La subida del arroz a
su nivel más alto en 20 años pone en jaque a 2.500 millones de asiáticos. Las
malas cosechas y el aumento de la demanda impulsan la carestía del grano
mientras los países productores restringen sus exportaciones
El precio del arroz ha subido a
su máximo de los últimos 20 años impulsado por la fuerte carestía de las
materias primas y causando un verdadero quebradero de cabeza a los gobiernos
asiáticos, donde más de 2.500 millones de personas dependen de este barato y
abundante alimento, según informa hoy el diario británico Financial Times.
El arroz Thai, de
referencia mundial, se ha encarecido durante la última semana pasando la barrera
de los 500 dólares la tonelada (unos 338 millones de euros) por primera vez
desde 1989, según los datos de la Organización de Alimentación y Agricultura de
Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en inglés), obligando a los países
importadores a un mayor desembolso para garantizar el suministro de un producto
básico en los países asiáticos.
Robert Zeigler,
director del Instituto Internacional del Arroz en Manila, afirmó que los
gobiernos y dirigentes políticos deberían estar preocupados por la fuerte alza
en los precios del arroz. “Si la historia es un indicador, deberíamos estar
preocupados porque la escasez de arroz ha provocado en el pasado tensiones
sociales”, advirtió.
El arroz de Estados Unidos
en Chicago -de referencia por ser el cuarto mayor exportador de grano- ha
escalado hasta marcar un nuevo récord en 400 dólares por metro cúbico (unos 270
euros), más de un 75 por ciento más caro que hace un año.
Los altos precios y lo ajustado
de las existencias está forzando a los países productores de arroz -entre ellos
Vietnam, India y Egipto- a restringir sus exportaciones en
los últimos meses en un intento para mantener los mercados internos abastecidos
y los precios domésticos bajo control.
En este sentido, Filipinas
-país dependiente del exterior y el mayor comprador del grano- y Vietnam
han abierto negociaciones por primera vez en la historia para garantizar el
suministro de arroz a los mercados filipinos para los dos próximos años.
Según añade el Financial Times,
los expertos atribuyen el alza en los precios del arroz al mal tiempo, que ha
mermado las cosechas; el desarrollo urbanístico, que ha reducido los terrenos
dedicados a su cultivo, y la fuerte demanda que surge de las economías
emergentes de China, India y otros Estados asiáticos.
A pesar de que la producción
total del grano ha crecido hasta los 420 millones de toneladas en la presente
temporada, la demanda sigue siendo superior (unos 423 millones de toneladas), lo
que está condicionando los precios al alza y dejando la puerta abierta a una
próxima caída en las existencias, según el Departamento de Agricultura de
Estados Unidos.
Además, los stock de arroz han
caído esta temporada hasta los 70 millones de toneladas, el nivel más bajo de
los últimos 25 años y menos de la mitad de las 150 toneladas que alcanzaron las
reservas mundiales del grano en el pasado año 2000.
Asia,
donde la mayoría de las personas se alimentan a base de arroz, no ha registrado
hambrunas desde los años setenta, y los últimos precios altos del arroz y otros
productos básicos auguran tensiones sociales.
El País, Madrid
5 de marzo de 2008
|