Colombia  | SINDICATOS

 

Con Carlos Daniel Ardila

Un camino de muertos, desaparecidos

y sobreexplotación laboral

 

 

EN DIÁLOGO

 

       

Ardila es presidente de SINTRAINAGRO seccional Puerto Wilches. Visitamos la zona y dialogamos con él mientras se desarrolla la huelga en la empresa Oleaginosas Bucarelia. Ésta persiste en invocar una supuesta crisis económica y fitosanitaria para exigirle al Sindicato que renuncie a 23 artículos de la Convención Colectiva vigente, que acepte el incremento de trabajadores tercerizados y las Cooperativas de Trabajo Asociado.

 

Para mejor comprender esta realidad, vale saber que las trabajadoras y trabajadores de la Palma Africana en el Magdalena Medio, considerada “zona roja”, han sido sometidos por muchos años -y aún lo son- a una violencia generalizada: la presencia de grupos armados FARC, ELN y Paramilitares, y ahora las denominadas bandas criminales o “Bacrim”, reductos surgidos de la supuesta desmovilización paramilitar durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.

A una decisión de afiliación sindical las empresas aquí responden con el despido inmediato, y si el trabajador persiste, surge la violencia

 

-¿Qué tiempo llevas en la lucha obrera?

-Desde mi infancia estoy trabajando fundamentalmente en toda la zona del Magdalena Medio y la Costa Atlántica, pues nací por allí, pero estoy en la vida sindical desde los 17 años. En la actualidad tengo 58.

 

-¿Cuál ha sido la mayor dificultad en tu tarea como organizador y activista sindical?

-Toda nuestra lucha ha sido un camino de muertos, desaparecidos y sobreexplotación laboral. Sólo aquí, en Puerto Wilches, hemos enterrado a ocho directivos sindicales asesinados por los paramiliares; tenemos cuatro desaparecidos, y el compañero más recientemente asesinado fue nuestro tesorero, Ovidio Llorente, que cayó víctima de las balas en 2009.

 

Estos asesinados y desaparecidos, sindicalistas de SINTRAINAGRO, se suman a una estela de violencia y muerte jalonada por las vidas perdidas de otros luchadores sindicales del sector petrolero –organizados en la Unión Sindical Obrera de Trabajadores Petroleros (USO)– y de líderes campesinos aquí en el Magdalena Medio.

 

-¿Se han encontrado a los responsables intelectuales y materiales de los asesinatos?

-Se mantienen en la impunidad, y de los desaparecidos no se sabe absolutamente nada.

Aquí el poder lo tienen los empresarios; ponen alcaldes, concejales y quién sabe si los curas se salvan de las influencias ante los obispos

 

-¿En qué empresas palmeras de la región tiene presencia SINTRAINAGRO?

-En Agrícola del Norte, Palmas de Puerto Wilches, Agropalma, Brisas y Oleaginosas Bucarelia. Pero existe otro sindicato, SINTRAPALMA, que tiene presencia en la empresa Monterrey con 130 afiliados, y que, como nosotros, también pertenece a la CUT.

 

-¿Todas las empresas palmeras tienen plantas extractoras?

-No, sólo Bucarelia, que entre trabajadores de plantación y de extractora cuenta con 3.200 asalariados.

 

Monterrey tiene 3.600 empleados y Brisas 3.000. Claro que la absoluta mayoría son tercerizados y/o cooperativizados, que no cuentan con sindicato ni Convención Colectiva.

 

-¿Qué destino tiene la producción de aceite de palma?

-La mayor parte para agrocombustible que se entrega a Ecopetrol, y una pequeña proporción se exporta.

A una decisión de afiliación sindical se responde con el despido inmediato, y si el trabajador persiste, surge la violencia. Cuando la lucha es colectiva el método es la indemnización por retiro voluntario, es decir, le dan al trabajador o trabajadora un dinero y la oferta de continuar trabajando en una Cooperativa de Trabajo Asociado.

 

-¿Cuántos trabajadores están sindicalizados?

-Sumando las diferentes empresas, SINTRAINAGRO tiene 246 afiliados, y en Monterrey SINTRAPALMA tiene 130, de un total de 1.200 asalariados directos. Por eso digo que somos una ínfima minoría en relación con los trabajadores aportados por Bolsas de Empleo y Cooperativas de Trabajo Asociado.

 

De la totalidad de los trabajadores y trabajadoras de la región, aproximadamente un 30 por ciento son mujeres, también afectadas por la tercerización.

 

-¿A qué atribuyes la paulatina disminución de afiliados al Sindicato, siendo que, por el número de trabajadores y trabajadoras, se debería estar creciendo?

-Aquí, a una decisión de afiliación sindical se responde con el despido inmediato, y si el trabajador persiste, surge la violencia. Cuando la lucha es colectiva el método es la indemnización por retiro voluntario, es decir, le dan al trabajador o trabajadora un dinero y la oferta de continuar trabajando en una Cooperativa de Trabajo Asociado.

 

-¿Qué respuesta se ha obtenido de las acciones legales iniciadas ante los juzgados laborales y el Ministerio de la Protección Social?

-Igual que con los sindicalistas asesinados: pura impunidad. Aquí el poder lo tienen los empresarios; ponen alcaldes, concejales…

 

-¿Qué acciones piensan emprender?

-Con la presencia en estos días de la UITA, la CUT y la USO, trabajaremos la iniciativa de convocar a todas las fuerzas populares, sociales y sindicales de Puerto Wilches para analizar la posibilidad de integrar un movimiento regional, que vaya más allá de la acción de los trabajadores en huelga.

 

Creo que toda la comunidad debería apoyar esta iniciativa, pues aquí el 80 por ciento de los ciudadanos obtiene su sustento de la industria de la palma y están siendo afectados igual o peor que los huelguistas.

  

En Puente Sogamoso, Santander, Luis Alejandro Pedraza

Rel-UITA

12 de octubre de 2011

 

 

 

 

 

 

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