La CONTAG y la lucha por la tierra
Otras tres
haciendas son desapropiadas en Mato Grosso
do Sul |
A principios de mes, el Diario Oficial de la Unión publicó un
decreto del presidente Luiz Inácio Lula da Silva
desapropiando tres haciendas en Mato Grosso do Sul.
Se estima que 300 familias sean asentadas en esa área hasta
fin de año. Las haciendas desapropiadas son Canoas I y
Canoas III, a 440 km. de Campo Grande y la hacienda
Santa Lúcia, a 83 km de la capital del estado. Juntas,
suman 4,7 mil hectáreas.
Antes de recibir las familias, el área pasará por estudios de
suelo, clima y relieve. Según el presidente de la
Federación de los Trabajadores en Agricultura de Mato
Grosso do Sul (FETAGRI/MS), Vladimir Nobre, hace seis
años la Fetagri lucha por la desapropiación de estas
propiedades.
“Para la FETAGRI, la medida representa una victoria .
Cada noticia de decreto de desapropiación representa una
victoria del movimiento sindical. Para las familias que
están debajo de una carpa de lona, en la expectativa de
tener un pedazo de tierra para trabajar, generar empleo
y mantener su familia, esto es todo en la vida”,
declaró.
El secretario de Política Agraria y Medio Ambiente de la
CONTAG, Paulo Caralo, alertó que los propietarios de las
haciendas Canoas I, Canoas III y Santa Lúcia aún pueden
recurrir en la justicia para pedir la reintegración de
la propiedad. “Ese pleito
necesita de una reformulación de la legislación,
porque no podemos admitir que
después que el Incra tiene la emisión
de posesión de un área, el
propietario gane en la justicia y
retome esa área que ya es definitivamente
del gobierno federal”, explicó. Todavía, según
el secretario, en todo Brasil la CONTAG tiene
mas de 100 mil familias acampadas que
aguardan la desapropiación de tierras.
La FETAGRI del estado asentó 18 mil
familias, pero aún existen 12 mil acampadas
esperando un pedazo de suelo. De acuerdo con
Vladimir Nobre, 1,5 mil aguardan el crédito
para la tierra “ Aquí en Mato Grosso do Sul,
lo que más tenemos son tierras para hacer
asentamientos.
El gran problema es que no
disponemos del programa de
reforma agraria en nuestro país.
Arnaldo Júnior y Leticia Souza