En Brasil, el agronegocio recibe el 90 por ciento de la
financiación pública destinada a la producción agrícola,
mientras utiliza agrotóxicos prohibidos en la Unión Europea
El agronegocio en Brasil recibe
prácticamente la totalidad del dinero público que ese país
destina para las inversiones en la producción agrícola, a
pesar de que prácticamente no produce para el consumo
interno, y que utiliza químicos altamente tóxicos que fueron
prohibidos en la Unión Europea (UE).
Durante la cosecha 2007/2008, el dinero público
que se destinó al agronegocio en Brasil representó
cerca de la totalidad de las inversiones en la producción
agrícola que se realizaron en el país, según datos oficiales
difundidos este miércoles por la Agencia Púlsar.
De acuerdo con la información que presentó dicha
agencia de prensa, el Estado brasileño destinó al
agronegocio cerca de cuarenta mil millones de dólares, lo
que supera en casi diez veces al monto que fue destinado a
la agricultura familiar.
Paradójicamente, es la agricultura familiar la
que proporciona los alimentos para el consumo interno; el 49
por ciento del maíz, el 79 por ciento de los frijoles, el 54
por ciento de la leche, y el cuarenta por ciento de los
productos avícolas son producidos por emprendimientos de
pequeña escala, mientras que el agronegocio se ocupa de
producir fundamentalmente para la exportación.
La información de la alta financiación que recibe
el agronegocio por parte del Estado salió a la luz al mismo
tiempo que se reveló otra alarmante noticia, que refiere a
que el agronegocio brasileño ha estado utilizando
componentes químicos en sus agrotóxicos que están prohibidos
en los países en los que se elaboran, debido a su altísimo
nivel de toxicidad.
Estos componentes, elaborados en países
pertenecientes a la Unión Europea, fueron utilizados
en los agrotóxicos que se utilizan en el cultivo de más de
dos decenas de variedades de granos, verduras y frutas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
éstos podrían ser causantes de problemas en el sistema
reproductivo, en el sistema nervioso, y podrían resultar
cancerígenos.
De acuerdo con material difundido por la
Radioagência Noticias do Planalto, la Agencia Nacional de
Vigilancia Sanitaria de Brasil habría estado investigando la
peligrosidad de estas sustancias, pero sus investigaciones
fueron suspendidas por la presión ejercida a raíz de los
fuertes intereses económicos.
Frente al escenario actual de denuncia y alerta
de la OMS, la Agencia Nacional de Vigilancia
Sanitaria informó que reevaluará el registro de nueve
sustancias, que se utilizan en la elaboración de 99
agrotóxicos.
Tomado de Radio
Mundo Real
5 de septiembre de 2008
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