Bajo Aguán:
¿Hasta cuándo?
Otro campesino asesinado,
otra familia de luto
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Doninely “Adonis” López
Alvarado, de 46 años, fue asesinado de seis balazos de armas de grueso calibre
mientras se trasladaba en su motocicleta hacia el asentamiento La Confianza, en
la margen derecha del rió Aguán. Pertenecía a la empresa Camarones y era miembro
del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA). Con ese vil atentado suman
46 los campesinos organizados que han sido asesinados en los últimos dos años y
medio en el marco del conflicto agrario en el Bajo Aguán.
El cruel asesinato
ocurrió el 11 de abril pasado en las inmediaciones de la planta extractora
propiedad de la cooperativa Salamá, a poca distancia de la entrada del
asentamiento La Confianza, una de las fincas recuperadas por el MUCA
y objeto hoy de negociaciones entre las organizaciones campesinas, los
terratenientes productores palmeros y el gobierno.
“Lo asesinaron sin
piedad como ya han asesinado a muchos otros compañeros. Están tratando de
presionarnos para que aceptemos firmar un acuerdo con el gobierno que nos
asfixiará económicamente para así volver a quitarnos la tierra.
Es la estrategia que
siempre usan. Nos asesinan para tratar de amedrentarnos y ablandarnos. Lo han
hecho hace poco con el compañero Matías Valle y ahora con ‘Adonis’
López”, dijo a Sirel, Vitalino Álvarez, vocero del MUCA
margen derecha.
Este hecho de sangre
que enluta nuevamente el Bajo Aguán y las cientos de familias campesinas que
siguen luchando por el acceso a la tierra y el derecho a tener una vida digna,
evidencia una vez más la falta de voluntad del régimen hondureño para tratar de
resolver el grave conflicto agrario existente y romper el círculo vicioso de la
impunidad, así como la inutilidad de la militarización de la zona.
“Era un compañero muy
comprometido que trabajaba de albañil, entrenando a otros compañeros que iban a
trabajar en los proyectos de construcción. No tenía cargos directivos en el
MUCA, pero siempre se destacó por su participación en el movimiento”,
recordó Álvarez.
La grave crisis de
derechos humanos y la impunidad que reinan en el Bajo Aguán, más la pérdida de
tantas vidas humanas en los últimos años, han sido objeto de creciente
preocupación por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH), la cual se refirió a ese tema en su
Informe anual de 2011.
Asimismo, las
organizaciones que integraron la Misión Internacional de Verificación
continúan trabajando para que la comunidad internacional siga con los ojos
puestos en el Bajo Aguán.
“Condenamos la
inseguridad en que estamos viviendo y el desinterés del Estado en dar una
respuesta a esta problemática. La gente vive aterrorizada y de nada ha servido
militarizar la región, porque los asesinos siguen al acecho y ninguno de los
delitos cometidos ha sido esclarecido, ni los responsables fueron castigados ”,
concluyó el vocero del MUCA.
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