La
paralización es total en el sector palmero en la región de Puerto Wilches,
departamento de Santander. Los empresarios, agremiados en FEDEPALMA, intentan
conservar condiciones de trabajo que mantienen desde tiempos inmemoriales,
gracias a las cuales han amasado sus fortunas. En ese sentido, la huelga de los
trabajadores de la palma tiene características únicas e históricas.
“La situación sigue muy complicada porque los empresarios
continúan diciendo que si ellos cambian el sistema de contratación que tienen en
las plantaciones, esto es, mediante Cooperativas de Trabajo Asociado,
entonces se verán obligados a cerrar las empresas –comentó a Sirel
Guillermo Rivera, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Industria Agropecuaria (SINTRAINAGRO)-.
Son 58 mil hectáreras de palma y ocho plantas de aceite totalmente
paralizadas. |
Aseguran que no tienen recursos para garantizar los derechos
laborales y sociales de los trabajadores –continuó-. Y que si tienen que asumir
eso, prefieren cerrar los establecimientos y despedir a toda la gente”.
Según Rivera, esta práctica explotadora, bajo diversas
formas, existe desde hace mucho tiempo en ésta y otras regiones de Colombia,
y concretamente estas empresas “han mantenido durante los últimos 40 años a
miles de trabajadores y trabajadoras sin ninguna garantía social. Por ello en la
región no hay ni un solo trabajador pensionado, ni lo habrá en un futuro si
estas empresas no cumplen con sus obligaciones –auguró el sindicalista-.
Lo que ellos quieren -advirtió- es acabar con los pocos contratos
directos que existen, para supuestamente cerrar las empresas y luego volver a
abrirlas pero con contratos diferentes, indirectos”.
Eso es lo que los trabajadores no aceptan. “Con la mediación del
Ministerio de la Protección Social hemos hecho propuestas para una negociación
que permita encontrarle una salida a este conflicto, pero no ha sido posible.
Estos empresarios quieren acabar con las Convenciones que tenemos
firmadas en las fincas sindicalizadas, quieren acabar con las garantías y
conquistas de los trabajadores que datan de hace 30 años. Y también quieren
mantener el sistema de contratación de las Cooperativas de Trabajo Asociado,
que no brindan ninguna garantía ni derechos para los trabajadores”, afirmó el
presidente de SINTRAINAGRO.
La gente está sintiendo positivamente el respaldo del movimiento
sindical nacional e internacional. |
El pasado domingo 16, el Sindicato mantuvo una reunión en Bogotá
con el vicepresidente de la República, Angelino Garzón, en la cual expuso
la situación y relató las diversas propuestas que ha hecho para solucionar el
conflicto.
“El vicepresidente tomó personalmente cartas en el asunto, y el
lunes 17, convocó a los empresarios a su despacho en Bogotá –relató Rivera-.
Pero estos continuaron manteniendo la posición de que no pueden cumplir porque
la plantación de palma tiene muchos y costosos problemas fitosanitarios, y por
eso no pueden respetar los derechos de los trabajadores.
Nosotros continuamos esperando que los empresarios acepten
integrar la Mesa de Negociación de la Convención Colectiva en la empresa
Bucarelia, donde se está realizando la huelga. En esa Mesa deben participar
los trabajadores tercerizados, el gobierno y los empresarios para encontrarle
una solución al sistema de contratación de las empresas”, agregó.
Los trabajadores están esperando que comience esa negociación,
para participar en ella junto a la asesoría de su Sindicato y la Central
Unitaria de Trabajadores (CUT), cosa que las empresas tampoco quieren
aceptar. Esto realmente complica aún más las cosas.
Esperamos que con los buenos oficios del vicepresidente, podamos
encontrar una rápida solución”, concluyó Rivera.
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