En ocasión de la inauguración de la
reunión anual del Comité del Grupo Profesional de Trabajadores de la Agricultura
(GPTA) de la UITA en Buenos Aires, Gerardo Iglesias, señaló la grave situación
de pobreza, hambre y violación a los derechos humanos que vive el sector
campesino y los asalariados rurales en todo el continente. Una situación, dijo
Iglesias, generada por el acaparamiento y la extranjerización de la tierra, así
como por la expansión del modelo de los monocultivos a gran escala.
“El sector agrícola está muy bien,
pero solamente para el agronegocio y el latifundio. Los niveles de concentración
de la tierra en nuestra región están produciendo fenómenos de contrarreforma
agraria, extranjerización y altos niveles de violencia y de violación de los
derechos humanos”, dijo Iglesias.
El secretario regional de la UITA
recordó la represión y los asesinatos perpetrados contra dirigentes sindicales y
de organizaciones campesinas en Brasil, Colombia, Honduras
y Guatemala.
“Por defender la reforma agraria, la
selva, el medio ambiente en general y fortalecer el sindicalismo, varios
dirigentes de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Agricultura (CONTAG)
de Brasil han sido asesinado.
Asimismo, en el Bajo Aguán, en
Honduras, 54 campesinos organizados han sido asesinado por la simple razón
de exigir el acceso a la tierra y a una vida digna, en medio de la expansión del
cultivo de palma africana a gran escala”, dijo.
En este sentido, Iglesias
explicó que la UITA y ALBA SUD acaban de realizar un
video/documental sobre el conflicto agrario en el Bajo Aguán, con el que se
pretende levantar el velo de silencio sobre esta dramática situación.
“En esta reunión vamos a hablar
sobre la expansión de los monocultivos, la producción de agrocombustibles, en
detrimento de la producción de alimentos y la soberanía alimentaria.
En este mundo –continuó el
dirigente- nunca se produjeron tantos alimentos, pero 1 de cada 7 habitantes del
planeta sufre hambre crónica. Los alimentos están, lo que falta es democracia.
Por eso hay que seguir fortaleciendo
el movimiento sindical rural, promocionando la soberanía alimentaria, el trabajo
decente y respaldando al movimiento campesino”, concluyó Iglesias.
Retomando el lema de la reunión del
GPTA, Norberto Latorre, presidente del Comité Ejecutivo
Latinoamericano de la UITA, aseveró que, pese a los
altos niveles de violencia y represión contra los procesos organizativos en el
sector rural, hay que seguir luchando.
“No hemos
escatimado recursos para dar a conocer al mundo la represión desatada en
Honduras luego del golpe de estado en 2009 y en Paraguay en este año.
Aguardamos que esta reunión, sus resoluciones y líneas de trabajo a ser
adoptadas, consoliden la lucha a favor de la familia rural y una vida digna en
el campo”, finalizó Latorre.
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