La
presencia en Washington de una delegación de la Misión Internacional durante el
141 Período de Audiencias Públicas de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), fue considerada muy positiva por sus integrantes. Para analizar
los principales logros alcanzados por la delegación, Sirel conversó con Ana
María Pineda de FIAN Honduras.
-¿Cuáles eran
las expectativas de la delegación que viajó a Washington?
-Para nosotros
era importante poder visibilizar a nivel internacional la grave situación de
violación a los derechos humanos en el Bajo Aguán, como continuación del trabajo
de investigación realizado hace unas semanas por la Misión Internacional
y varias organizaciones nacionales.
-¿Cuáles han
sido los principales logros?
-Fue una
experiencia muy exitosa. Entregamos el informe preliminar al relator para
Honduras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH),
Felipe González, quien mostró su preocupación por lo que está ocurriendo en
el Bajo Aguán.
Además, pudimos
compartir con él algunas posibles acciones futuras, como por ejemplo la
necesidad de que la CIDH siga monitoreando muy de cerca la situación, y
que haga un llamado de atención al Estado de Honduras.
Necesitamos que
le exija informaciones sobre lo qué está haciendo para prevenir las violaciones
y para proteger a las personas, porque lo que detectamos en el terreno es la
total impunidad de la que gozan los violadores.
-¿Qué otros
espacios pudieron aprovechar para posicionar el tema del Bajo Aguán?
-Participamos
en la audiencia pública de la CIDH sobre la situación de los defensores y
defensoras de los derechos humanos en Honduras.
Expusimos con
detalle los principales hallazgos de la Misión, la profunda preocupación
de las organizaciones internacionales y nacionales que la integraron, y las
recomendaciones que se hicieron al Estado de Honduras y a la comunidad
internacional.
En este
sentido, logramos poner la problemática del Bajo Aguán en el tapete de la
discusión y acción de la CIDH, dejando muy bien establecido lo complejo y
lo grave de una situación que es el resultado de un conflicto agrario originado
por un modelo explotador, el acaparamiento de tierra y el golpe de estado.
-¿Cómo rebatió
el Estado hodureño los argumentos presentados?
-Fue
impresionante ver como la delegación del Estado no pudo rebatir ningún
argumento, diciendo que no sabían que la situación en el Bajo Aguán iba a ser
tema de discusión.
Es evidente que
es un tema que no pueden justificar y prefirieron quedarse callados. A lo largo
de toda la audiencia incurrieron en varias contradicciones, lo cual dio pie a
que los comisionados de la CIDH hicieran fuertes recomendaciones al
Estado.
-También se
reunieron con instancias del Banco Mundial...
-Nos reunimos con representantes de la
Compliance Advisor
Ombudsman (CAO), para pedir que investigue la situación en el Bajo Aguán
y detenga la ejecución del proyecto sobre palma africana que la Corporación
Financiera Internacional (IFC), que integra el Grupo del Banco Mundial,
aprobó en 2009 a la Corporación Dinant, propiedad de Miguel Facussé.
Finalmente,
integramos la delegación que se reunió con al cuerpo diplomático acreditado ante
la OEA de Ecuador, Brasil y Venezuela y aprovechamos
la ocasión para hacerles entrega del informe de la Misión.
-¿Cómo evalúas
la presencia de la delegación en Washington?
-La visita fue
altamente positiva y tuvo resultados más allá de los esperados. Es un esfuerzo
que no termina aquí y que nos brinda muchas líneas de seguimiento como posibles
opciones por tomar en el futuro.
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