Santiago de Chile, 24
de noviembre de 2005
Sr. Ministro de
Trabajo y Seguridad Social
Yerko Ljubetic
Presente
De nuestra
consideración:
Nos dirigimos a usted
con la finalidad de solicitar su
colaboración para que Chile ratifique el
Convenio 184 de la OIT sobre Seguridad y
Salud en la Agricultura. En este sentido, las
gestiones que usted pueda realizar a efector
de que el Poder Ejecutivo envíe el mensaje
correspondiente al Parlamento serían de suma
utilidad.
Este Convenio y la
Recomendación 192 fueron aprobados por
la Conferencia Internacional del Trabajo,
en su 89ª reunión (junio 2001). Ambos
documentos fueron aprobados por amplia
mayoría. El Convenio obtuvo 402 votos
a favor, 2 en contra y 41 abstenciones,
mientras que la Recomendación obtuvo
418 votos a favor, ninguno en contra y 33
abstenciones.
La importancia de este
convenio radica en que por primera vez en
el derecho internacional se garantiza a
los/as trabajadores/as agrícolas –no
importando si son permanentes o temporales-
los mismos derechos y niveles de protección
que a otras categorías de trabajadores.
Se estima en 450
millones los hombres y mujeres que trabajan,
en todo el mundo, como asalariados en la
agricultura. Vale decir que representan más
del 40 por ciento de la fuerza de trabajo
agrícola mundial de 1.100 millones de
personas. Entre el 20% y el 30% de los
trabajadores agrícolas son mujeres y el
trabajo infantil es un problema que todavía
está lejos de ser solucionado en este
sector. Por lo tanto, el primer aspecto a
resaltar del muevo Convenio, es que además,
contrariamente a lo que pudiera pensarse,
la seguridad y la salud, son temas de
enorme importancia para los trabajadores y
trabajadoras agrícolas. En 1997, la OIT
estimaba que 170.000 personas murieron como
consecuencia de accidentes en la agricultura
y más de 160 millones contraen anualmente
enfermedades debido a los peligros y
exposiciones -especialmente a los
agrotóxicos- en los lugares de trabajo.
El nuevo Convenio
apunta a revertir esta situación.
Los convenios
internacionales del trabajo son adoptados
por la Conferencia Internacional del Trabajo
(CIT) y están abiertos a la ratificación
de los Estados Miembros, siendo instrumentos
que obligan a los países que
libremente los ratifican, ya que se
comprometen así voluntariamente a
aplicar sus disposiciones, armonizando la
legislación nacional, la práctica y
aceptando un control internacional.
Las recomendaciones
también son adoptadas por la CIT, pero a
diferencia de los convenios no pueden ser
ratificadas, son instrumentos
internacionales que establecen principios
rectores, no obligatorios, que pueden
orientar las políticas y las prácticas
nacionales.
La Unión
Internacional
de Trabajadores de la Alimentación,
Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y
Afines (UITA),
federación sindical internacional compuesta
por 334 organizaciones afiliadas en 120
países, trabajó intensamente coordinando
actividades con sus organizaciones
afiliadas, desde mucho antes de la primera
discusión del Convenio 184 en el año 2000.
La CNC, la UNT y la
UITA han comenzado una campaña nacional de
ratificación de dicho convenio.
Llegó el momento en que
aquellos votos emitidos en la Conferencia
Internacional del Trabajo se conviertan
ahora en ratificaciones por parte de los
gobiernos.
Por lo anterior, los
trabajadores del agro solicitamos un
pronunciamiento que permita dar organicidad
a la normativa ya existente, en concordancia
con los puntos que incorpora el Convenio
184, muchos de los cuales se encuentran
dispersos en distintas leyes. Es decir,
pedimos que se lleven adelante acciones que
permitan una mejor ejecución y fiscalización
de su cumplimiento, lo que debería redundar
en mejoras sustantivas en las condiciones
laborales de quienes nos desempeñamos en
funciones ligadas a la agricultura, una del
as principales fuentes exportadoras de
nuestro país.
Chile se ha
caracterizado por ser uno de los países que
se encuentra a la vanguardia en lo respecta
a la ratificación de los convenios de la
OIT. En la medida que el Convenio 184 viene
a llenar una sentida necesidad, confiamos en
contar con su apoyo en el proceso para la
ratificación por parte de nuestro país de
este documento.
Saludamos a usted muy
atentamente,