Chile, Bolivia, Paraguay, Argentina, Uruguay y Brasil.

-¿Qué se discutirá en el seminario?

-Trataremos asuntos de política comercial internacional, como la agricultura en la OMC cuya VI Reunión Ministerial está bien próxima, pues ocurrirá en diciembre en Hong Kong.

-¿Cuál es la importancia de esa reunión para el MERCOSUR?

-Es clave, porque allí se discutirá sobre los subsidios agrícolas y es donde podremos demandar un trato preferencial para los países en desarrollo. Aquí se definirán las reglas comerciales multilaterales para los próximos 10 o 15 años, y si no obtenemos ese trato preferencial tendremos que enfrentar problemas muy serios y graves en nuestra agricultura. Este seminario tratará estos temas, y quizás de allí la Coprofam pueda sacar algunas recomendaciones a tiempo a para llevarlas a la reunión de Hong Kong. Otro punto importante del seminario es el acuerdo entre el MERCOSUR y la Unión Europea. En los últimos tres años las organizaciones sociales latinoamericanas hemos intentado detener el ALCA, pero el tratado entre MERCOSUR y la UE es aún peor. Se está negociando en estos momentos, pero los gobiernos locales no son transparentes, no informan acerca de lo que están discutiendo y en qué términos, lo que impide una movilización social al respecto. También habrá un espacio para analizar la interna del MERCOSUR, sus marcos jurídicos internos y su práctica real. Esto nos permitirá tener una idea más clara de cuál es la situación de nuestra integración, y dónde nos vamos a parar en este espacio, esencialmente desde el lugar de la agricultura familiar. Finalmente, entre el 1 y el 5 de noviembre celebraremos la IV Reunión especializada en Agricultura Familiar, en la cual intentaremos sacar dos recomendaciones para el GMC: una línea de crédito para la agricultura familiar y un programa de seguro de renta y seguro agrícola que empiece por asistir a los países más chicos como Uruguay y Paraguay, con apoyo de los fondos estructurales que se aprobaron este año durante la cumbre de Asunción. Estos fondos provendrán de una tasa aplicable a todas las transacciones comerciales intra MERCOSUR.

-¿Es muy asimétrico el desarrollo de la agricultura familiar en el MERCOSUR?

-Las asimetrías son muy fuertes, y demandan una intervención del Estado para que las más débiles puedan desarrollarse. En Brasil tenemos algunas políticas públicas en el marco del Pronaf, pero en Paraguay, por ejemplo, no existe nada comparable y los agricultores están en la mayor soledad. La idea es que en un plazo de cinco años los países estén desarrollando políticas públicas que vayan disminuyendo las asimetrías, y los campesinos puedan tener acceso al crédito, a la investigación, al comercio. Algunas cosas ya están empezando a andar, pero debemos hacer mucho más, incluyendo la capacitación de las organizaciones para que tengan fuerza, propuestas, y puedan intervenir en los espacios públicos.

-¿Cuál es la meta para esta V Asamblea?

-Que pueda redefinir sus principios, su plan de acción y de trabajo para la próxima gestión, que consiga elegir bien la nueva directiva y que apruebe propuestas concretas para la agricultura familiar en el ámbito de la OMC, del acuerdo MERCOSUR con la Unión Europea, y sobre todo para la armonización interna del propio MERCOSUR en la Reunión Especializada.

Entrevista de Carlos Amorín

© Rel-UITA

25 de octubre de 2005