La
mayoría de los países en desarrollo quieren ser capaces
de designar 20 por ciento de sus importaciones agrícolas
como "productos especiales", sujetos a escasa o ninguna
reducción arancelaria, como parte de la conclusión de
las actuales negociaciones comerciales.
Una cuestión clave ha ocupado el centro de las negociaciones
mundiales de comercio: si los países en desarrollo
tienen derecho a la seguridad alimentaria y a proteger
el sustento de sus agricultores, o si deben permitir que
las importaciones baratas desplacen a la agricultura
nacional.
¿Los países en desarrollo tienen derecho a proteger su sector
agrícola de los efectos nocivos de las importaciones
baratas?
La mayoría de los países en desarrollo así lo creen. En la
Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentan que
la seguridad alimentaria y el sustento de sus
agricultores son más importantes que el principio
abstracto del libre comercio o el acceso a los mercados.
Sin embargo, se enfrentan a Estados Unidos, que pretende
derribar las barreras para sus productos agrícolas,
fuertemente subsidiados y por tanto artificialmente
baratos. Respaldan a Estados Unidos algunos países en
desarrollo, como Tailandia, que quieren exportar más.
Está en juego el destino de cientos de millones de
agricultores. La mayoría de los países también quieren
producir sus propios alimentos, por una cuestión de
seguridad y para ofrecer ingresos a los campesinos
pobres y a la vez ahorrar divisas.
Ya hubo protestas de agricultores en varios países, como
Indonesia, Filipinas, Ghana y Senegal, y también en el
Caribe, porque la venta en sus propios países de
alimentos importados por debajo del costo desplaza a la
producción local.
Ahora, una gran batalla se libra en la OMC sobre este asunto,
y el contenido emocional es muy fuerte. Si no se
resuelve a corto plazo, las negociaciones mundiales de
comercio podrían descarrilar.
Recientemente, la gran mayoría de los países en desarrollo
reaccionaron con indignación cuando Estados Unidos,
respaldado por un puñado de países, rechazó (y hasta
ridiculizó) su propuesta de proteger los intereses de
seguridad alimentaria y el sustento de los agricultores
pobres.
La mayoría de los países en desarrollo quieren ser capaces de
designar 20 por ciento de sus importaciones agrícolas
como "productos especiales", sujetos a escasa o ninguna
reducción arancelaria, como parte de la conclusión de
las actuales negociaciones comerciales. Se trata de
productos vinculados con la seguridad alimentaria, el
sustento de los agricultores o el desarrollo rural.
También proponen la creación de un "mecanismo de salvaguardia
especial" para permitir que los países en desarrollo
impongan un arancel mayor a determinadas importaciones
agrícolas en caso de que aumente el volumen o caiga el
precio de éstas, de modo que amenacen la producción
nacional.
Los conceptos de productos especiales y mecanismo de
salvaguardia especial ya han sido acordados. La cuestión
ahora es cómo implementarlos, por ejemplo, determinar
cuántos productos podrían designarse como "especiales" y
cómo deberían ser tratados en términos de reducción
arancelaria.
Recientemente, Estados Unidos contrapropuso que sólo cinco
líneas arancelarias se designaran como "especiales". Los
países en desarrollo lo consideraron ridículo, dado que
típicamente tienen más de mil líneas arancelarias en el
área de la agricultura, y algunos productos clave, como
el arroz, abarcan entre 20 y 50 líneas.
Para Estados Unidos, estos "productos especiales" deben
someterse también a recortes arancelarios, y algunos de
ellos a "arancel cero".
Algunos países en desarrollo, como Tailandia y Malasia,
también apoyaron la aplicación de severas restricciones
y condiciones al uso de productos especiales.
Estados Unidos propuso también varias restricciones y
condiciones al uso del mecanismo de salvaguardia, al
punto de que éste se volvería inútil.
Cuatro poderosas agrupaciones que constituyen la mayoría de
los países en desarrollo se unieron para emitir un
"manifiesto conjunto" en contra de los intentos por
restringir y debilitar el uso de los productos
especiales y el mecanismo de salvaguardia especial.
El Grupo de África, el Grupo de los 33 (encabezado por
Indonesia), el Grupo de África, el Caribe y el Pacífico
(ACP) y el Grupo de los países menos adelantados
advirtieron que no pueden aceptar ningún acuerdo de la
OMC sobre agricultura que no atienda sus necesidades de
seguridad alimentaria, seguridad del sustento y
desarrollo rural.
Gusmardi Bustami, embajador de Insonesia, dijo que "no es
posible ningún acuerdo que amenace los productos
especiales y el mecanismo de salvaguardia especial desde
una perspectiva puramente comercial o de acceso a los
mercados, o que disminuya o elimine el valor de ambos
para el desarrollo".
Agregó que ambos instrumentos tienden a "satisfacer las
necesidades de millones de agricultores pobres de todo
el mundo, cuya seguridad alimentaria, sustento y
desarrollo rural son amenazados por la apertura
desenfrenada de los mercados".
"Nuestro millón de agricultores no debe ser sacrificado en
esta Ronda. Si estos países siguen atacando nuestros
conceptos de productos especiales y mecanismo de
salvaguardia especial, ya no tendrá sentido continuar
estas negociaciones".
La lucha por las importaciones agrícolas y la seguridad
alimentaria ha pasado a ocupar el centro de las
negociaciones en la OMC. La esencia de este asunto es
crucial: si los países en desarrollo tienen derecho a
defender su seguridad alimentaria y el medio de vida de
sus agricultores.
Martin Khor
Red
del Tercer Mundo
30 de
mayo de 2006