La Ley de Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar, que
recibió la aprobación de 227 votos por 105 en contra y tres
abstenciones, obliga al Estado a impulsar políticas y
programas para fortalecer la producción y la
comercialización.
Con esta nueva ley el estado estará obligado a brindar
apoyos y estímulos a la producción, divulgar avances
tecnológicos, controlar los inventarios, diversificar el uso
de la caña de azúcar y desarrollar proyectos entre
productores de caña y las fábricas.
La producción mexicana de azúcar ascendió a 4,9 millones de
toneladas en la zafra que concluyó a mediados del año
pasado.
La nueva ley prevé la creación de un Comité Nacional y una
Junta Permanente de Arbitraje como instancias de
coordinación en las que estarán representados, en paridad,
todos los involucrados con esta agroindustria.
El dictamen aprobado indicó que esta actividad productiva
genera más de 440.000 empleos, entre permanentes y
temporales, y sus beneficios directos e indirectos se
extienden a 2,5 millones de personas, a través de los 58
ingenios (fábricas procesadoras de azúcar) en el país.
Este sector aporta el 13,5 por ciento de la producción
agrícola y representa el 0,5 por ciento del Producto Interno
Bruto (PIB).
El pasado 19 de diciembre el presidente, Vicente Fox,
anunció un plan para reducir presiones inflacionarias y
fortalecer el crecimiento económico que considera rebajas en
las tarifas eléctricas y en los aranceles de bienes de
capital y de varios productos, entre ellos el azúcar.
Frente a señales de escasez de azúcar, en noviembre pasado
el gobierno autorizó la entrada libre de arancel de 100.000
toneladas del producto proveniente de Guatemala, Colombia y
Brasil, y otras 23.457 toneladas de Costa Rica.
La nueva ley deberá ser aprobada por los senadores para su
entrada en vigor.
EFE
18 de
marzo de 2005